No iba a permitir que jugaran en su contra de esa manera, no queria seguir con esa apariencia ni un minuto mas, no dejaría que Luzu continuara burlándose de él.
Un pequeño acuerdo subido de tono le reveló a Auron que a pesar del enfado y la mascara...
Otro amanecer en el mundo de Karmaland y el oficial de la policía se estiraba en su cama intentando motivarse a si mismo para empezar el dia.
Cuando finalmente lo logró gracias a las ganas de comer de Jimmy, fue a su buzón a revisar la correspondencia, no sabía lo que le esperaba.
Entre las cartas de siempre había una que se diferenciaba al resto, una teñida de color salmón y no estaba firmada.
Dejándose guiar por la curiosidad la abrió dispuesto a leerla.
"Mi querido Alejandro By Once
No sabes quien soy, pero la respuesta esta delante de ti, solo debes ser analítico.
Te estarás preguntando cual es el objetivo de este mensaje, y es que ya no puedo contener lo que siento por ti.
Luego de verte y oirte por tanto tiempo eh llegado a la conclusión de que te amo, sé que esto es poco ortodoxo, pero ya no aguantaba otro segundo sin decirtelo de alguna manera.
Amo cada parte que forma tu ser, amo tu corto cabello, oscuro y hermoso como la noche.
Amo tus brillantes ojos, expresivos y adorables al igual que el resto de tu precioso rostro.
Amo tus mejillas con esas pecas tan camufladas que solo mirándote con atención es que uno se da cuenta de que estan ahí, probablemente tus pómulos estén colorados leyendo esto, y de solo imaginarlo me muero de ternura.
Amo tu pecho descubierto, pocos tienen la autoestima y confianza suficiente para ir así por la vida, y no se te podría agradecer mas. Talvez no sea el torso mas trabajado y cuadrado, pero es liso y de probable tacto suave, me lo imagino todas las noches.
Amo tu forma de hablar y expresarte, tu contagiosa risita y tu sonrisa radiante.
Amo que seas tan tímido en algunas ocasiones y tan valiente en otras.
Sinceramente no me da el espacio para expresar completamente cuanto te amo, pero descuida, esta no será la única carta que te enviaré.
Y adoraría que tu tambien me escribieras, que me digas tu opinión, me encanta que lo hagas.
No te preocupes por mandarlo a una casa específica, tu solo deja tu carta al final de tus escaleras y yo pasaré a buscarla.
¡Y no intentes espiárme, no seas tramposo!
Hasta el proximo escrito, mi amor platónico."
Alexby se quedó helado en el lugar, rojo hasta las orejas y con las manos temblando que arrugaban un poco el papel.
No sabía que pensar de esto, por un lado se sentía alagado, y por otro estaba asustado.
La manera tan poética que tenía esta persona de describirlo le causaba vergüenza, nunca nadie había hablado así de él antes.
Y el no saber quien es y no tener ni una sola pista lo ponía de los nervios, daba panico el solo imaginar a alguien parado al final de sus escaleras a mitad de la noche.
Decidió entrar a su casa para procesar mejor lo que sus ojos acababan de leer.
Continuara...
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