Combinados (Nobita x todos)

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La mañana transcurrió como la anterior, claro que para Luka el levantarse temprano no le era un problema para poder esperarlo un poco más allá de la casa, solía levantarse temprano para ayudar a sus hermanos, solo que la diferencia ahora era que iría a la escuela para pasar más tiempo con el azabache.

Las horas de clase pasaban normal, cuando ya era hora de ir a casa Takeshi propuso ir a jugar Béisbol a lo que todos aceptaron en ir.
Todos regresaron a sus casas para poder avisar que jugarían para así luego de un par de minutos ya todos estaban reunidos en el descampado.

Entre risas estaban jugando hasta que por parte de Nobita no lograba atrapar la pelota a lo que le vino quejas encima de Takeshi y Suneo, luego seguían jugando hasta que la pelota llego a caerle en la cara a Nobita provocando que se cayera hacia atrás ensuciándose y que le sangrara un poco la nariz por el golpe.

– Ay... Que golpe – Decía adolorido mientras se llevó ambas manos al rostro, quitándose primero el guante antes claro.

– Vamos Nobita! Si vas a estar holgazaneando mejor no juegues! – Hablo Takeshi.

– Si eso, lo único que haces es que perdamos, vete a casa Nobita! – Continuo Suneo.

A todo esto Nobita frunció el ceño mientras se levantaba de donde estaba con ayuda de Luka que se acercó a él.

– Ya basta chicos! No ven que Nobita se ha hecho daño? – Shizuka con su ceño fruncido se dirigió a los dos. 

– Él tiene la culpa por ser tan torpe – Se excusó Takeshi cruzándose de brazos. 

– Sera mejor que me valla a casa.. – Hablo Nobita para Shizuka, no iba a dirigirle la palabra a Gigante ni a Suneo. 

– Esta bien.. Puedo acompañarte si quieres – Respondió Shizuka. 

– No te preocupes, nos vemos mañana Shizuka – Le sonrió levemente para darse la vuela.

Ahora Nobita junto con Luka se encontraban regresando a casa.

– ¿Te duele mucho, Nobita? – Pregunto Luka. 

– Solo me arde... – El azabache seguía con sus manos en su nariz. 

– Ojala hubiera evitado que te golpeara la pelota – Dijo el contrario mirando al frente sintiéndose mal. 

– ¿Eh? No te preocupes, suelen pasarme estas cosas por ser torpe – rio un poco volteándose a verlo para luego mirar al frente.

Luka no dio respuesta hasta que llegaron a casa, subieron a la habitación de Nobita y al estar ahí, Luka se dispuso a curar la herida de Nobita, se sentaron en medio de la habitación y mientras Nobita tenía cerrado sus ojos Luka le limpiaba la sangre con cuidado.

– Luka... – Dijo Nobita con una sonrisa mientras aún tenía los ojos cerrados y se dejaba curar por el anterior mencionado. 

– ¿Si? – A pesar de que el de lentes tuviera los ojos cerrados alzo su mirada para verle. 

– Gracias – 

– ¿Eh? ¿Por qué? – Confundido dejo de hacer lo que estaba haciendo y solo tenía una mano en la mejilla del azabache mientras la otra estaba sujetando algodón. 

– Por preocuparte por mí, por estar conmigo ahora – Lo decía con toda seguridad. 

– ... – Nobita no lo veía, pero ahora las mejillas de Luka ardían y sus ojos brillaban por aquellas palabras tan lindas que siempre decía.

Luka se mordió el labio ligeramente y se empezó a inclinar hacia adelante con cuidado y lentitud, aprovechando que Nobita tenía los ojos cerrados este no notaria su acercamiento, se acercó a su rostro ya abriendo su boca con lentitud, acercando sus labios junto a los de él, su corazón latía muy rápido en ese momento por los pocos centímetros que estaba de los labios del contrario hasta que una voz se hizo presente.

– Nobita! – Dijo Doraemon con una sonrisa apareciendo del cajón del escritorio. – ¿Ah? ¿Luka estas bien? Te ves todo rojo – Dijo confundido pues el mencionado estaba ahora apegado a la pared asustado y alterado, sin mencionar que parecía un tomate.