Gerard ha pasado toda su vida trabajando, no había experimentado cosas que otros sí.
A sus veinticuatro años se dio cuenta que seguía siendo virgen y esta dispuesto dejar de serlo.
Aunque mis ojos estaban hinchados por haber llorado tanto la noche anterior me sentía feliz.
Pero los hechos tristes e incómodos que viví con mi "padre" pasaron a segundo plano después de lo que pasó el día siguiente.
No me esperaba para nada que Frank sería muy atento conmigo ese día, apenas llegué al trabajo y él me esperaba en la oficina con un delicioso café. Él ya sabía que amaba el café, lo cual me apareció tierno de su parte.
— Gracias, no era necesario.— recibí la bebida con timidez.
— No hay problema, solo quiero que estés bien.— sonrió.
No sabía que responder, suelo ser un idiota inmóvil cuando recibo cariño de otras personas que no sean mamá o Mikey.
Hora tras hora me preguntaba si me sentía bien. En la hora del almuerzo intentó pagar mi comida pero yo le negué, incluso mientras dibujaba el lápiz se cayó y él inmediatamente lo recogió, eran gestos que me hacían sonrojar, me sentía bien al saber que le importaba que yo estuviera feliz.
Entonces lo comprendí, yo no quería tener una pareja, no se me pasaba por la mente e incluso pensaba que estaba mejor solo que con alguien, sin embargo, en lo profundo de mi corazón, quiero intentar algo con Frank, sé que solo es un gusto pero quisiera intentar tener una relación con él.
Mi disgusto hacia las relaciones viene desde cuando cumplí quince años y tuve mi primera relación. Su nombre era Tom, era uno de mis compañeros de colegio luego pasamos hacer amigos hasta que él me pidió ser su novio en un viaje de excursión de la escuela, siempre fui un asco en los noviazgos y más en la primera relación, actuaba como un imbecil y no sabía cómo ser romántico, Tom era el tipo de chico que era demasiado meloso y yo me asustaba con él mínimo contacto que tenían nuestras manos.
Además, él era despreocupado, podía desaprobar todos los cursos y estaría tranquilo, mientas yo era muy académico aunque siempre sacaba la mínima nota en números, solía hablar de eso con Tom pero a él le importaba una mierda.
Solo duramos tres semana juntos y desde entonces mis noviazgos duraban unas cuantas semanas, con suerte llegaba a un mes. Llegué a la conclusión que nadie me quiere pero prefiria pensar que yo no nací para amar.
Cuando terminó el horario de trabajo a mí me faltaba hacer unas cuantas cosas y Frank sí había terminado a tiempo, pudo irse y dejarme solo, sin embargo me espero por media hora hasta que yo acabara. Ambos salimos del lugar, deseaba ir a mi hogar pero moría de hambre.
— Me quedaré aquí. — dije. El castaño se volteó para mirarme.
— Nos vemos.— se despidió abrazándome.— Llámame si necesitas algo o quieras hablar.
Él se fue y yo me quedé parado en medio de la calle con una sonrisa de imbécil.
Mi idea era ir a comprar unas cosas en el supermercado pero las ganas de cocinar se fueron a la mierda, así que fui al restaurante más cercano que me encontré. Me senté en la mesa que estaba junto a la gran ventaja que tenía el local, pedí lo que me gustaba y revise mi celular por unos minutos. Levante mi mirada para ver todo el lugar grande sería mi sorpresa al verlos, sentados en una mesa del restaurante al frente del donde yo estaba. Frank y Jamia, riendo y hablando.
Pensé que era una reunión de amigos pero esa idea se borró de mi mente al ver como el tatuado agarró la mano de Jamia con mucha timidez.
Comí poco y me retire rápidamente del local. Mientras caminaba pensaba en lo estúpido que había sido.
¿Cómo pude pensar en ser novio de Frank?
Él sólo se comportó amable conmigo porque le di pena y yo como un idiota me imaginé una estúpida historia de amor.
Era obvio, Jamia se sonrojaba cuando él estaba, pensé que era solo mi idea y la forma de Frank al estar con ella. Además, ella es mil veces mejor de yo.
No me había sentido tan bobo desde hace mucho tiempo, sentía vergüenza por mi mismo.
La vida debe odiarme ya que me encontraba caminando por la plaza de la ciudad donde muchas de parejas estaban abrazándose o tomados de la mano. Me sentía solo y humillado.
Sé que no debía sentirme mal, después de todo Jamia era mi amiga y Franm también lo era, debo sentirme feliz por ellos, pero es tanto el sentimiento de estupidez por mi mismo.
Era oficial, nadie nunca va a querer al virgen de Gerard Way.
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Podía habar escrito más pero se fue todo a la brgacion después del 31. Incluso iba a publicar algo por el cumpleaños de Frank pero se canceló todo jsnaamam.
Sinceramente no pensé que pasaría, inclusive me había olvidado de la teoría del 2019 jsjajajaaj.
¿Qué fue lo primero que pensaron/hicieron cuando vieron la noticia del regreso?
Yo lloré, grité y asusté a mis padres sjjaaj trmendo.
