Lo siento

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Se encontraban recorriendo un camino sinuoso, entre picos rocosos. Cientos de formaciones se alzaban a su alrededor, piedras en forma de crestas y pequeñas cuevas.

Avanzaron en completo silencio, Shikamaru examinando el mapa y ojeando de vez en cuando a su alrededor, con los sentidos atentos. Ino por su parte caminaba junto a él, en completo silencio aprovechando cualquier distracción de él para mirarlo.

—¿Crees que tardemos demasiado en encontrarlo? —preguntó finalmente, tras largas horas, decidida a entablar conversación alguna.

—No lo sé, espero que no.

—Oh...

Y una vez más las palabras murieron en silencio, el mutismo del lugar comenzaba a quemarle. Odiaba aquella sensación de tensión entre ellos, realmente deseaba con todas sus fuerzas volver a ser como antes. Lo cierto era que prefería discutir constantemente con él a permanecer callada a su lado.

—Oye, Shika... —él asintió en señal de estarla escuchando mas no levantó la cabeza, sus ojos fijos en el mapa delante de él.

Sin embargo Ino no pudo continuar, no quería hablarle sin que él la mirara. No quería tener que disculparse sin poder mirarlo a la cara. Por lo que calló, por largo rato. Shikamaru no pareció darse cuenta, quizá ni siquiera la estuviera escuchando, pensó. Aquello no la sorprendería, sería algo muy típico del Nara.

Entonces él levantó la cabeza, al cabo de quince minutos.

—¿Decías? —ella negó con la cabeza.

—No, nada. No te preocupes...

Él la miró con desconfianza mas no insistió, temía que lo sucedido una semana atrás volviera a repetirse. No quería tener que volver a enfrentarla de aquella forma.

—¿Shika, Tsunade dijo que era lo que estábamos buscando? —él negó con la cabeza.

—No, ojalá lo hubiera hecho. Mujer problemática... ahora las cosas serían mucho más fáciles —entonces vio la expresión de ella, Ino parecía algo ausente—. Oye, Ino ¿Estás bien?

Ella desvió la mirada rápidamente y sin volverse nuevamente a él, asintió. Forzándose a sonreír.

—¡Por supuesto!

—No parece... —señaló el moreno, algo incómodo. Ino pudo notarlo en los tensos hombros de él.

Shikamaru sabía que si insistía con el tema volverían a hablar de sentimientos, y ciertamente él no quería. Pero lo cierto era que, por encima de todo, Ino era su amiga. Y no quería perjudicar su amistad por simple cobardía.

—No te preocupes... es solo...

—¿Si? —instó él, con su siempre expresión aburrida.

—Lo siento ¿Está bien? —él se sorprendió, Ino jamás se disculpaba—. Lamento mucho habértelo dicho, y haberte puesto en una situación tan incómoda. Pero... no quiero que estemos así. Incómodos.

—Lo sé —concedió el chico, rascando su nuca—. No te preocupes ¿Está bien? Todo esto es demasiado problemático pero... ya pasará.

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