AITANA:
Cierro los ojos y suspiro antes de sentir como el tren se detiene en la estación después de unas largas horas de viaje. Cojo con fuerza la enorme maleta que me acompaña y me intento hacer lugar entre los muchos pasajeros que intentan bajar con prisas. Cuando por fin cruzo la puerta de la famosa "Estación de Atocha" me doy cuenta que he comenzado una nueva vida, aunque realmente hace un par de meses que inició mi carrera musical. Un grupo de jóvenes me espera pidiéndome fotografías y autógrafos y deseándome mucha suerte en esta nueva etapa. Justamente enfrente de la parada de taxis hay también una cámara esperándome y un chico con un micrófono en la mano que me solicita una breve entrevista. Dos minutos después ya estoy dentro del taxi y sólo escucho como me felicita por el disco que hoy a las doce verá la luz.
Abro la puerta de mi nuevo piso, me da la bienvenida un olor a vainilla y mis cosas ya están colocadas en cada rincón. Las fotografías me hacen volver al pueblo o recordar la sonrisa de Miriam y Marta, una de mis bufandas puesta en el perchero de la entrada me hace recordar el frío que en este mes de abril aún se hace presente, en cambio, las claves encima del mueble me avisan que él ya está en casa. En la nuestra.
- ¡Amor! - grita cuando me ve aparecer por el pasillo.
- ¡Por fin estoy aquí! - digo refugiándome entre sus brazos y escondiendo la cabeza en su cuello para inspirar su aroma. - Me encanta como has decorado la casa.
- ¿De verdad? - me levanta un poco la cabeza para hacer contacto visual y cuando asiento junta, por fin, nuestros labios.
Quizás las casi dos semanas que hemos pasado separados hace que nuestros cuerpos se mantengan más juntos que nunca. Nuestras manos no pueden estar quietas y las caricias empiezan tocar cada vez más piel haciendo que el calor aumente en el ambiente notablemente. Sus labios se desplazan hasta mi cuello y sólo se separan cuando mis manos hacen fuerza para sacar la camiseta básica que hasta ese momento él llevaba.
Rápidamente él hace lo mismo con mi jersey y coloca sus manos en la parte baja de mi espalda. Sin ni siquiera darme cuenta nos vamos desplazando hasta llegar a nuestra habitación para estrenar por primera vez nuestra cama. Y que bien suena decir nuestra. Esta vez cuesta un poco más retirar la ropa que empieza a molestar, mis manos nerviosas y ansiosas se envuelven para desabrochar el botón de sus pantalones y las suyas lo hacen en el momento de desabrochar mi sujetador. Finalmente, un par de caricias más tarde para amenizar el rato de espera ya no nos molesta ninguna prenda.
Sus manos acarician cada rincón de mi piel con deseo y las mías tampoco no se quedan atrás deseando no perder la partida. El silencio que hasta instantes antes habitaba en toda la casa se ve roto por los suspiros que empiezan a salir por nuestras bocas y que sólo son callados cuando éstas hacen contacto entre ellas. Un suspiro más fuerte que los anteriores sale fugazmente de dentro de mí haciéndolo reír cuando sus labios empiezan a recorrerme. Minutos después tengo la necesidad de cambiar los papeles quedándome yo sobre él.
Cuando nuestras manos y nuestros labios parecen volver a recordar cada milímetro de nuestra piel es cuando finalmente nos convertimos en uno, explotando de amor y pasión instantes después.
CEPEDA:
Envuelto con las sábanas observo sus facciones angelicales igual que ella lo hace conmigo. Volver a juntar nuestras vidas es lo que me hace más ilusión de esta nueva etapa. Pero nuestro contacto visual se ve interrumpido por el sonido distante de su móvil. Vuelve a entrar sin ninguna pieza tapando su cuerpo y con el móvil entre sus dedos.
