La única manera de que te perdone - LuzuPlay (Karmaland 4)

9. Sentimientos

- ¿Estas seguro de lo que estas haciendo, tío? Luzu podría jugarte en nuestra contra - Explicaba Fargan con algo de preocupación ante la situación.

- ¡Ja, eso no va a pasar! Creeme, lo tengo domado, tu tranquilo -

- Mmh vale pero ten mucho cuidado, es muy común en los amigos con derechos que se terminen enamorando -

- Talvez estaba algo enamorado de Luzu en el pasado, pero yo solo me encariño con lo que me da beneficio propio, ya no lo quiero de ese modo - Se cruzó de brazos.

- Es muy posible que ese sentimiento vuelva, y como no hacerlo! Lo tocas, lo besas, lo sientes - Comenzó a enumerar con los dedos de las manos. - Te lo advierto por experiencia! Ten mucho cuidado con eso -

- Tu no te preocupes, lo tengo controlado, puedo tratarlo como la mismísima mierda y él seguirá comiendo de mi mano - Sonrió con seguridad. - Lo confirmé esta mañana, pero si quiero que todo salga bien no puedes contarle a nadie! A nadie! -

El emplumado rodó los ojos. - Te doy mi palabra, solo espero que no termines encariñado -

- No pasará, creeme -

(...)

Ya habían pasado un par de días desde la última vez, y Auron aprovechó un dia en el que todos estaban en casa para ir a visitar a Luzu sin que nadie lo viera.

Entró a la casa y mientras saludaba a Manolo llamó a su pasiva. - ¡Ya estoy en casa, mujer! ¡Vamos a la cama! - Gritó bromeando.

Le extrañó un poco que no haya recibido respuesta al momento, ¿Donde coño se había metido este chico?

Miró al cerdito un poco confundido y luego de unos minutos llegó el dueño de la casa con un aura nerviosa y debilitada.

- ¿¡Qué mierda, Auron!? - Soltó molesto con un tono tembloroso y algo roto en su voz.

- ¡Como esta mi villano de los chinos! ¿No hay beso de saludo para papi? - Exclamó cuando lo vio levantándose, el como se escuchó su voz lo chocó un poco.

- ¿¡Como coño has entrado!? - Cuando lo tuvo de frente notó que sus ojos estaban empapados, sus mejillas tenían apariencia húmeda, su ojeras eran un poco mas grandes y su cara estaba algo roja, aunque no era por un sonrojo.

- Ehh por la puerta, ¿Recuerdas que parte del trato era que me darías las llaves de tu casa y tus torretas ya no me apuntarían? - Explicaba mientras arqueaba una ceja, mirando con disimulada sorpresa el rostro del menor.

- ¡¡Bueno, a ver si vas respetando mi privacidad!! ¡Estaba... haciendo..algo... personal.. - Bajó un poco la mirada con una expresión de impotencia y rabia.

- No te enojes, bebé - Lo abrazó por la cadera. - Papi solo venía a pedirte una felación ¿Podrías? -

Lo intentó apartar con desespero. - ¡No me toques cuando estas hecho de miel! -

- Respóndeme, Luzu - Le clavó una mirada seria y dominante.

- ¡Si, si, si, si, si! ¡Ve a tomarte una poción! Yo iré a la cama a esperarte -

- Me encanta que seas tan flojito - Le dio un beso travieso dejándole los labios llenos de miel.

- ¡PUTA, QUÉ ASCO! - Comenzó a forsejear desesperadamente.

Continuara...