La única manera de que te perdone - LuzuPlay (Karmaland 4)

31. Cortes

¿Conocen la frase "siempre habrá alguien que esté peor que tu"?

Un atardecer como cualquier otro, y la primera pareja de toda Karmaland se encontraba uniendo sus lenguas en un beso en el borde del colchón.

Beso va, beso viene y comenzaron a quitarse la ropa mientras se iban metiendo en la cama.

(...)

- Oh Lolito...~ - Gemiá débilmente el pelinegro recostado boca abajo sintiendo como su pareja le daba placer.

- ¿Te gusta, mi niña? - Embistiendolo se quitaba cabello de la cara mientras admiraba la espalda de su amado.

Su espalda con cicatrices previas de sus noches anteriores a solas.

¿Por qué creen que Mangel siempre usa ese traje que no deja ver su piel sin contar con su cara?

Para Lolito, ese plano era su obra de arte.

Sintiendo que iba a llegar, aproximó su brazo a la mesa de luz para sacar algo del cajón, ya se deben imaginar lo que es.

Mangel supo lo que se venía en un segundo, tan acostumbrado a esa mierda que ya reconocía el diminuto sonido que hacia ese cuchillo con su sangre seca contra la madera.

Ocultó su rostro en la almohada para así no demostrar su molestia e incomodidad.

Su espalda se encorbó sintiendo la primera cortada.

No quería admitirlo para no molestar a su pareja, pero realmente le cagaba el sexo cuando empezaba con eso.

Soltó un quejido bastante alto sintiendo la siguiente cortada.

Y luego la siguiente, y la siguiente.

(...)

Despues de la sesión de sexo y cortadas Lolito se encontraba acostado al lado de su pareja mirando al techo con una sonrisa de satisfacción.

- ¿Sabes, mi niña? - Soltó de repente. - Eh notado que cuando hacemos esto.. el unico que se corre soy yo... nunca has llegado al orgasmo conmigo -

- Es... es que tengo un problemita con eso... no me.. no me corro con facilidad - Puso de excusa levantando su pecho como podía.

Cerró sus ojos con diminutas lagrimas y le dedico una sonrisa débil. - Pero no creas que no lo disfruto, cariño... -

- Me alegra oir eso - El pelinaranja colocó su codo en el colchón acercándose a su pareja.

Pasaba lentamente su dedo indice alrededor de las recientes cortadas a modo de caricia. - Me alegra poder hacer esto contigo... nunca tuve una pareja que disfrutara este fetiche tanto como yo... -

Mangel apretaba las sabanas con desespero, intentando ocultar lo mucho que le dolía ese rose. - A-a mi me alegra que t-u me enseñaras algo n-nuevo... - Seguía sonriendo como podía.

- Te amo, Mangel - Se unieron en un beso y luego el contrario se acomodó para dormir. - Descansa -

- Descansa... -

Esperó a que se quedara dormido para hacer su rutina despues del sexo.

Se va al baño y allí se pone a suspirar y sollosar intentando aliviar el dolor, se curaría, pero es complicado alcanzar tu propia espalda.

Sabía que esto lo haría perder la razón algun dia, pero no podía evitarlo.

Se amaban.

?

Continuara...