Te amo = Adiós

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—Prométeme que te quedarás —lo besó, él dolido cerró los ojos pero aún así asintió. Sabiendo que jamás debería haberle prometido aquello, sabiendo que lo que realmente deseaba era mantenerla con vida. Quería salvarla. Y lo haría, a como diera lugar. Por eso no se marcharía, para asegurarse que Ino sobreviviera.

—Aquí estaré...

E inclinándose lentamente lo besó, una vez más, sabiendo que aquella sería quizás la última vez que lo haría. La última vez que estaría entre sus brazos.

Pudo sentirlo jadear, sabía también que para él no era fácil, ya fuera porque fuera su amiga la que estaba muriendo o porque verdaderamente sintiera lo mismo que ella, de cualquier forma sabía que era imposible para el Nara resignarse siquiera a dejarla morir. Sin embargo allí estaba, no se había marchado, y había prometido que no lo haría.

Entonces Ino comenzó a descender, lentamente por sus labios hasta su mentón, recorriendo la línea de su quijada y pronto descendiendo hasta su cuello. Una vez más Shikamaru jadeó, sin embargo esta vez de una forma agradable. No por dolor y arrepentimiento, sino por verdadero placer.

—Ino... —susurró, al sentir los temblorosos labios de ella recorrerle la piel, tan suaves, tan carnosos contra su cuerpo. Contra su cuello, besarlo, mordisquearlo dócilmente. No podía resistirse, comenzaba a derretirse lenta y tortuosamente. Empezaba a perder la razón, temía dejarse llevar demasiado y lastimarla o peor aún... por lo que se forzaba una y otra vez a permanecer atento, a pesar de sentir sus manos temblarle.

Sin embargo no pudo evitarlo, aquello era sencillamente demasiado placentero como para resistirse y a pesar de su inexperiencia comenzó a deslizar su mano por el cuello de ella mientras besaba sus labios cautelosamente de no robarle demasiado el aliento, bajando un poco más, acariciándola, hasta sus pechos. Los cuales atrapó entre sus manos y comenzó a masajear cuidadosamente.

Ino jadeó, sintiendo una repentina descarga por todo su cuerpo. Sintió su corazón acelerársele y con ello un punzante dolor, el cual inmediatamente ignoró, ya no importaba si por dentro su cuerpo empezaba a fallar y si moría en brazos de él de aquella forma, quería sentirlo cerca. La mayor cantidad de tiempo posible, aunque el aire empezara a faltarle.

—¿Estás bien? —la cuestionó preocupado al verla respirar agitada, más de lo que normalmente debiera ocurrir.

—Si... —lo besó con desesperación—, sigue.

Y así lo hizo, sin embargo esta vez ocupando con su boca el lugar en que sus manos antes habían estado. Besando el contorno del sostén de ella, por sobre la piel expuesta. Una y otra vez hasta que Ino cuidadosamente arqueó la espalda permitiéndole a él escabullir la mano debajo de su cuerpo para poder rápidamente desabrocharle la prenda. Shikamaru dejándose llevar obedeció y con delicadeza se la quitó finalmente pudiendo besarla por completo, jugando entre sus dientes con el pequeño pezón.

—Ah... —suspiró, abrazándolo con todas sus fuerzas, estrechándolo contra su pecho. Supo al instante que Shikamaru se detuvo que estaba oyendo su corazón, se detuvo con la oreja contra su cicatriz la cual al cabo de unos segundos besó.

Empezando a recorrer con sus manos las piernas de ella, acomodándolas a ambos lados de su cadera. Ino sonrió y lo besó, jamás antes había visto a Shikamaru tan expresivo, tan motivado y comprensivo.

Pronto lo sintió deslizar su mano por la cara interior del muslo de ella, sabía que las manos le temblaban por el vibrar de los dedos contra su piel sin embargo no dijo nada. A pesar de sentir en ese momento el aire faltarle, calló.

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