AITANA:
Sólo faltan dos días para que vuelva a casa. Para que coja un avión y deje a Miriam sola en Ablington. Suerte que faltan algo más de dos semanas para Navidad y, como nos hemos acostumbrado a hacer cada año, volver a casa. Las dos juntas, y Marta claro. Miriam ha estado con malestar durante las mañanas pero conforme iba avanzando el día se iba encontrando mejor y más ilusionada, es por eso que hemos aprovechado para informarnos sobre el embarazo y los bebés buscando por Internet, incluso hemos ido a buscar unos cuantos libros en la biblioteca y hemos comprado una revista sobre el tema, que aunque sean en inglés le irán bastante bien a la futura joven madre.
- Aiti, gracias por cuidarme tanto. - dice despertándome de mis pensamientos. - Pero ahora necesito que confíes en mí y me cuentes eso que te preocupa tanto desde que llegaste.
- Ay, como me conoces. Necesitaba contárselo a alguien pero aún no estaba preparada y tu motivo requería toda nuestra atención. Te agradezco que hayas respetado mi tiempo.
- Siempre, Aitana. ¡Venga, explícalo!
- Cuando llegué, mientras te hacías el test de embarazo, recibí un correo que no acabé de leer. Era de la discográfica.
- ¡Pero Aitana! - me corta - ¡Esto era importante! ¡La revisión hubiera podido esperar!
- Así lo decidí, tú me necesitabas. Vine aquí por ti, no por angustiarte con mis cosas.
- Pues, ya puedes estar sacando el móvil a ver que tenemos que celebrar. - la miro con mala cara, percibiendo que el mensaje que estoy abriendo no me traerá nada bueno.
Unos minutos de lectura son los que le hacen falta a Miriam para ponerse a gritar.
- ¡Aiti! ¡Que sí, que te han aceptado en su equipo! ¡Que se encargarán de llevarte a lo más alto del panorama musical! - no puedo evitar ponerme a reír y saltar imitando a mi amiga, que aunque sea prácticamente imposible está más contenta que yo con la decisión que ha tomado la productora.
Al correo formal me informan que se adaptarán a fin de que pueda concluir los meses que me quedan de estudios mientras comienzan a promocionar mi música. Vaya, que apuestan por mí y yo todavía no me lo creo. El que a partir de ahora será mi representante me cuenta que durante las próximas semanas me reuniré con compositores y productores que revisarán mis canciones ya creadas para llevarlas a la perfección, y que lo antes posible se encargarían de sacar a la luz mi primera producción.
- ¡Miriam, las dos vamos a ser mamas! ¡Tú de un precioso hijo o hija y yo de una canción! - ella se ríe por mi ocurrencia y yo pienso que la alegría que llevamos acumulando los últimos días se me ha subido a la cabeza.
Mientras Miriam se lleva a Lola en la cocina para darle la comida ya que hacía rato que maullaba pidiendo, yo aprovecho para ponerme en contacto con mi representante para establecer el día para firmar el contrato y ponerse a trabajar. La respuesta no tarda en llegar y dice que, aunque tenía miedo de que no me pronunciara se alegra que lo haya hecho y que tiene muchas ganas de trabajar conmigo y enseñar todo lo que puedo conseguir al mundo. Explicándole los motivos de mi ausencia me dice que lo primero es la familia pero que la próxima semana, para ir bien, deberíamos vernos.
Cuando mi amiga, aún con los ojos iluminados debido a la noticia, vuelve a sentarse en el sofá cojo aire dispuesta a relatarle mi segunda preocupación, ahora que la otra se ha convertido en plena felicidad.
- Realmente ahora te explicaré mi verdadera inquietud. Creo que Cepeda ha vuelto, bueno ha vuelto y ya está.
- ¿Cómo? - dice extrañada. Cepeda desapareció antes de empezar segundo de bachillerato. Evidentemente no desapareció sino que su familia se fue del pueblo. Algunos dicen que sus padres habían encontrado trabajo en una multinacional muy importante de Madrid, otros que la madre se había puesto gravemente enferma y que ahora vivían en una lujosa casa junto a uno de los hospitales más reconocidos, y finalmente había algunos que decían que él mismo había arrastrado fuera del pueblo a su familia por mi culpa. Yo no me había culpado en ningún momento, gracias a mis amigos que estuvieron en todo momento a mi lado y me hicieron ver que yo no había hecho nada mal. Pregunté más de una vez, directa e indirectamente, a Roi si sabía la verdad pero recibí siempre negativas por su parte. Yo nunca me llegué a creer todo lo que decían por allí.
- El domingo fui a trabajar, estaba lleno como cada día. Hablando de eso, tendré que decirle a Jesús que me voy, ¿no? Ay, lo siento pobre... ahora que me había ampliado el contrato...
- ¿A sí? - pregunta, pero rápidamente sacude su cabeza - ¡Aitana! ¡No te despistes y me cambies de tema!
- ¡Ay perdón! Pues eso, yo estaba concentrada hasta que lo vi, me costó un poco reconocerlo del todo, pero sus ojos oscuros eran inconfundibles y cuando conseguí desconectar los míos de los suyos vi que era él.
- ¿Hablasteis?
- Al bajar del escenario quería acercarme, ver que realmente era Cepeda, que no era ningún sueño. Pero Marta y Miguel me pararon y seguidamente recibí tus mensajes y me fui.
- Quizás no era él...
- ¡Sí! - grito, le pido perdón con la mirada y ella me acaricia la mano con la que no cojo el móvil, en este busco la fotografía que vi antes de recibir el correo de la discográfica. - Mira, soy yo, es ese día y es su Instagram.
- ¿Aún le sigues?
- La verdad es que no sabía que lo hiciera, pero dejó de publicar y no pensé en borrarlo.
- Pues ahora tenemos claro que ha vuelto, y realmente su habilidad haciendo fotografías ha mejorado. Sales guapísima.
- Miriam... No me estás ayudando mucho por no decir nada...
- ¡Ay hija! - dice dándome un beso en la mejilla - Yo de ti... intentaría contactar con él, preguntarle porque ha vuelto después de cinco años.
- Representa que estoy enfadada y dolida con él, ¿y ahora él vuelve y lo primero que hago es buscarlo? No.
- Aitana, siempre has querido solucionar las cosas con él. Aunque ahora le digas Cepeda. Tú siempre has sido de las que dan una segunda oportunidad y en aquella ocasión li lo dejaste que te diera una explicación. Erais magia.
- Cuando vuelva a Barcelona ya veré lo que hago...
¡Y aquí el capítulo de la semana!
¿Qué os parece la situación que ahora viven nuestras protagonistas?
Aunque todavía falta un poco de tiempo para ver a Miriam ejerciendo de madre, ¿qué os gustaría que fuera el bebé que espera, un niño o una niña?
Podéis dejarme vuestras impresiones e hipótesis por aquí. Os dejo también mi Twitter @Lia150008 por si queréis decirme cualquier cosa.
¡Gracias por cada lectura, estrella y comentario! ¡Tanto aquí como en la primera parte!
Lia
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Procuro olvidarte
RomanceEsta es la segunda parte de "MI REINO", que podéis encontrar en mi perfil. Recomiendo leer la primera parte para seguir al máximo esta historia. ... Después de terminar segundo de bachillerato Aitana se marchó de ese pueblo de Galicia donde había vi...