CONTIGO O ¿SIN TI?

I'm not the Only one

"ella se desnuda en el paraíso

de su memoria

ella desconoce el feroz destino

de sus visiones

ella tiene miedo de no saber nombrar

lo que no existe"

Alejandra Pizarnik

¿Qué siente tu corazón cuando te traicionan, cuando te rompen una promesa? Alex sentía que su corazón se había destrozado en mil pedazos, era como sentir en cada poro de su piel, sus sueños y recuerdos lindos destilarse en medio de la amargura, la decepción y el asco. Alex corría en busca de la habitación que le habían asignado dejando en el camino los restos de su lacerado corazón, guardando a mas no poder el mar de lágrimas que pedían a gritos en su cabeza salir, gritar de rabia y desilusión.

— Profesora Vause, ¿qué le pareció a mi esposa el auto último modelo que le compré? — preguntó eufórico el hombre, Alex hizo su mayor esfuerzo para conservar la calma.

— Eh... no lo sé, no pude ver, me mareé, voy a la... habitación — titubeó y corrió por las escaleras sin esperar una respuesta de Mark.

Entró y se dejó caer tras la puerta soltando un llanto de dolor que reprimió apretando sus rodillas flexionadas. Lloró unos minutos sin cesar, pero se limpió las lágrimas poniendo en su rostro una expresión mas dura. Recogió las cosas que había sacado, no quería estar más tiempo en ese lugar.

Piper entró a la habitación y preguntó al instante — cariño, ¿estás bien? Dice Mark que te sentiste mal — Alex estaba de espalda terminando de cerrar su bolso. Al no tener respuesta la rubia se acercó y la tomó del brazo.

Alex inmediatamente se apartó con violencia y exclamó llena de ira — ¡no me toques! — Piper abrió los ojos sorprendida al verle señales de que había estado llorando, inmediatamente analizó lo que pudo haber pasado. Su compañera se quedó viéndola llena de ira, jamás la había visto así.

— Alex... tú... las cosas no son...

— No digas nada, no quiero escuchar tus excusas de mierda, eres una falsa, maldita, manipuladora, ¿cómo pudiste, Piper? Nos engañas a Mark y a mí — le gritó muy furiosa Alex.

— Déjame explicarte, no es así, cariño — susurró nerviosa.

— ¡Deja de llamarme cariño, mi amor y cualquier mentira hipócrita que salga de tu maldita boca! Sé que eso le dices a todos, me largo quédate con tus hombres, proponles un trío, no me extrañaría de ti — la reparó llena de decepción.

— ¡Alex, no digas eso, me lastimas! No me dejes, espérame, me voy contigo, solo necesito que me escuches — se paró en la puerta impidiéndole salir.

Mark y sus amigos se quedaron muy confundidos con un repentino y frenético "me tengo que ir" de Piper, no dio más explicaciones, solo emprendió su viaje en compañía de su compañera. Ninguna de las dos dijo nada en todo el trayecto. Alex llevaba su cabeza recostada en el respaldo de su asiento mirando hacia la ventana para no verle la cara a la rubia.

Su pecho no dejó de subir y bajar, estaba muy alterada, aún no creía lo que había visto. Sentía lejos el camino, solo quería llegar y pasar horas llorando amargamente. Le había entregado su corazón a esa mujer, le había desnudado su alma, le había dado hasta lo que no tenía que darle.

Cuando llegaron a la habitación, Alex fue a su closet y sacó una cajetilla de cigarros, para irse a llorar como lo quería hacerlo.

— ¡Alex, no huyas, escúchame! — la rubia la detuvo.