AITANA:
Mi sonrisa aumenta cuando el presentador de la emisora de radio que suena en mi coche anuncia la canción que ahora suena en todas partes. Febrero comienza helando las calles, la poca gente que se ha atrevido a salir a pasear por la ciudad parece que camine a ritmo de "Vas a Quedarte".
Me emociono al oír que mi canción se ha dado paso entre los primeros puestos de la lista de canciones del país. Con sólo dos semanas en el mercado el recibimiento ha sido muy importante y el videoclip ya cuenta con más de las visualizaciones que me esperaba. El hecho de grabar la canción, que en un principio iba a ser en mi lengua materna, en castellano ha hecho que mi introducción al mundo de la música sea más fácil y las miles de personas que ahora me empiezan a seguir pidan día a día nueva música. Sé que es difícil hacerte un lugar en este mundo pero no me esperaba que fuera tan rápido, siendo sincera ni la discográfica lo hacía. Pero que esta se haya esforzado en todo lo posible para darme a conocer a hecho que ahora esté donde estoy.
Aparco el coche en el primer lugar vacío que encuentro y que coincide en ser delante de la entrada al restaurante. Tras pasarme más de cuatro horas encerrada al estudio con mí productor me ha ido muy bien recibir su invitación a comer. Se levanta sólo verme y se acerca a mí para dejarme un beso muy cerca de mis labios pero sin tocarlos.
Durante las casi dos horas que estamos compartiendo mesa son muchos los temas que tratamos, que ha sido de nosotros durante todos estos años, mi trabajo y mi "boom" en el mercado musical, su trabajo y su casi inminente traslado laboral a Madrid, también hablamos del embarazo de nuestra amiga que colgando una foto donde ya se empieza a notar la barriga al Instagram ha hecho que todos los que estamos aquí lo sepamos, los muchos que aún no lo sabían claro.
Las cuatro gotas que caen cuando salimos del local nos hacen temblar pero no cambian nuestro plan de pasear un rato hasta el Parc de la Ciutadella que queda realmente bastante cerca. Sólo nos cruzamos con una pareja paseando con un cochecito, nuestros cuerpos se acercan para evitar que el viento helado cale más hondo.
No sé muy bien lo que nos hace detenernos a la vez, tal vez las ganas de establecer contacto corporal o simplemente visual, pero lo hacemos, quedándonos en medio de un precioso sendero que en primavera estará rodeado de mil colores. Su mano no tarda en situarse en mi mejilla segundos después de establecer un vínculo entre nuestros ojos.
- Luis... - digo entrecerrando los ojos.
- Sabes que te he echado de menos Aiti... - asiento ahora mirándolo a sus ojos oscuros que conjuntan con el cielo que hace hoy. - Nos alejamos por un malentendido.
- Podríamos volver a intentarlo... No. No quiero ponerte dentro de esto. - me mira bastante confundido - Estoy empezando en un mundo demasiado difícil Luis, y no quiero ponerte en medio de todo lo que ello pueda ocasionar... - levanta mi cara que ahora mira hacia nuestros pies con su mano.
- Aitana... quiero estar contigo, lo quería hace cinco años, lo he querido durante todos estos años y lo quiero ahora.
- Pero aquella vez todo se estropeó por una tontería de niños pequeños.
- Y ahora ya no lo somos, las cosas se hablan y se solucionan. Ahora sabemos que no podemos cometer un error como ese.
- Prométeme que esta vez todo irá bien.
- No puedo prometerte algo así... - vuelvo a ocultar mi mirada pero la levanto rápidamente porque en este momento sólo lo necesito a él. - ¿Lo intentamos, los dos juntos?
- Los dos juntos - Y finalmente después de dos meses y muchos mensajes a altas horas de la madrugada nuestros labios se encuentran haciendo latir nuestros corazones en la misma sintonía.
...
Las gotas cada vez más fuertes nos han hecho deshacer nuestro camino y refugiarnos en mi coche, el centro comercial más cercano ha sido nuestra elección para acabar de pasar esta tarde de sábado. Paseamos observando los escaparates de las cientos de tiendas que se encuentran en este recinto, una de las muchas personas que vuelta por allí me aparta bruscamente de su camino para no perder al niño de cinco años que hay cuatro pasos delante de él. Este gesto hace que el metro que me separaba de Luis pase a ser tan solo un centímetro y él lo aprovecha para enlazar nuestros dedos, sonrío y apoyo mi cabeza en su hombro sólo unos instantes sin dejar de caminar.
Con dos bolsas ya en nuestras manos nos dirigimos hacía el parking con la intensión de terminar el día con una película en el sofá de su casa. Sin embargo, antes de poder avanzar diez pasos un grito pronunciando mi nombre me hace parar. Dos chicas de no más de quince años se acercan hacia nosotros, intento averiguar quiénes son pero no lo consigo, miro a Luis y veo como sonríe así que parece que él si las conoce.
- Eres Aitana, ¿no? - me pregunta una de las dos chicas, la otra espera pacientemente mi respuesta un paso más alejada. Así que asiento esperando que me expliquen quiénes son, pero sus gritos emocionados llegan antes que las respuestas a mis preguntas internas, Luis permanece quieto a mi lado sin borrar la sonrisa - ¡Nos encanta tu canción y estamos impacientes por escuchar tu disco! ¿Nos podemos hacer una foto contigo? Nuestras amigas van a flipar- y con esta pregunta resuelvo todas mis dudas y una sonrisa llena de emoción aparece en mi rostro, son las primeras "fans" que me paran por la calle y por fin conozco la extraña pero hermosa sensación que te hace sentir eso.
- ¡Claro, chicas! ¡Y muchas gracias por el recibimiento a mi "single"! ¡Tengo muchas ganas de enseñaros las cosas que estoy preparando!
...
Tumbados ya en el sofá de Luis esperamos al repartidor de pizzas y las palomitas que aún dan vueltas en el microondas. Mirando mis redes sociales, ahora ya preestablecidas como persona pública, encuentro la foto que me ha hecho Luis con las dos chicas y se la enseño. Los dos miramos el montón de comentarios que ha recibido la chica que lo ha colgado explicando el encuentro conmigo hace una hora.
...
CEPEDA:
Cuando salen los créditos finales de la película Aitana cierra los ojos quedándose profundamente dormida casi al instante, las largas horas al estudio y toda la tarde sin parar son lo que lo ha provocado. No puedo evitar esbozar una sonrisa por volverla a tener a mi lado, ver en lo que se ha convertido y todo lo que está consiguiendo, en poder volver a compartir mi vida con ella, poder volver a probar sus labios. Y no puedo evitar murmurar al oído antes de taparla con una manta encima de mi cama un:
- Te lo prometo.
Como dice el capítulo "Todo irá bien". Tenía previsto subir más temprano el capítulo pero el ambiente que había en los balcones de mi calle esta tarde no me lo ha permitido. ¿Cómo estáis pasando el confinamiento? ¡Que ya es finde! Y aunque estemos en casa... que más que hacerlo un poco más ameno.
Pues Aiti y Luis vuelven a estar "juntos". ¿Qué os parece?
Espero que os esté gustando, os leo en comentarios y en mensajes, que ya sabéis que me encanta leeros y saber vuestras opiniones. También me podéis encontrar en Twitter: @Lia150008.
Lia

ESTÁS LEYENDO
Procuro olvidarte
RomanceEsta es la segunda parte de "MI REINO", que podéis encontrar en mi perfil. Recomiendo leer la primera parte para seguir al máximo esta historia. ... Después de terminar segundo de bachillerato Aitana se marchó de ese pueblo de Galicia donde había vi...