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— Mi papi dice que seguramente yo seré una Alpha, incluso dice que parece que ya tengo voz de Alpha— dijo la niña alardeando de nuevo, lo cual molestaba mucho a TN, por lo cual rodó los ojos mientras soltaba un suspiro de cansancio sin importarle ...

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— Mi papi dice que seguramente yo seré una Alpha, incluso dice que parece que ya tengo voz de Alpha— dijo la niña alardeando de nuevo, lo cual molestaba mucho a TN, por lo cual rodó los ojos mientras soltaba un suspiro de cansancio sin importarle si alguien lo notaba.

Desde hace unos meses, Jennie solía tener la misma charla con cualquiera que se le atravesará en el camino.

Parecía que era todo lo que importa en ese momento para todos los niños de su clase, pues ya estaban en tiempo de iniciar las presentaciones y todos sus compañeros estaban tan ansiosos por saber que serían, que era como si hubieran olvidado que existían otros temas de conversación.

A TN no le parecía el tema más importante del que se pudiera hablar, y es que, no era que no la intrigara su naturaleza, sino que, después de casi dos meses de escuchar lo mismo, ya estaba harta del tema.

Jennie noto el gesto de TN, que, aunque no lo había hecho con la intención de ofender a la pelinegra y más bien lo había hecho como acto reflejo, logró molestar a la posible Alpha.

— Mi papá también dice que hay personas a las que también se les nota cuando serán Omegas o Betas, ya que ellos nacieron para recibir órdenes, no para darlas— dijo la cruel niña mimada sin dejar de ver a TN dejando muy claro que hablaba de ella— Ya entiendo a qué se refería— termino diciendo por si no había quedado suficientemente claro que hablaba de la pequeña chiquilla con mejillas un poco abultadas y pequeña estatura que le daba una apariencia adorable, pero que no lograba cubrir los estereotipos que ya se comenzaban a crear en el pequeño salón de clases.

Y es que, si bien nunca la habían molestado por su aspecto físico, tampoco era como si no importara del todo. 


Hacía unos meses atrás TN había intentado confesar su amor a el niño que le gustaba.

 Para ella él parecía un príncipe sacado de una película, así que junto todo el valor que pudo y esperó a la hora del almuerzo para dirigirse a el lugar donde el pequeño tenía su respectivo lugar en el aula y dejó sobre su mesa una pequeña caja de chocolates que sabía que eran sus favoritos y una pequeña carta que ella misma había redactado una noche antes, aunque se había rehusado a poner remitente, ya que suponía que el chiquillo al leerla sabría que pertenecía a ella, ya que en la carta había usado el apodo del pequeño que solo ella usaba.

Él había sido para ella su mejor amigo, TN no era muy sociable con los chicos, ya que la ponían muy nerviosa, por lo cual solía juntarse solo con niñas. Pero él era una total excepción, el niño había tomado la iniciativa de hablar con ella y realmente parecía ser amable, y con el tiempo se hicieron muy amigos.

TN realmente tenía la esperanza de que su amigo correspondiera sus sentimientos, pero lo que obtuvo fue un corazón roto y su primera decepción amorosa, pues cuando todos volvieron del descanso y él vio la nota y los pequeños chocolates, su cara se iluminó por completo, lo cual logró pintar una sonrisa en la cara de la pequeña, pero está se borró cuando vio a su pequeño amor dirigirse a una de sus compañeras de clase para preguntarle si había sido ella quien le había dado el obsequio y en cuanto ella se negó el pequeño puso cara triste y volvió la vista a la nota y como si algo terrible hubiera pasado levantó la vista del papel y con los ojos lo más abiertos que pudo dirigió su vista a la pequeña niña con la cara un poco roja por la vergüenza, haciendo resaltar las pequeñas pecas en sus mejillas.

Se dirigió a la pequeña a paso lento mientras se rascaba la nuca y cuando estuvo frente a ella se sentó en el banco vacío y apenas podía mirarla a la cara.


— Tú... ¿Me...me diste esto? — dijo él sin verla a la cara
Al ver la incomodidad que le causaba la posibilidad de que ella hubiera sido la que redactó la dichosa carta no pudo evitar negarlo, aunque su corazón se rompiera un poquito con cada palabra salida de su boca.

— No, claro que no, Hyunjin. ¿Qué es? ¿Acaso tienes una admiradora? — dijo está usando un tono burlón en su voz para que su príncipe le creyera aquella mentira. Pero si de por si se sentía mal, lo siguiente la dejó tan triste que no saldría en todo el fin de semana de sus cobijas.

— ¡Vaya, por un momento creí que eras tú! Pero es obvio que no somos el tipo del otro, tú y yo somos más como hermanos, solo me confundí por qué, quién escribió esto, uso el apodo que me diste— y su semblante había cambiado por completo a uno relajado


— ¿En serio? Vaya, me lo han robado, de ahora en adelante te diré Hyung, de cualquier forma, eres como mi hermano mayor—

Tiempo después TN le preguntó al pequeño Hwang como era su tipo ideal y él le dijo que las chicas delgadas, altas y de cabello largo y lacio, cosa que ella no tenía, en realidad era todo lo contrario.
Ella era pequeña, rechonchita, con el cabello algo corto y rebelde.

Pero eso ya había pasado, ahora estaba aquí siendo humillada a causa de su aspecto, por una niña que TN no sabía cómo podía ser tan mala a sus 12 años.

Así fue como para TN comenzó la tortura. Jenny era más mala con ella como iba pasando el tiempo. 

Seguía enamorada secretamente de Hyunjin, quien cuando podía defendía a TN de las críticas de Jennie y sus amigos, ya que la veía como su pequeña hermanita a quien debía defender, pero con esto solo lograba que la pequeña inocente se enamorara más de él, aunque tenía claro que el joven chico, no se fijaría en ella jamás.

Los abusos por parte de los niños que creerían serían Alphas se volvía más conforme pasaban los días y eso estaba cansando a los pequeños amigos.

TN deseaba con todo su corazón poder ser una Alpha para poder callarle la boca a Jennie y su séquito.

Tanto que cuando llegaba a su casa lo único que hacía era investigar cómo lograr ser una Alpha, cosa que no pasó desapercibido por sus padres, quienes se preocuparon por cómo la niña anhelaba tanto algo que en realidad era incierto para todos.

Tanto que cuando llegaba a su casa lo único que hacía era investigar cómo lograr ser una Alpha, cosa que no pasó desapercibido por sus padres, quienes se preocuparon por cómo la niña anhelaba tanto algo que en realidad era incierto para todos

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¿Mi alpha? (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora