El sentir del cambio [COMPLETA]

CAPÍTULO XXVIII

Philiph

Me sentía tan desesperado que estaba al borde del colapso ¿cómo estarían los niños?

Katherine aseguró que se iría conmigo aún sin que avisara a sus padres quienes no contestaban sus llamadas y pude notar en su mirada que eso le preocupaba, pero también noté su preocupación ante su amiga, ella denotaba lealtad por cada poro de su piel, se notaba por qué Gabriela la apreciaba tanto.

El camino al aeropuerto fue realmente incómodo, ninguno habló y la tensión era casi palpable, además del calor infernal, Guatemala podría ser hermoso en muchos aspectos pero la alta temperatura era casi insoportable. Al llegar al aeropuerto comencé a sentirnos observados o quizás no era a mí, sino a Katherine, pero mi desespero era tan grande que lo dejé pasar—grave error— dejaron que abordáramos el avión en paz el dilema vino cuando bajamos del avión y estábamos a punto de montar un taxi tomaron a Katherine de la mochila y la trataron de alejar de mí—idealicé el plan que se traían, pero no podía dejarla sola— la tomé del brazo y la arrastré a un baño, sabía que ellos venían detrás nuestro así que no perdí el tiempo.

—Katherine, necesito que te quedes aquí al menos veinte minutos, tomaré tu forma y dejaré que me lleven con ellos, tú debes de ir por los niños, sé que estarán bien contigo y no dejaré que te hagan daño, te conocen a ti, a mi no— ella me observaba aconjonada, aún saliendo del susto que aquellos hombres le habían ocasionado, con un ademán me hizo saber que estaba de acuerdo conmigo y tomando su forma salí con la cabeza gacha.

Justo como lo predije ellos la esperaban junto a un grupo de personas para pasar desapercibidos, en un momento de "distracción" de mi parte, me tomaron por el brazo y me susurraron al oído

—vuelves a correr y tus papis no la cuentan— lo que me temía, tenían a los padres de Katherine. Observé a mis ahora captores, una pareja, tratando de hacerse pasar como "los padres que llegan a recoger a su hija" me hicieron entrar a una camioneta y me pidieron permanecer en silencio.

Al llegar al lugar donde me tendrían, antes de bajar de la camioneta hicieron una llamada.

—sí... La tenemos... bajó del avión con un sujeto... la atrapamos sola... No ha hablado desde que la atrapamos... Ajá... Estamos fuera... —volteó a verme, estrujándome por completo— está bien.— y la llamada fue finalizada— cubrele la cabeza, le dijo a la mujer, esta me cubrió con un saco la cabeza, todo se tornó oscuro, pero no se escuchaban autos, solo nuestros pasos ¿qué pasaría con las personas vecinas? Sentí una mano algo delgada sobre mi hombro que me hizo parar mi paso.

—hey— era la voz de otro hombre— ¿a dónde llevan a la joven?—sentí como la mano de la mujer apretaba con más fuerza mi hombro—

—Perdone, no tengo por qué darle ninguna explicación a usted— con desdén uno de mis captores se dirigió al hombre en cuestión.

—Con todo respeto, claro que me lo debe...— hubo unos momentos en donde solo me tomaron por la mano ¿qué tramaban?— Soy el detective Sáenz, estoy encargado del Caso de la desaparición de Gabriela Michelle Arellano Rodriguez y por lo que veo llevan a una joven de edad similar a la desaparecida y demando una explicación — intenté no reír, el detective tenía un buen argumento, y mis captores no lograban encontrar una buena excusa hasta que la mujer habló.

—oh, perdone detective Sáenz, soy Linda y él es mi esposo Bob, y esta joven es nuestra hija Katherine, le tenemos una sorpresa— lo último lo dijo con más entusiasmo