15

1.3K 67 3
                                    

– Ginger ¿Estás bien? Te vi algo rara cuando estábamos regresando – Pregunto con preocupación.

– ¿A mí? Nada que ver! Estoy bien! – Dijo la rubia mostrando una sonrisa confiada para que luego poco a poco comenzara a desaparecer. – Es solo que quisiera... – Se volteo a mirar donde estaban los demás, fijándose en alguien en general.

La joven estaba a unos pasos alejados de donde estaban los chicos, quien estaba frente a ella era Shizuka quien quiso hablar con ella antes de que regresara al museo, miraba con atención al peli rojo quien este solo reía con Nobiko. –... que me mirara de la misma forma – Dejo escapar en forma de susurro.

– ¿Dijiste algo? – Pregunto Shizuka al no entender lo último que había dicho la ajena.

– ¿Eh? No, nada! – Rio con nerviosismo para simplemente sonreírle – Creo que deberías irte ya, tus amigos te están esperando

– ¿Estas segura? Puedes decirme – La miro aun con la misma expresión de preocupación

Ginger solo negó con su cabeza con una sonrisa en su rostro. – No pada nada, enserio, entonces... Adiós, Shizuka! – Termino por decir para darse la vuelta y comenzar a caminar de regreso al museo.
Shizuka no le dio tiempo para seguir hablando con la rubia a lo que simplemente se la quedó mirando cómo se iba para luego regresar con los demás, al juntarse con ellos ya todos comenzaron a dirigirse de regreso hacia la casa de Kurt mientras charlaban de cosas triviales.

Al llegar a casa del peli rojo, pasaron unos cuantos minutos para que ya estuvieran comiendo, charlando de cualquier cosa para cuando acabase la hora de cenar, todos se fueron a dormir avisando a Kurt que mañana tendrían que irse, a mitad de la noche el azabache se levantó para ir al baño como común mente hacía, como solo era para ir al baño no tenía la necesitada de ponerse sus lentes cosa que cuando salió del baño escucho algo de ruido proveniente de la sala, por curiosidad se acercó teniendo los ojos entre cerrados por estar viendo borroso. – ¿Kurt? ¿Q-Que estás haciendo? – Dejo escapar un bostezo al final de a pregunta.

– ¿Nobita? Espero no haberte levantado, ah, estoy ordenando un poco, los aparatos están por todos lados y alguien puede caerse – Rio de forma nerviosa mientras seguía haciendo lo mismo, dejando los aparatos en un solo lugar para que no estuvieran a mitad de camino.

El adormilado azabache no respondió ante lo que dijo Kurt, se quedó en silencio un rato para luego darse la vuelta y regresar a la habitación, el de los ojos lavanda simplemente suspiro, y esperaba que no estuviera molesto por haberlo despertado por el ruido, un poco preocupado en ese momento cuando se volteo a mirar hacia donde estaban otros aparatos que debía ordenar, lo vio. – Déjame ayudarte ¿Si? Sin mis lentes no podría – Comento Nobita mientras una tranquila risa se le escapaba sin dejar de ayudar a Kurt.

– Nobita, no tienes que hacerlo, puedes ir a dormir – Se apresuró a decir el peli rojo aun viendo como el azabache seguía ayudándolo, al parecer no le hizo caso.

– No tienes que hacer las cosas solo, Kurt – Fue lo único que llego a decir el azabache volteandose a mirar al de ojos lavanda mostrándole una sonrisa sincera.

A partir de ahí ninguno dijo una palabra más, dejando a Kurt con una sonrisa y un ligero rubor, ambos siguieron ordenando hasta que el amigo del peli rojo salió de donde estaba curioso por lo que estaban haciendo, estuvo jugando con las cajas cosa que no molesto a ninguno hasta que comenzó a desordenar las cosas.

– Popon! No hagas eso... – Hablo el peli rojo tratando de agarrar a su amigo para alejarlo de las cosas, pero en cambio este se alejó, quería jugar pero se la pasaba en ese cuarto la mayor parte del tiempo, continuo mirando entre las cosas. – ¿Qué te sucede? – Se preguntó a sí mismo el de ojos lavando viendo a su amigo.

– ¿Popon está bien? – Pregunto Nobita mientras dejaba una caja en la mesa volteándose a mirar a donde estaba Kurt.

– Se supone que sí, creo que solo quiere jugar –Dijo Kurt mientras nuevamente trataba de acercarse a Popon, pero este comenzó a moverse más rápido de lado a lado hasta que choco con la pared cosa que hizo que se dejara caer en el suelo y accidentalmente sobre una aspiradora que se encendió en el acto. – Popon! – Kurt se asustó de que Popon fuera tragado por el mini agujero negro que había dentro de aquel aparato, pero se alivió al ver como Popon estaba del otro lado de la aspiradora y no fuese afecto, se dio la vuelta para ver a Nobita en cuanto lo escucho gritar.

El azabache había sido arrastrado por la aspiradora al estar desprevenido, volteándose hacia donde estaba Kurt pero no vio en el momento en que sus caras estaban demasiado cerca, el choque de labios fue demasiado corto pero lo suficientemente largo para que ambos estuvieran consciente de aquello, Kurt a pesar de lo que acababa de pasar se apresuró para agarrar a Nobita evitando que este saliera volando y dándose un golpe, ya ambos en el suelo, con un Nobita cubriendo su rostro ruborizado y Kurt levantándose para apagar la aspiradora.

Todo fue tan rápido que cuando logro apagarla ninguno de los dijo nada, uno estaba un apenado por lo sucedido y el otro estaba muy confundido y sentía que su corazón iba a explotar.

Nobita se comenzó a levantar del suelo y al estar de pie solo le daba la espalda a Kurt, esperando que esto no lo tomara a mal porque sabía que Kurt gustaba de Ginger, o eso era lo que creía. – ¡L-Lo siento! – Se apresuró a decir para irse corriendo a la habitación donde todos estaban durmiendo.

Kurt cuando iba a detenerlo, solo vio como Nobita se iba de su alcance, el peli rojo se quedó solo en la sala con muchas emociones, pero lo que estaba seguro, era que si sentía algo por el azabache que había declarado su amigo desde que lo conoció.

A la mañana siguiente, todos se despertaron ya listos para regresar, todos fueron de camino hasta la puerta del museo para poder despedirse también de Ginger, Nobita aún no podía mirar a los ojos a Kurt y cuando ya se estaban subiendo al transporte que lo llevarían de regreso a casa el peli rojo lo llamo. – ¡N-Nobita! Espera... – El azabache al escuchar su nombre se dio la vuelta para mirar a Kurt.

– ¿Kurt? – Dijo en voz baja mientras daba pasos cortos para acercarse a este, un poco nervioso pensando que el contrario estaba enojado.

– Eh... Nobita, sobre lo de anoche, quería decirte que... – Llevo su mano a su nuca para sobarla mientras sentía que sus nervios aumentaban y su sonrojo cubría la mayor parte de su rostro. –...No me d-disgusto en absoluto... – No se dio cuenta, pero había susurrado aquella parte haciendo imposible el escuchar para el azabache.

– ¿Q-Que? – Aun confundido Nobita.

– Q-Que entre los dos, todo está bien ¿Vale? No pasó nada! – Por los nervios fue lo primero que dijo aun sintiendo su rostro arder, mostrando una sonrisa nerviosa al ajeno.

El azabache al ver que no estaba enojado, este le devolvió la sonrisa. – Claro! Nos vemos, Kurt! – Dijo ya dándose la vuelta para subirse al transporte, estando nuevamente en medio de Kukuru y Luka.

– Ay Kurt eres todo un caso... – No pudo evitar quejarse Ginger al ver la escena, cruzándose de brazos. – ¡Te estaremos esperando, Nobita! – Alzo la voz para que el azabache lo escuchara y así ya verlos irse. – Entonces... ¿Ya sabes lo que sientes? – Se volteo a mirar al peli rojo.

– Se lo diré – Dijo el de ojos lavanda mirando el cielo, por donde antes se habían ido los demás. – La próxima vez que lo vea se lo diré –

Y así, los chicos regresaron a casa pero antes retrocedieron en el tiempo para hacer como que nunca se habían ido, se despidieron y paso la noche tranquila para todos, con excepción de un albino, que no podía quitarse de la cabeza lo que había pasado entre Kurt y Nobita, no podía evitar sentirse mal con saber que Nobita había sido besado ya por Lopple y por Kurt, y que él no tiene la oportunidad de hacerlo, se abrazó a si mismo recostado para tratar de dormirse mientras pensaba que debía tener más agallas para que la próxima vez, lo haría, no importaba como, quería hacerle saber a Nobita como era que se sentía.

A la mañana siguiente, Nobita como de costumbre estaba por llegar tarde y Luka junto a él, Kukuru permanecía en casa con la compañía de Doraemon, al acabar las horas de clase Suneo y Takeshi se acercaron al de lentes antes de que este se fuera.

– Oye Nobita, ¿Por qué me buscabas ayer? – Pregunto con Suneo a su lado.

– Ah pues... Fuimos a visitar a Kurt – Respondió Nobita mirándolos.

– ¿Y se fueron sin nosotros? – Volvió a preguntar el más alto cruzándose de brazos frunciendo un poco el ceño.

– No podías venir así que... No nos quedó de otra – Se encogió de hombros mirando a otro lado un poco nervioso, no quería enfadas a Takeshi.

– Eso es muy egoísta, Nobita! – Esta vez el que hablo fue Suneo.

– Pero no podían, ¿qué iba a hacer? – Respondió al instante mirando a ambos.

– Ni siquiera nos esperaste o convencer a nuestras madres – Se cruzó de brazos Suneo mirando al azabache.

Nobita se quedó callado pues no tenía nada más que decir, y no quería que se enojaran más, Shizuka estaba aún lado de ellos mirando en silencio al igual que Luka.

– Sabes Nobita, un tío mío nos llevara de crucero en unos días y tú no estás invitado – Dijo Suneo mirando a Nobita con el ceño fruncido. – Luka y Kukuru pueden venir si quieren – Volvió a hablar mirando a Luka con una sonrisa.

– De todas formas no me interesa ir a ese tonto crucero – Respondió Nobita mirando a Suneo ya con el ceño fruncido. – Vamonos Luka – Se volteo a mirar al mencionado para irse los dos.

– Está bien que no quieras ir, aunque de todas formas no estas invitado, pero no hagas que Luka se pierda del mejor crucero de su vida por alguien egoísta como tú – Hablo Suneo poniéndose al lado de Luka que no había dicho nada, mirando a Nobita con una sonrisa retadora.

Nobita lo miro por unos segundos para luego darse la vuelta. – Bien! – Para comenzar a correr saliendo del aula.

Por otra parte Suneo y Takeshi se encontraban riéndose del azabache. – No está bien que hagan eso chicos, y no iré a ese crucero si Nobita no está – Dijo Luka mirando a esos dos, algo molesto para ir detrás de Nobita, realmente no pensaba que esos dos trataban así a Nobita.

Ya al llegar a casa, Nobita. – Quiero ir, Doraemon!– Decia el azabache abrazando el brazo de su amigo azulado quien se encontraba sentado y había estado comiendo pero fue interrumpido por el de lentes.

– Nobita... ¿Por qué no simplemente lo ignoras? – Decía volteándose a mirar a su amigo quien estaba haciendo uno de sus berrinches.

– Pero... – Aun seguía aferrándose a Doraemon.

– Vamos Nobita... Ya fuimos al mar muchas veces, el que Suneo no te haya invitado no tiene nada de especial – Doraemon hablaba tratando de animar al azabache mientras que Kukuru y Luka miraban.

– Pero si no voy Suneo me lo va a presumir cuando regresen y no quiero eso! – Seguía quejándose Nobita esperando que Doraemon cediera a hacer lo que estaba pidiendo como normalmente hacía.

Y como sabemos, al final Doraemon accedió a cumplir el caprichoso deseo de Nobita, pero no iba a hacerlo ese mismo día ya que la idea era hacerlo el mismo día en el que Suneo haría su crucero, pasaron unos cuantos pocos días y cuando Suneo estaba presumiendo el día en el que irían, Nobita se lo dijo a Doraemon para estar preparados, hasta que llego el día.

