Living Proof

1.6K 125 198
                                    

Qué caminos dejaste,

qué expiación te vence y te despoja,

qué caminos seguiste para llegar aquí,

desconocido y hermoso,

donde yo te amo."

Elsa Cross


— ¡Vi lo que hiciste, Stella! ¿Cómo se te ocurre hacer algo así? ¡Es una profesora! — susurró Jackie cuando su compañera se sentó al lado en la capilla.

— Se suponía que veníamos aquí a vivir emociones ¿qué tiene de malo? — se encogió de hombros aburrida.

— ¿Cómo que tiene de malo? Te va a reportar — reclamó su amiga.

— No me importa, no me importa nada — se rió burlesca.

— ¿Te gusta de verdad? — preguntó nerviosa la chica.

Stella rodó los ojos y se rió escandalosamente.

— Claro que no, es fea, alguien me pidió molestarla es solo eso — dijo sin rodeos.

— No me parece justo, ella es muy buena, no te atrevas a volver hacerle algo — la amenazó la chica sorprendiendo a Stella.

— ¿Qué? Acaso... ¿Te gusta a ti? ¿Qué te pasa, Jackie? Creí que tú eras leal a mí y ¿me vienes a amenazar por esa aburrida esa?

— No se trata de estar enamorada de ella, estás loca, tú no eras así, ¿quién te está metiendo esas ideas en la cabeza? Me duele lo que haces — susurró con dolor en su pecho.

Alex cerró la puerta de su cuarto y Piper se detuvo de escribir, se levantó de su escritorio para  llevarla al sillón a que conversaran.

— Mi amor, estoy seguro que ella está atrás de todo esto, hablé con la secretaria de tu madre y una de las asignaturas que reprobó esa niña enferma es Literatura — expresó la rubia tras darle un corto beso a Alex.

— No me importa, ya la reporté — contestó molesta Alex — Piper, no lo puedo creer ni una semana ha pasado y tenemos problemas por todos lados — se quejó quitándose sus lentes para frotarse el rostro, estaba muy cansada.

— Pero nos tenemos la una a la otra, cariño, ven, dame un beso que extraño esos labios deliciosos que tienes — Piper tomó a su compañera entre sus brazos y le dio un apasionado beso.

— Leo te envió saludos — dijo Alex contenta cuando soltaron el beso — dice mamá que baila todos los días a la misma hora — comentó ilusionada.

— ¿Qué te parece si le llamamos? Le puedo enseñar algunas rutinas por vídeo llamada — propuso la rubia.

— No, Pipes, el querrá hacerlo todos los días.

— ¿Y qué tiene de malo? Podemos hacerlo todos los días, a mí me encanta bailar, me importa tu felicidad y sé que no hay mayor felicidad para ti que verlo feliz a él, anda llámale – insistió eufórica.

Como lo dijo Alex, ese primer día Leo le pidió a Piper hacerlo todos los días, bastaron un par de días para que dejara de ser "la amiga de mamá" y convertirse en Pipes. La más contenta con la bonita relación entre el niño y la rubia era Alex. Su corazón se llenaba de alegría al verlos sonreír y hacer movimientos frente a la computadora. Piper la había ayudado incluso a sentirse más cerca de su hijo, ella hablaba todos los días con él, pero no tenía la oportunidad de verlo en esa felicidad tan plena que mostraba mientras aprendía de la rubia.

CONTIGO O ¿SIN TI? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora