Siento el tacto del césped. Me acuna y me hace sentir cómoda, sentir en paz. El incidente del otro día me persigue. Tengo pesadillas. Muchas. Y por esa razón apenas duermo. Y además tengo demasiadas cosas en las que pensar. Mis ojeras lo confirman. Me siento débil, tímida, sin fuerza para recordar.
El cielo está despejado, ni una nube se atreve a destrozarme el día hoy. El cielo me aguarda. Se que en él se encuentran todas las estrellas. Pero, si apenas tengo fuerzas para andar, ¿qué motivo me haría intentar volar? ¿Qué motivo me haría intentarlo todo, partiendo desde la nada?
Solo tengo ganas de desaparecer. De llorar. De desahogarme de toda esta mierda. Dios, ¿por qué me haces esto? Solo quiero volver a ser yo, encontrar mi lugar, encontrar el sitio que me pertenece. Pero soy incapaz. Necesito tu ayuda.
Recuerdo los paseos por este parque. Recuerdo las risas, las bromas, los abrazos, los besos. Recuerdo lo feliz que era al cogerle la mano. Recuerdo aquella tarde abrazados observando el amanecer. Lo recuerdo todo. Recuerdo los sentimientos que ella hizo despertar en mí.
Bueno, no lo recuerdo. Los sigo teniendo muy presentes. Cada flor, cada rayo de sol, cada patito del estanque, cada árbol... Me recuerdan a ella. Y ahora no puedo tenerla. No puedo gastarla bromas, cogerle la mano, hacerla de rabiar, abrazarla, besarla. Es una condena.
¿Pero, qué es el amor? Es simplemente eso, una condena. Donde nadie gana, todos pierden. Donde cada mínimo detalle es importante. Donde se encuentra el corazón. Y es que a veces hay que buscarle explicación a este amor, pues puede que, de un plumazo, este desaparezca. Pero una cosa esta clara: "Quien pisa fuerte, deja huella". Pero yo no debí pisar fuerte...
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Pero, ¿cuál es tu historia?
JugendliteraturEsta, es una historia para recordar. Quizá como todas las adolescencias. Pero puede que esta sea un poco más complicada. ¿Para qué escribo? Para desahogarme. Para dejar fluir todo lo que llevo guardándome tanto tiempo dentro. Así que, cuando me pre...