– Ya vengo! – Avisaba Nobita mientras se ponía sus zapatos para salir de su casa junto a Doraemon.

– No vuelvas tan tarde! – Respondió su madre quien estaba en la sala escuchando la TV, mientras comía unas galletas.

Ya estaban dirigiéndose hacia la parte más cercana que los llevaría el mar y donde se encontrarían con los demás, puesto que Suneo no paraba de presumir con exactitud hacia donde irían y como se veía el lugar.

– El mar se ve realmente hermoso – Decía Shizuka sujetando su sombrero. – Me hubiera gustado de Nobita viniese – Se volteo a mirar a los chicos.

– Se lo merece por habernos dejado atrás, ahora se va a perder de esto – Decía Suneo con una sonrisa de victoria mirando el mar. – ¿Por qué no entramos y lo disfrutamos? – Sugirió Suneo con esa misma sonrisa.

– Claro! Como te quiero mi amigo del alma! – Decía Takeshi sonriendo para ir junto a Suneo y Shizuka.

A no muy lejos de donde estaban se acercaban Nobita y Doraemon en un barco que había aumentado de tamaño con la linterna maximizadora, aunque el barco era de juguete, Nobita quería llegar con ellos de la misma que Suneo, con un barco.

Cuando localizaron el barco donde debían estar Suneo y los demás, Nobita quiso apresurar el paso pero lo que no sabían era que al ser un juguete que no era muy bien cuidado por Nobita, comenzó a entrar agua en su interior cosa que los demás al darse cuenta de esto miraron a Nobita, ya que no sabían si abandonar el barco o no.

– ¿Cómo se te ocurre usar un barco que estaba roto, Nobita? – Decía Doraemon al ver como el agua seguía entrando, aunque podían salir de esta con los gorrocopteros, Nobita trataba de botar el agua ya que aún seguía apegado a su idea.

– No sabía que estaba roto, ayúdame a sacar el agua – Respondió un Nobita con una cubeta sacando el agua.

– No sé si esto valla a servir, Nobita – Dijo Luka ayudando a Nobita a sacar al agua apoyando a todo lo que el azabache decía.

– El agua está entrando muy rápido – Continúo Kukuru hacia lo mismo que aquellos dos.

– Ya déjalo, Nobita, ponte el gorrocoptero – Doraemon se acercó a él, dándole el gorrocoptero.

Nobita acepto el gorrocoptero para simplemente colocarlo en su bolsillo y seguir con su tarea de quitar el agua, Doraemon se había puesto ya el gorrocoptero y le paso unos a Luka y Kukuru. – Ustedes pueden irse si quieren – Decía el azabache sin dejar lo que estaba haciendo.

Doraemon fue el primero en alejarse un poco del barco con el gorrocoptero, les dijo a los otros dos para ya ir avanzando, que Nobita los alcanzara porque ya era imposible rescatar ese barco, ya no faltaba a nada de hundirse por completo, los tres estaban un tanto alejados de la situación pero aun así miraban si Nobita venía ya a con ellos, y cuando una de tantas se voltearon a ver si venia ya no lo vieron, parecía como si hubiera desaparecido y de fondo escucharon como si una moto acuática se acercaba a ellos a una gran velocidad. – ¿N-Nobita? – El primero en llamarlo fue Luka.

Por parte del azabache, se había quedado apegado al barco hasta que sintió como ya el agua le tocaba los pies, cuando se quería ir sintió como su ropa se había atorado a uno de los tornillos del barandal que ese barco de juguete tenía, comenzó a jalonear así que no pensó que fuera algo grave hasta que sin darse cuenta, ya estaba bajo el agua, seguía jaloneando y abrió la boca tratando de gritar y se fue su última bocanada de aire, estaba tragando agua.

Lo último que sintió antes de caer inconsciente fue que alguien lo tomo de la cintura para jalarlo.

Poco a poco sintió como aire estaba entrando a sus pulmones, se despertó de golpe comenzando a escupir el agua que había tragado, sentándose en donde estaba mirando a su alrededor viendo a sus amigos y a un rubio quien estaba mirándolo preocupado. 

Combinados (Nobita x todos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora