VIRGIN |Frerard|

XXIII

Dos semanas después

Frank me invitó a su hogar para cenar, así que me aliste con mi mejor outfit. Al llegar a su departamento pude observar que tenía un estilo muy personal. Al igual que yo tenía pinturas colgadas pero de un estilo más pintoresco y en un lado tenía una guitarra acústica y eléctrica.

— ¿Quieres ver mi colección de vinilos? — preguntó.

— Claro ¿Dónde están?

— En mi habitación.

¿Debería entrar en pánico?

Opté por seguirlo, ciertamente no sabía si en realidad veríamos vinilos u otra cosa...

— Acá están.— me llamó, estaba al lado de una caja.

La mayoría de misfits, iron maiden y the beatles.

— Rubber soul.— dije sacándolo de los demás.— Que obra de arte.

— Perdón por espiar tus vinilos enserio necesitaba saber cuáles tenías para hacer esto.— dijo para después sacar ''13'' de blur.— Tender, la canción que cantaste el otro día esta aquí y como no lo tienes pensé que obsequiartelo.

— ¿Qué?— dije anonadado.

— Es tuyo.

— Dios... ¡Gracias! — lo abracé.

Como ya era de costumbre nos dimos un beso, dulce y delicado que cada vez se hacía más intenso. Entonces mis sospechas se hicieron ciertas... Tendría sexo ahora mismo.

Y lo confirme cuando sin pensarlo me encontraba acostado en la cama con Frank arriba mío.

Mis manos estaban frías por la vergüenza.

Él llevó sus labios hasta mi cuello y con sus manos me ayudaban a sacar mis prendas. Yo sin saber que hacer opté por mirarlo aunque me daba vergüenza, quería ver su cuerpo y poder admirar con detalle la grandiosa colección de tatuajes que tenía pero no me atrevía a hacerlo.

— Vamos, sé que quieres hacerlo.— Cómo si leyera mi mente me alentó a quitar sus prendas.

Su camiseta y jeans se perdieron en el suelo.

Los dos quedamos en ropa interior. Sin embargo... No podía ver cierto punto, me sentía como un idiota.

Siguió con su recorrido de besos por todo mi abdomen, sentía cosquillas en algunas partes mientas en otras llegaban a sentir espasmos de placer.

Sin previo aviso introdujo su mano en mi ropa interior, me asusté por el tacto pero cerré mis ojos y dejé que todo fluyera. Daba pequeños gemidos, no quería ser un descontrol de gritos así que me mantuve un poco callado mordiendome los labios fuertemente. Frank dejó de masturbarme por lo cuál abrí mis ojos para verlo.

Mala idea.

Él estaba completamente desnudo.

Era un hecho que el no era el primer hombre desnudo que veía pero se sentía como si no debería hacerlo aunque quisiera. Cerré mis ojos por instinto.