Combinados (Nobita x todos)

8

Apenas entro a su casa, fue directamente a su habitación y vio a Luka, Kukuru y Doraemon sentados en el suelo, se voltearon a verle apenas entro.

– Al fin regresas, ya tenemos que ir a la casa de Shizuka, te estábamos esperando... ¿Y el regalo? – Pregunto Doraemon mientras se levantaba junto a los demás.

– Sobre eso... – Rio un poco nervioso, para luego pasar saliva estando decidido y acercarse a este. – ¿Me podrías prestar el duplicador de cuerpos? Necesito hacer algo, luego los alcanzo – Decía con preocupación en su rostro mirando a su azulado amigo.

– ¿El duplicador de cuerpos? –Arqueo una ceja Doraemon confundido. – ¿Para qué lo quieres? ¿Qué paso? – Volvió a preguntar extrañado.

– Luego te lo explico, cuando acabe iré a la casa de Shizuka con el regalo, te lo prometo – Insistió mirándolo.

Doraemon dudo por un momento para luego suspirar y sacar el aparato entregándoselo a Nobita preocupado. – Aquí tienes, no tardes, te veremos ahí entonces – No estaba muy seguro de lo que podría hacer Nobita, pero quería confiar en él.

– Gracias! Regresare enseguida, nos vemos chicos! – Miro a los demás para luego salir de su habitación, corriendo, colocarse los zapatos rápido y salir ahora de su casa.

Mientras Doraemon se quedó con Luka y Kukuru, los tres ya estaban partiendo hacia la casa de Shizuka, cosa que llegaron en poco tiempo y avisaron que Nobita vendría luego pero que no tardaría.

Nobita busco a la pareja por donde antes los había visto, y para su suerte, estos se habían quedado en el descampado a charlar, Nobita rápidamente se disparó con el duplicador de cuerpos y como era de esperar, una réplica de Nobita apareció pero este tenía el ceño fruncido y una sonrisa confiada.

– Oye... ¿Me harías un favor? – Pregunto con timidez Nobita hacia la copia (Le diremos Nobi, para no confundir)

– ¿Quieres que le quite el regalo a ese tipejo, verdad? – Respondió cruzándose de brazos sin cambiar su expresión mirando a Nobita.

– S-Si!, – Asintió mirando a Nobi, a lo que este rápidamente se encamino a donde estaban.

Nobita simplemente se puso a observar desde lejos viendo lo que haría Nobi, aquella pareja de desconocido se podía decir que eran dos años mayor que él o menos quizás, Nobita presencio como se agarró a golpes con el chico pero logrando tener de regreso el regalo pero ya no tenía aquella caja donde se guardaba, cuando las dos personas se fueron a regañadientes, al parecer era bueno para intimidar pero no tanto para golpes si se trataba de alguien con más confianza como Nobi.

Nobita corrió hacia donde estaba Nobi dejando el aparato en la tubería donde se podía sentar, para agarrar el objeto ya recuperado. – A-Al fin! G-Gracias! – Respondía con sus ojos un poco llorosos de alivio mirando a Nobi quien este estaba un poco sucio por la pelea, arqueando una ceja.

– Si si, como sea ¿Es para el cumpleaños de Shizuka, verdad? – Sonrió de lado sin dejar de fruncir el ceño. – Sabes... Me gustaría saber cómo se siente estar en un cumpleaños – Agarro el aparato sin que Nobita se diese cuenta que este estaba más concentrado en la caja musical y de que no estuviese rota.

– ¿Ah si? P-Pues... Podría llevarte ya que me ayudaste a recuperar el regalo para Shizuka – Dudoso miro a su copia.

– Bien, está decidido, iremos juntos – Se dio media vuelta y comenzó a caminar sin cambiar la expresión en su rostro. –Me tengo que cambiar, no puedo ir a la fiesta de Shizuka con estas pintas, hombre –

– A-Ah si claro! – Rápidamente se colocó al lado de su copia, olvidándose por completo del aparato, sin saber que ahora lo tenía Nobi.

Regresando ya a la casa, Nobi se cambió usando la ropa de Nobita, mientras este buscaba algo en el cual entregar el regalo, encontrando unas bolsas decorativas de su mamá.
Cuando regreso a su habitación dejo el regalo ya listo sobre su escritorio y se volteo a ver a su copia.

– ¿ya estás listo? – Pregunto de forma tranquila hacia a él.

– Si, ya casi acabo – Decía mientras fingía acomodarse el suéter amarillo.

– Vale, pero date prisa... – Se dio la vuelta para mirar por la ventana. – No queremos llegar tar- .. – Ante esto, Nobita había recibido un golpe en la cabeza lo suficientemente fuerte como para desmayarlo cayendo en los brazos de Nobi.

– No quiero tu compañía para disfrutar de este día, Nobita – Dijo molesto Nobi, para así sacar el gorrocoptero del bolsillo de Nobita, colocárselo y sujetando a Nobita sobre su hombro como un costal, ya tenía un lugar perfecto de donde podría deshacerse de él.

La copia miro burlón hacia el techo y se elevó hasta este, abriendo el techo y pasar hacia el mundo de Lopple, que al parecer era de Noche, sin que nadie lo viese se comenzó a dirigir hacia el bosque.

Continuo así por unos minutos hasta que llego hacia el mismo lugar donde antes habían caído Luka y Nobita, lo dejo caer al suelo sin cuidado, bajo tocando ya el suelo, y se volteo a mirar a Nobita sonriendo, comenzó a despertarlo ya que quería ver su rostro al tirarle.

Cuando este iba despertando comenzó a hablar. – Nobita... Nobita... Espero me desees suerte cuando valla al cumpleaños de Shizuka, al menos esta vez recibirá un regalo maso menos decente de tu parte, con el poco dinero que tenías – Decía Nobi mientras lo agarro de los hombros para levantarlo, mirarlo frente a frente haciendo que Nobita le diera la espalda al abismo.

– ¿Q-Que haces? D-Dejame! – Cuando ya se puso más consciente comenzó a forcejear cosa que era inútil al ser más débil. – ¡Doraemon! – Gritaba.

– Él no te va a escuchar, seguro se está llenando de dulces en la fiesta de la adorable Shizuka – Los movimientos torpes no eran nada contra él. – La cual... Tu no vas a ir – Al decir esto lo empujo sin más, lo único que escucho fue un grito del azabache para luego no escuchar nada, se colocó el gorrocoptero y se fue volando de regreso a casa.

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– ¿Cuánto más crees que demore Nobita, Doraemon? – Pregunto un poco harto Takeshi, ya que estaban esperándolo para poder cantarle a Shizuka.

– Se está tardando demasiado – Continuo Suneo.

– S-Seguro que ya viene, me dijo que no tardaría tanto – Rio nervioso Doraemon para luego escucharse el timbre. – Ah! Seguro que es él, yo iré a abrirle! – Se levantó de donde estaba para ir a la puerta y abrirla, logrando ver al azabache. – Al fin vienes Nobita, te has demorado bastante – fruncio ligeramente el ceño mirandolo.

– Perdón perdón~... Me tomo bastante tiempo al parecer – Rio levemente. – Mira, aquí está el regalo – Le sonrió al contrario mostrando la cajita de música. – ¿Me vas a dejar pasar? – Arqueo una ceja.

– Ah si, claro, no lo abras ido a comprar recién y por eso te demoraste, no? Y que hiciste con el duplicador de cuerpos? – Decía Doraemon mientras se hacia un lado y dejaba pasar a Nobita.

– El aparato lo deje en casa, y si ya está todo bien, no tengo porque explicarte – respondió aun con esa sonrisa tranquila para dirigirse a la sala. – Shizuka! Feliz cumpleaños – Dijo Nobi acercándose a ella quien se levantó para recibirle con un abrazo, este le entrego el regalo el cual acepto encantada.

– Bien, parece que ya estamos todos – Dijo Shizuka con una sonrisa.

El día transcurrió, repartieron el pastel, se divirtieron todos y Nobi no se dejaba intimidar por Takeshi, cosa que sorprendía a Suneo y Doraemon, pero no pasaba a nada más, por la actitud pasiva y tranquila de siempre del azabache, era claro que si quería permanecer aquí la copia debía actuar de forma amable y algo torpe, cosa que no era mucho problema, pero no tenía tanta paciencia.
Cuando acabo el dia ya iban retirando de la fiesta y Nobi junto a los demas se dirigían a su casa.


– Entonces... ¿No me contaras que hiciste con el duplicador de cuerpos, Nobita? – Volvió a preguntar Doraemon.

– Ugh... Que pesadito te pones Doraemon, no veo porque tengo que explicarte si todo salió bien – Se encogió de hombros para luego cruzar sus brazos detrás de su cabeza mientras caminaba.

– ¿Duplicador de cuerpos? ¿Qué es eso, Doraemon? – Pregunto Kukuru a lo cual también llamo la atención de Luka.

– Pues... Es un aparato que puede hacer una réplica exacta de alguien pero su personalidad es un poco diferente, tendrá más energía y eso – Miro a Kukuru y a Luka.

– ¿Ah? ¿Y para que querrías algo como eso, Nobita? – Kukuru se volteo a mirar a Nobi.

– Que no es nada, ya dejen de preguntar, necesitaba un poco de ayuda pero ya está ¿Vale? – Relajo su tono de voz para no sonar tan agresivo con ellos.

Luego de aquella mini charla ya estaban de regreso a casa, fueron a la habitación de Nobita y Nobi se puso a hacer la siesta, Doraemon bajo a la cocina para ver si había Dorayakis y con suerte encontró.
Pasaron los minutos, hasta que se convirtió en 1 o casi dos horas, Nobi estaba dormido boca arriba, Doraaemon también con un comic en el rostro y Kukuru sobre el escritorio de Nobita, todos a excepción de Luka quien le parecía un poco rara la actitud de Nobita.

Con cuidado y sin hacer ruido se sentó frente a Nobi, mirando el rostro de Nobi como descansaba profundamente, suspiro levemente estando un poco nervioso, miro a su costado y atrás de él fijándose como aún estaban dormidos, volvió a mirar hacia Nobi y poco a poco comenzó a acercarse al rostro de este cerrando sus ojos, un poco torpe estaba dirigiendo sus labios hacia los del azabache para juntarlos pero se detuvo al escuchar como el ajeno suspiro entre dormido.

Comenzó a alejarse y se enderezo en donde estaba y con su rostro ruborizado miro a otro lado.

– Oye, si quieres besarme, solo hazlo – Hablo Nobi mirándolo, sentándose dándole la espalda a este para luego voltearse y acercarse estando sentado frente a frente con él. – ¿Quieres hacerlo, no? – Arqueo una ceja mirando al otro con diversión y con una sonrisa formada en sus labios.

– ¿E-Eh...? – Por lo que había escuchado, lo que jamás hubiera esperado del azabache, se alejó en donde estaba con el rostro ruborizado, aparte de que le había descubierto queriéndole besar. – N-No... No es- –

– Anda, no seas tímido, si lo quieres hacer no hay problema, aquí estoy – Coloco ambas de sus manos en el suelo frente a él apoyándose para poder inclinarse hacia adelante con una sonrisa. – Puede que sea tu única oportunidad, Luka... – Susurro levemente.

Luka paso saliva ante la repentina acción del contrario, lo miraba directamente a los ojos con la boca ligeramente abierta, las palabras no le salían, si esta era la forma en la que Nobita aceptaba sus sentimientos, jamás se le hubiera ocurrido que fuera asi.

– Uhm... ¿Qué pasa, Nobita? – Doraemon se comenzaba a despertar, quitándose el comic del rostro para sentarse y mirarlos confundido.

– Nada Doraemon, Luka y yo... Estábamos hablando – Nobi se alejó para sentarse de forma normal mirando ahora a su azulado amigo.

– S-Si... No pasa nada – Se levantó de donde estaba para entrar a la habitación donde se estaba quedando con kukuru.

– Que extraño... Tenía el rostro rojo ¿De qué hablaban? – Pregunto Doraemon mientras se sobaba un ojo para luego bostezar.

– De cosas Doraemon, no te voy a decir todo lo que hago tampoco – Se levantó de donde estaba para salir de su habitación.

Ah esto, Nobi dejo a un confundido Doraemon, cosa que se quedó mirando el plato vacío donde antes habían dorayakis, guardo el comic en su bolsillo y se levantó de donde estaba suspirando, se acercó a donde estaba Kukuru y lo comenzó a despertar dándole leves palmaditas en la espalda.
La noche paso normal, o eso ignorando el hecho de los comentarios un poco agresivos de Nobi, y ya todos estaban dormidos con excepción de Doraemon en el armario mirando hacia Nobita para luego cerrar por completo la puerta.

– ¿Estará enojado conmigo? – Se preguntó a sí mismo para luego quedarse dormido con ese mal pensamiento.