VI

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Me metí a la ducha para probar un nuevo estilo de ducha, una ducha express de no más de dos minutos. El agua estaba tibia y corría libremente por mi cuerpo mojando desde mi cabeza hasta la punta de los pies, agarré el shampoo y comencé a masajear mi cabello, así aprovechaba de limpiar mi cara también con la espuma, luego me enjuagué, masajeé mi cabello con el bálsamo y mientras esperaba a que éste hiciera efecto puse jabón en la esponja y la froté por todo mi cuerpo, libremente, sin prisas. Cuando salí miré mi rostro en el espejo y se veía mucho más presentable que ¡Hace veinte minutos! Era tarde y yo desnuda con un chico esperándome, corrí hacia la pieza y noté que tenía todo desordenado, agarré la primera polera que encontré y la combiné con un short de Cris que estaba botado debajo de unas almohadas, mientras me maquillaba tomé el teléfono, nada, cero llamadas, cero mensajes, supuse que él también se había atrasado así que me calmé e hice mi ritual de maquillaje diario.

Media hora después de esto aún no recibía señales de vida de este surfista lesionado, fue ahí cuando opté por llamar yo.

- ¿Hola, André?

- ¿Sí, quién habla?.- De su lado se oían risas femeninas.

- Me has llamado tú esta mañana y luego no recuerdas quién soy, o sea, ¿qué onda?

- Era una broma abuelita.

- Ooh que tierno, llama a su abuela.- La mujer que estaba con él interrumpe.

- Abuelita, estoy ocupado ahora con unas amigas, la llamo a penas pueda.- Continúa sereno.

- ¿Qué?.- Estoy confundida.- André, soy Anto, ibas a pasar por mi hace un rato.

- Adiós abuela, más tarde la llamo.

¿Qué onda? Estoy confundida, me llama para cancelar pero para invitarme a otra opción, me apuro, lo llamo, me niega. Seguro llegó una chabacana antes que yo porque ella sí sabía en dónde él vivía entonces se olvidó de mi y se quedó con ella, se quedó con ella y se pusieron a conversar, a beber, se le insinuó, André la siguió, bebieron más, llamaron a más chabacanas y luego se besaron... ¡Qué hombre más puerco!

- Qué te apuesto que Anto está haciendo el ridículo ahí en la playa con el tal André.- La puerta se había abierto y entraban Cris y Benja, Cris prosiguió.- Ese hombre tenía algo que no me parecía bien para ella, era muy perfecto.

- Era como muy lindo, muy tonificado, cabello húmedo perfecto, tono de piel ideal... Ah, si fuese mujer me enamoraría de él yo también.

- ¿Si fueses mujer?, ¿Qué dices? Si hasta parece que a ti igual te quedó gustando.

- ¡Qué tonteras dices mujer! Tengo ojos para una sola ¡Sola! Es mujer.

- Supongo que de veras debe ser afortunada esa mujer, ¿no has pensado declarártele?

- Sí, pero tengo que pedirle ayuda a Anto, ella sabe dar buenos consejos de amor.

- Cuando llegue le decimos, ahora está ocupada con su asunto.

- En realidad no, yo estoy aquí.- Los dos me miraron con cara de sorpresa.

- ¿Ya llegaste?.- Cris puso cara de desepción.

- Es que nunca me fui, ese es el asunto.

- ¿No vino a buscarte? - Benja también cambió la cara pero él expresó enojo.

- No.- Nos sentamos en el sillón y les conté mi historia.

- Pucha amiga.- Cris intercambió miradas con Benja.- Ese tipo no era para ti, algo raro tenía, ¿Cierto Benja?

- Mh...

- ¡Benjamín! Responde lo que te he dicho.

- Mh... Sí, eso mismo, era como muy... No sé, en mi opinión muy nenita para sus cosas.

- ¿Nenita?.- Siento que me deformé completa al decir eso.- ¿Qué insinuas? Si estaba rodeado de mujeres cuando lo llamé.

- Sus amigas, de seguro se estaban pintando las uñas.

- No creo, Anto dijo que se escuchaban risas y además la llamó "abuelita".- Cris intervino, la idea de Benja no estaba descartada por completo, pero era poco probable.

Arena BlancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora