Capítulo 2

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Louis como todas las mañanas es el primero en despertar, ha lavado la ropa sucia, preparó el desayuno y alistado el almuerzo de Lottie.

-¡Pulga el desayuno esta listo!- Avisa, su voz se filtra a través de la puerta de la habitación de la menor.

-¡Ya voy!- Dice. -¡Y no me digas pulga!- Eso último lo hace reír, sabía que su hermana odiaba ese apodo pero amaba hacerla enojar.
Detiene su andar frente a la habitación de su madre, abre la puerta y la encuentra despierta cambiando los canales del televisor.

-Buenos días.- Saluda adentrándose a la habitación.

-Buenos días cariño.- Responde con una sonrisa.

-¿Qué tal dormiste?- Pregunta sentándose en la silla como la noche anterior.

-Muy bien cariño. Incluso me siento bien.- En su rostro se reflejaba. Eran esos días los que hacían que las esperanzas de que su madre venciera a la enfermedad aumentaran en Louis.

-Eso veo.- Responde. -El desayuno esta listo. ¿Quieres que lo suba?-

-Prefiero bajar, quiero desayunar con ambos ¿si?-

-Claro que si.- Se levanta de su asiento y la ayuda a incorporarse. Entrelazan sus brazos, salen de la habitación lentamente hasta llegar a las escaleras, una vez que están abajo se dirigen a la cocina.

-Gracias cariño.- Dice Jay ya sentada en el comedor de la cocina.

-Buenos días.- Saluda Lottie depositando un beso en la mejilla de su madre y sentándose a su lado.

-Buenos días.- Dicen al unísono.
Louis coloca frente a ellas un plato con fruta y yogurt natural, jugo de naranja recién hecho y pan tostado. Jay debía seguir una dieta especial, la cual sus hijos también seguían. Louis creía que no era justo que ellos comieran cosas que su madre no podía frente a ella. Lottie al principio se negaba a dejar de comer lo que le gustaba, hasta que su hermano hablo con ella y la hizo entrar en razón.
Mientras desayunan conversan tranquilamente, Lottie les cuenta de una chica nueva que se convirtió en su amiga y Louis habla sobre el trabajo y la posibilidad de un aumento.

-Lott sube a cepillarte los dientes, el autobús no tarda en llegar.- dice Louis.

-Ya vuelvo.- Se levanta de su lugar y sube rápidamente.

-¿Esta todo bien mamá?- Pregunta el castaño tomando los platos y dejándolos en el lavaplatos.

-Si hijo, todo bien.- Responde. Unos minutos más tarde el sonido de un claxon se hace escuchar, el ojiazul mira el reloj sobre el microondas. 6:30 am, justo a tiempo.

-¡Lottie el autobús llegó!- Avisa y segundos después su hermana aparece de nuevo.

-Nos vemos más tarde mamá.- Dice dejando un beso en su mejilla.

-Que tengas lindo día cielo.-

-Nos vemos hermanito.- Se acerca a él.

-Adiós Lott que... ¿Qué haces con eso?- Cuestiona y quita el beanie de la cabeza de la chica.

-Oh ¿cómo llegó a mi cabeza?-

-Charlotte.-

-Esta bien, lo tomé de tú habitación.- Confiesa.

-Te he dicho que no puedes tomarlo.-

-Sólo es un beanie.-

-No es cualquier beanie hija.- Interviene Jay. -Es especial para tú hermano.- Mira a su hijo y le regala una cálida sonrisa.

-¿Bien?- Dice no comprendiendo. -Nos vemos.- Acomoda su chaqueta y se marcha.

-No te molestes con ella Boo.- Dice una vez que la menor sale. -Debes admitir que es un beanie lindo.-

-Si, lo es pero... Es la única cosa que tengo de él.- Dice, se recarga en la barra y mira la prenda en sus manos. Los recuerdos llegan a su cabeza, cada que veía ese beanie lo hacían. El rizado fue una parte importante en su vida, lo sigue siendo a pesar de no verlo. Hubiese querido que estuviera a su lado cuando ocurrió lo de su madre, su compañía lo hubiera hecho menos doloroso.

-¿Sabes? Recuerdo que al día siguiente de que los Styles se fueran, le preguntaste a papá donde quedaba... ¿Como decías? ¡Ah si! "Unidos".- Dice y ambos ríen.
-No sabíamos que era " Unidos", hasta que comprendimos que te referías a Estados Unidos, tu padre tomo el globo terráqueo de su estudio y te mostró donde estaba Harry y donde estábamos nosotros. No dijiste nada, solo te levantaste del sofá y subiste a tu habitación. Cada noche, antes de irte a dormir, entrabas al estudio, tomabas el globo, depositabas un beso en los Estados Unidos y susurrabas "Buenas noches Hazza".- Una lágrima se escapa de los ojos del castaño. Recordaba eso, lo hacia cada noche sin falta.

-¿Crees que aún se acuerde de mi?- Pregunta limpiando sus ojos.

-Por supuesto. Te quiera mucho Lou y tú a él.-  Es verdad, lo quería de una manera que no podía explicar.

[...]

-Esa es la ultima caja.- Anuncia el pelirrojo.

-Bien, todo esta acomodado y listo para cuando mi familia llegue.- Dice Gemma bajando del banquillo donde se encontraba.

Cuando ambos supieron sobre el regreso de la familia de Gemma no pudieron evitar alegrarse, sobre todo la mayor de los hijos Styles.
La chica inmediatamente se ofreció a recibir muebles y demás cosas que sus padres y hermano mandarían. Decidió acomodar todo para que no se preocuparan de organizar la casa una vez que llegaran.

-Vayamos por algo de comer. Muero de hambre desde hace tres horas.- Dice John.

-Si vamos, solo deja me ir por mi bolso. Está en la cocina.- Se adentra a la habitación y segundos después sale con su bolso sobre el hombro. Toman sus abrigos y salen de la casa no sin antes cerrarla con llave.

Luego de unos minutos se encontraban en el centro de Londres en Connor's, un local de comida rápida que comenzaba a hacerse famoso. Ambos comían tranquilamente mientras hablaban de lo ansiosa que estaba Gemma porque su familia llegará, hace tiempo no los veía y volver a tenerlos cerca le encantaba.

-¿Sabes? Creí por un momento que tus padres no regresarían a Londres.- Comenta el pelirrojo llevando una papa frita a su boca.

-Papá extrañaba mucho aquí, era de esperarse que una vez retirado quisiera regresar.- Responde.

-Hay otra cosa que tampoco pensé que pasarian.-

-¿Qué?- Pregunta confundida.

-Que nuestra relación durara tanto.- Dice y la chica se sonroja.

A Gemma tampoco se le pasó por la mente eso, cuando se mudo a Estados Unidos con su familia creyó que ese seria el final de su noviazgo con John. Se conocieron a los 7 años y a los 10 comenzaron a andar. John no dejo que la distancia los afectara, visitaba a la chica en vacaciones, pues tenia familia allá, así que no había problema, cuando ambos tenían la edad para tener un celular, la llamaba a diario. Ahora viven juntos.

-Lo sé, pero siempre creía y confíe en lo que mamá decía.-

-¿Qué decía?-

-Cuando dos personas se aman no importa la distancia o el tiempo, lo que sienten ambos seguirá ahí. Y si se han separado, el destino se encargara de reunirlos una vez más.- Ambos se dedican una sonrisa, el pelirrojo se inclina hacia su novia y deposita un beso en sus labios.

Continúan comiendo y conversando amenamente, minutos más tarde la puerta del lugar se abre, un chico castaño entra al local y se dirige al área de empleados. Gemma no le toma importancia en se momento, hasta que lo ve frente a la caja registradora. Esos ojos, esa sonrisa, sabía que lo había visto anteriormente y solo existía una persona conocida que transmitía la alegría y paz que ese chico. Sus ojos se abren un poco y un nombre sale como un susurro de sus labios.

-Louis.-









My First Real Crush Was || LS ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora