CONTIGO O ¿SIN TI?

Stay With Me

Nota de autora

Hello amiguitas (y amiguitos si hay algunos) antes que lean mi capitulito de hoy y el resto que sigue, quiero aclarar que:

1: La historia como ya lo han leído tiene contenido y lenguaje sexual y lo tendrá hasta su último capítulo.

2: Si alguien es sensible a ese contenido, lo siento, pero es su decisión si continuar leyéndola.

3: La historia siempre estuvo planeado para ser erótica/dramática, así que... No me odien. 😅

"¿En qué momento llegan a adquirir dos amantes la más completa posesión de sí mismos, sino en aquel en que se proclaman perdidos el uno en el otro?"

Pierre Teilhard De Chardin

POV: Alex Vause

Piper tenía los ojos cerrados, su pecho y abdomen se estremecían en una sincronía como si estuviese bailando acostada en su cama, mojada, sudando los restos de su placer. Podía respirar el olor a su sexo, ese embriagador aroma a ella. Sus piernas temblaban erráticamente y sus suaves jadeos continuaban siendo música para mis oídos. No podía creer que la había probado, lamí mis labios y aún tenía su néctar en mi boca, mi lengua todavía aguardaba su sabor. Su sexo brillaba como llamándome de nuevo a hacerla gozar. Sabía tan delicioso, su piel era exquisita, fue tan sumisa, tan obediente. Se expuso a mí, se entregó a mí, había sido mía, le había dado una muestra de lo que es hacer el amor con una mujer. Ella dijo que quería probarlo conmigo, que era yo la única que le interesaba. Después de todo, pasaría un año conmigo, quizás no teníamos la mejor relación, pero al parecer en la cama funcionábamos bien. Yo también sentía algo, no podía negarlo, tampoco podía definir que era.

Ya habían pasado varios minutos, ella no salía de su estado post-orgásmico. Se me hizo muy adorable verla débil, con su respiración tardada y sus ojos cerrados. Sonreí ampliamente, estiré mi mano lentamente para tomar la de ella, pero la detuve cuando ella habló.

— No eres un dulce corderito, eres una loba ardiente, preciosa, me encantas, Alex Vause — confesó medio inconsciente de placer — siento que me has dado el mejor polvo de mi vida — agregó sonriendo con los ojos cerrados como si estuviese drogada.

Tragué saliva analizando lo que había dicho — "¿El mejor polvo de su vida?" — me cuestioné para mí misma. Obviamente era un honor para mí saber que había sido superior que sus parejas masculinas, pero ¿un polvo? Yo no la veía solo como un polvo. Me había jugado mi dignidad, mi ego, mis debilidad, yo me había atrevido a todo por ella... creí ingenuamente que su confesión en la capilla era una invitación a un... "nosotras".

Como las hojas en otoño

tan expuestas y vulnerables a caer, fui yo.

Como el frío en invierno

dispuesta a conquistar el fuego más cruel, fue ella.

Como las flores de primavera

mi corazón se bañó de su néctar divino y floreció.

Como el calor de verano

se liberaron nuestros demonios que me acompañarían

en cuatro estaciones, para siempre en el alma y la piel.

Fin de POV

Alex se levantó del suelo donde estaba arrodillada frente al sexo de la rubia. Tomó sus lentes que había dejado en su escritorio y sin decir nada salió de la habitación tirando la puerta.