- Dime Olga... Lo entiendo... No, tranquila. Me va bien... Diez minutos... ¿No mucho? De acuerdo. - es todo lo que escucho de la pequeña conversación que ha mantenido. - Tengo que marcharme, la discográfica - me señala - Será breve y volveré antes de que me eches de menos. - Asiento sin quejarme porque sabía cómo sería la vida con ella a partir de ahora y acepto de buen gusto el beso que me da en los labios y la caricia que me deja en mi pelo alborotado y sudado, por su culpa.
Cuando escucho la puerta me levanto y me visto decentemente, abro los grandes ventanales que dejan ver una de las calles más emblemáticas de Madrid para que pase el aire y se lleve todo el calor que hace unos minutos se ha creado aquí dentro. Aprovecho y salgo al balcón donde el aire me enfría rápidamente las mejillas notando el contraste de temperatura. Noto como el ruido de los coches y de la gente es bastante elevado, pero siendo un jueves a las siete de la tarde no me extraña.
Tengo una sensación desconocida dentro de mí, una nueva vida lejos de todo lo que conocía y conocemos hasta ahora, una misma persona, yo el mismo trabajo, ella un nuevo mundo. Una casa con todos nuestros recuerdos juntos. Sonrío al recordar su comentario halagador minutos después de ver como durante semanas he ido decorando cada rincón de esta casa. Haciéndola a su gusto, a nuestro gusto.
Hace un par de semanas que yo realizaba el mismo recorrido que ella ha hecho hoy, yo en cambio cuando entré no me esperaba nadie y todo estaba vacío. Mis cosas, junto con las suyas, fueron llegando poco a poco y yo las fui colocando cuidadosamente para crear un espacio cálido y familiar.
Siento una sensación desconocida pero no puedo ser más feliz ahora mismo. Y menos cuando la chica que he querido toda la vida vuelve a abrir la puerta de casa con la ilusión de estrenarse, ahora sí, en el mundo que ella desea.
Y como hace un par de horas nuestros labios vuelven a encontrarse.
...
Sólo unos minutos nos separan del viernes, los mismos para que "Spoiler" esté disponible en todas las plataformas. Estoy nervioso, pero al lado de Aiti no lo parece, hace rato que se muerde las uñas y de sus labios ya sale alguna gota de sangre que me apresuro a limpiar con mis dedos. Me sonríe. Consulta las redes emocionada por la ilusión y las ganas que muestran sus fans.
Y finalmente las doce saltan y yo lo hago sobre suya llenándola de besos. Ella ríe y yo me deshago aún más de amor.
- Enhorabuena, amor. Te lo mereces más que nadie. Has demostrado que los sueños se pueden conseguir con ganas y dedicación, y estoy seguro que lo seguirás haciendo. - y seguidamente es ella la que me colma de besos.
Y dejando que el móvil se llene de notificaciones debido al gran recibimiento de su primer disco, nosotros nos volvemos a fundir en nuestro mundo particular. Allí donde realmente somos libres, siendo sólo uno.
Pues ya tenemos a Luis y Aiti empezando una nueva vida, y otra vez de la mano. ¿Cómo les irá por Madrid?
Por otro lado, tenemos a Miri y Roi que están a punto de descubrir que están esperando. ¿Os atrevéis a apostar?
Espero que estéis todas y todos muy bien, y mando mucho ánimo, fuerza y besos a todo aquel que lo necesite.
Finalmente os doy las gracias por estar otro día aquí, espero que os esté gustando, os leo en comentarios y en mensajes, que ya sabéis que me encanta leeros y saber vuestras opiniones. También me podéis encontrar en Twitter: @Lia150008.
Nos vemos dentro de muy poquito,
Lia.

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Procuro olvidarte
RomanceEsta es la segunda parte de "MI REINO", que podéis encontrar en mi perfil. Recomiendo leer la primera parte para seguir al máximo esta historia. ... Después de terminar segundo de bachillerato Aitana se marchó de ese pueblo de Galicia donde había vi...