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Epílogo. 23 de Junio de 2026.

Epílogo.

23 de Junio de 2026.

Vysenya.

*Luego de los eventos ocurridos en las novelas de los Vengadores en el perfil Marveltin24 *

Sonreí luego de que soplara las velitas de mi pastel, con ayuda de Vanya, mi hija, que había insistido. Había querido que Aidan también viniera, pero se había puesto demasiado tímido y no quiso acercarse, quedándose en brazos de Nat.

Todos los Vengadores, mi familia, habían organizado una fiesta para mí, a pesar de que había protestado que no la quería. No me gustaba festejar mi cumpleaños luego de lo que había pasado hacía diez años, no me gustaba festejar mi cumpleaños cuando Eira no estaba, cuando mi mechón era de color blanco y no verde. Pero igualmente sonreí, porque se habían esforzado mucho, y porque mis hijos tenían que querer festejar sus cumpleaños, porque a pesar de que a mí no me gustara, ellos deberían tomarlo como una fiesta genial, debían disfrutarlo.

Así que aplaudí, y mi pequeña Vanya aplaudió conmigo emocionada mientras repartían el pastel que Wanda y Visión habían preparado. Pietro vino con una sonrisa a darme un beso, y yo sonreí en sus labios, porque realmente estaba feliz. Luego vinieron mis otros hijos, y me estrujaron en un abrazo que me llenó de amor.

Mis hijos, la nueva tanda de Maximoff que habían aparecido, venían desde los más pequeños, los gemelos Vanya y Aidan, luego Carter, William, y por último, la mayor de mis hijos, Eira. Era preciosa. Todos lo eran.

Los hijos de Daisy y Bucky también estaban ahí y me saludaron, luego Trini, mi sobrina por parte de Wanda, y luego todos los demás. Mi hermano Alex, me abrazó con fuerza, sabiendo que era un día difícil para mí. Adoraba tenerlo conmigo, y verlo convertirse en un hombrecito guapo y hecho y derecho.

Scott y Daisy vinieron a hablar conmigo mientras comíamos pastel. Eran buenos amigos, y siempre estaban ahí para hablar conmigo. Pero ese día yo no estaba de humor, y lo notaron, ya que me dejaron sola.

Y yo me fui al balcón sin que nadie me viese.

Salí al balcón de la Torre Avenger y miré aquél cielo estrellado, con las manos sobre el barandal. Poco después, sentí como Pietro se acercaba por detrás. Sonreí mientras tocaba con la mano mi mechón. Sabía lo que me pasaba.

―¿No estás feliz con la fiesta? ―preguntó, preocupado.

Negué con la cabeza, sonriendo.

―No es eso. La fiesta me encanta, y me gusta que todo el mundo se divierta. Es solo... ―hice una pausa y miré las estrellas―. La extraño. No me gusta cumplir años sin ella.

Él sonrió y se acercó a abrazarme.

―Lo sé. ―No supo qué decir por un momento, y luego encontró las palabras perfectas, porque dijo―: Te amo.

Sonreí.

―Yo también.

Lo besé largo y tendido, sintiendo el amor que me inundaba por él, mientras me agarraba por la cintura.

Cuando nos separamos, el me abrazó por la espalda y colocó su barbilla sobre mi hombro, y nos quedamos mirando el cielo. Él depositó un beso en mi mejilla.

Y entonces pasó una estrella fugaz.

Sonreí.

―¿Qué deseaste? ―preguntó.