CAPÍTULO XXXIV

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Philiph

Me sentía demasiado impaciente, Jeannete y Evan seguían en casa y yo necesitaba llevarme a Gabriela.

Escuché voces en la cocina y me acerqué, eran Evan y la sirvienta, esa que cuidaba de Gabriela cuando él llegaba, hablaban en susurros, pero los escuchaba claro.

—Puede ser muy peligroso mi niño.

—Lo sé, pero no soporto verla en ese modo, tú viste como la encontré — sonaba exasperado.

—Esta vez si pasó el límite, lo sé pero... Si los descubren será caótico, ella no te lo perdonaría, es una mujer muy celosa y dado a que tus atenciones no son para ella, trata de dañar a Gabriela en venganza...

— y ¿qué quieres que haga? Es a mi hija a la que vengo a ver, no quiere tener nada que ver con Jeannete, tengo a la mujer que amo y me espera con mis hijos.

—Muy bien, les pediré ayuda a los hombres que están afuera, voy a alertar a Alvaro sobre el cuerpo que vi en la habitación y eso hará que la llame y salga de acá, eso les dará tiempo de escapar, ella te dejará a cargo, confía ciegamente en ti—

—Muy bien, ve y llamale yo veré como entretener a Jeannete.

Ambos se retiraron a hacer lo que tenían planeado y yo seguí en mi escondite, si algo les fallaba en el plan yo les ayudaría a que se ejecutara.

Como la mujer que identifiqué como Bertita todo iba de acuerdo al plan, llamó a Alvaro y este le llamó a Jeannete y estos comenzaron a discutir, ella se disculpó con Evan prometiendo que regresaría pronto diciendo que "el estúpido de su marido estaba histérico y necesitaba verla" pero antes de irse le gritó con furia a Berta y le dijo que recogiera todas sus cosas, pues estaba despedida.

La mujer sin rechistar comenzó a recoger las pocas cosas que
tenía, pero le dijo a la señora que compraría las cosas necesarias para que quedara todo en orden antes de marcharse; Jeannete no protestó y se fue. Minutos más tarde Berta se fue junto a los hombres que custodiaban la casa.

Vi a Evan correr al cuarto de Gabriela y minutos más tarde salir con ella prácticamente arrastrada. Se notaba cuánto daño le había propinado "la muerte" de su mejor amiga, pues lucía pérdida y sin ganas de luchar, ni siquiera se podía ver vida en sus ojos, ahora nada más la carcasa de lo que algún día fue.

Los seguí de cerca y me encargué de dejar despejado una pequeña construcción y al darme cuenta que estaba abandonada volví a esconderme. Los vi descansar, Evan habló por teléfono con Berta y esta le dijo que cuando llegó solo dejó lo que compró y los guardianes quedaron fuera, así que no estaría para ver la reacción de Jeannete y se alegraba por ello.

Ellos no verían su reacción pero yo sí.

***

Dejé a Evan y Gabriela y volví a la casa de los Altamirano, y lo que encontré fue a una Jeannete serena, se arreglaba el cabello y retocaba su maquillaje. Entró erguida y confiada a su casa y al ver que no había nadie esperándola comenzó a ponerse furiosa, la rabia se le notaba por cualquier lado que se viera; salió y tomó su celular, pareciera que llamaba a alguien y con frustración zapateaba.

Seguí a Jeannete por todo los lugares que creyó poder encontrarlos. Luego su mirada se vislumbró con malicia y la vi escribir algo en su teléfono —presentía que la seguía — me alejé un poco y cuando voltee de nuevo ella ya no estaba. La busqué como un loco y luego de casi veinte minutos la encontré saliendo de una tienda, salía con una peluca a la altura del mentón color violeta oscuro y un vestido playero con flores amarillas, guardaba algo en su cartera y observaba a todos lados y al estar confiada se marchó.

Me alertó verla caminar tan confiada y ver que no soltaba su celular y escribía con precisión, levantó su vista hacia el frente y en su rostro se formó una sonrisa con un toque de malicia, dirige mi atención al mismo punto que ella y vi a Evan que corría detrás de Gabriela y esta se dirigía a la playa, a la cabaña...

***


Jeannete se movia a paso firme detrás de ellos, pero vi como un auto se estacionaba cerca de ella. Alvaro bajo a paso apresurado y tomó a Jeannete por los hombros y la sacudió, luego observó a todos lados y al notar que encontraba desierto comenzó a gritarle.

— ¡¿cómo se te ocurre dejarla sola con él?! Eres una imbécil — Alvaro estaba furioso.

— Pues nada más se me ocurrió y ya. —dijo lo más serena del mundo.

— y ¿por qué estás tan tranquila y campante? ¡se la llevó!—

—Sí, se la llevó y de seguro lo está guiando a donde tiene al maldito bastardo, así que, cierra la maldita boca y vamos por ellos antes de que los perdamos de vista— Alvaro no protestó y fueron detrás de ellos.

Iba a una distancia prudente y esperaba que todo no se saliera de control y rogaba porque Katherine haya encontrado el refugio subterráneo y no se encontraran en la planta alta.

Cuando logré llegar a ellos vi que estaban en plena riña y Gabriela estaba levantándose del suelo, vi como ella tomaba el fierro cercano a la chimenea y arremetía contra Jeannete propinandole un golpe con este en la cabeza, Alvaro se lo arrebato y yo corrí y empujé a Evan y este se llevó a Gabriela al suelo de nuevo.

Sentí un dolor fuerte en mi espalda, del lado izquierdo, pronto el oxígeno me faltaba y sentí algo húmedo recorrer mi espalda, cada vez se sentía más doloroso y mis piernas flaquearon llevándome al suelo, escuché como Gabriela se levantaba del suelo y gritaba luego sentí como me tomaba en sus brazos, mientras yo me desvanecía.


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Holi 👀

Je,je no esto ya lo tenía planeado desde hacia mucho así que sorry

El sentir del cambio [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora