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Ese mismo día, todos habían decidido ir a caminar por el lugar, ir hacia un bosque el cual quedaba un poco lejos de donde estaban pero valdría la pena, Lopple les decía que habían animales, uno que otros peligrosos pero que no se preocuparan ya que él estaría con ellos y evitarían ir hacia donde normalmente suelen estar aquellos animales.
En esa caminaba todos estaban charlando, riéndose un poco pero estaban tranquilos, al menos Nobita llego a olvidarse por lo que pasó la noche anterior y podía hablar con Lopple natural, aunque esas sonrisas de sumo cariño que llegaba a darle de manera disimulada para los demás lo ponía nervioso y hacia que sus mejillas se enrojeciesen por un pequeño tiempo para seguir hablando con sus demás amigos.

Seguían caminando hasta que Lopple silencio a todos pareciéndole escuchar algo, todos miraron a los lados estando atentos para cualquier cosa, y para la mala suerte del azabache, aquel sonido se repitió un par de veces cerca de él hasta que un animal salto de su escondite, teniendo similitud a un león pero unos rasgos que decían que claramente no era de esa especie, quedando el de lentes debajo de aquel animal feroz templando.

– Do-do-doraemon!.. – grito por reflejo al verse cara a cara con aquella bestia, sintiendo como gotas de saliva de este caían en su rostro a lo que cerro sus ojos con fuerza por el miedo.

Era claro que mientras Doraemon sacaba un invento tras otro hasta encontrar el indicado para ayudar a Nobita, era demasiado tardoso y no lo lograría a tiempo lastimando al azabache, pero cierta persona siendo familiarizada al estar rodeado de bestias que triplicaban su tamaño, no tardo en correr hacia la bestia y montarse encima.
Quitándose de forma rápida aquella sudadera que traía puesta para así usarla como cuerda, rasgando está en el intento, aunque aquello hizo que la bestia se separara del de lentes para comenzar a forcejear con Kukuru que no se iba a rendir fácilmente.
Dando saltos con intención de expulsar al intruso en su espalda, Doraemon logro encontrar algo para calmar la situación – ¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde?! Aquí! Pasteles pacificadores! – Y sin decir nada más agarro uno y se la lanzo en la boca del animal cuando esta estaba abierta, no tardo muchos segundos en caer rendido con una expresión de completa tranquilidad.

– W-Whoa! – Nobita de golpe se levantó del suelo con dirección a Doraemon completamente asustado, aun sus manos temblaban de miedo por haber visto a detalle el interior de la boca del animal y sus afilados dientes.

– Nobita! Nobita... ¿Estás bien? ¿No estas herido? – Preocupado Doraemon lo miro, al igual que sus demás amigos estaban preocupados por el azabache.

– S-Si... Solo fue el susto... – Al decir esto cerro sus ojos tratando de relajar sus hombros, para luego voltearse a ver a Kukuru quien bajaba del animal para dirigirse rápidamente donde estaba él.

Se miraron por unos pocos segundos para luego sentir Nobita como el contrario se lanzó a abrazarlo – Me alegra que estés bien Nobita! –

No tardo el de lentes en corresponder aferrándose a este. – Gracias Kukuru... P-Pudiste haber salido lastimado tu también! – Se separó un poco para verle a los ojos a lo que el mencionado simplemente negó con la cabeza.

– Lo siento chicos, creo que avanzamos ya suficiente, ¿Les parece si regresamos? – Fue lo que llego a decir Lopple sintiéndose un poco culpable de la situación.

– No te preocupes Lopple, y claro, estaría bien regresar – Contesto Doraemon, y seguido los demás asistieron con la cabeza.

No pasaron ni 5 minutos en el que volvieron a escuchar pisadas, pero esta vez no eran de un solo animal, si no de varios, cosa que asusto al grupo de amigos ya que al estar alrededor de muchos árboles no sabían de donde provenían y cuando Lopple logro captarlo se volteo rápidamente para indicarles que se apartaran hacia tal dirección.

– Todos! Vengan! – Logrando escucharse más cerca aquellas pisadas, el peli verde corrió hacia la derecha lo más rápido posible siguiéndolo Shizuka, Doraemon y kukuru.

– ¡Ah! – Takeshi al estar abrumado por el ruido se dirigió hacia la izquierda empujando consigo a Nobita, Suneo y Luka, cosa que al estar en un extremo más alejado de la posibilidad de no ser arrastrado por aquellos animales, no tardó mucho en aparecer aquella manada que se acercaban a tener apariencia de caballos, pero se le diferenciaba por uno que otro detalle.

Cuando Doraemon se volteo a mirar para ver como aquella manada seguía pasando hasta ya acabar con el ultimo animal suspiro aliviado. – Uf... Eso estuvo cerca, ¿Verdad, Nobita? – Se volteo a buscar al azabache, borrándose poco a poco la sonrisa en su rostro. – Eh... ¿Nobita? ¡¿Nobita?! ¡¿Luka?! No me digas que... – Se volteo a mirar por donde se habían ido los animales y no tardó mucho en sacar los gorrocopteros para seguirlos.

– ¡Doraemon! – Grito Nobita siendo arrastrado por aquellos animales junto a los demás quienes gritaban de la misma forma.
No paso mucho hasta que sintieron su cuerpo caer al suelo con leve brusquedad y al abrir sus ojos para ver a su alrededor, ya no estaban los animales, se levantó del suelo sin saber en qué lugar exacto podrían estar.

– ¿Y... Suneo? – Se preguntó a si mismo al solo ver a Luka y takeshi un poco lejos de donde estaban, pero no a Suneo, su respuesta fue contestada por el grito del antes mencionado a lo que se volteo hacia aquel grito notando aquel abismo, sorprendiéndose por no haberlo notado antes, el azabache no lo pensó dos veces y se acercó para tratar de subir a su amigo.

– T-Tranquilo suneo, y-ya te subo – Dijo tratando de hacer fuerzas en sus brazos, sintiendo como el peso de Suneo le estaba ganando comenzando a irse para adelante, escucho por detrás que Luka y Takeshi se estaban levantando y los escucho decir su nombre, pero este de un tirón logro levantar a Suneo, al poner toda su fuerza se fue hacia adelante y dejo de sentir suelo bajo sus pies.

– ¡Nobita! – Grito Luka para asi ir tras el azabache lanzándose por el mismo lugar, mientras iba cayendo trataba de acercarse al cuerpo de este, logrando acercarse para abrazarlo y poniéndose detrás de este, cerrando sus ojos con fuerza para así, su propio cuerpo sirviera para que en la caída, no lastimara tanto a Nobita.


Mientras tanto, Doraemon y los demás habían estado siguiendo a los animales y al ver que ya no arrastraban a los chicos consigo, regresaron por donde vinieron buscando con la mirada por donde pudieron haberse quedado hasta que vieron a Suneo y Takeshi algo alejados de la orilla de ese abismo.

Bajaron rápido para acercarse a ellos. – Suneo, Gigante!.. ¿Dónde están Nobita y Luka? – Pregunto preocupado Doraemon mirando la espalda de ambos, a lo que estos comenzaron a voltearse para verlos teniendo los ojos llorosos y moqueaban un poco, bueno, gigante más.

–Ellos... ellos... – Soltando más lagrimas se abrazaron entre sí. – Están abajo! – Dijeron al mismo tiempo apuntando hacia el abismo.

– Nobita me ayudo cuando me estaba por caer, pero él termino cayendo y Luka fue tras él – Termino por decir entre lágrimas Suneo aun llorando.

Quedándose sin palabras al escuchar lo que acababa de suceder, Doraemon no tardo en comenzar a lagrimear sacando un gran martillo de su bolsillo. – Ah! Es mi culpa! Nunca me voy a perdonar por esto! – Gritaba mientras tambaleaba por el peso del gran martillo, siendo retenido por Shizuka y Kukuru.

– E-Esperen!.. Ahí abajo hay grandes árboles y demasiada hierba que ha crecido demasiado, tenemos que ir, ahora puede que estén heridos, no hay que perder tanto tiempo! – Hablo con rapidez Lopple mirándolos, a lo que hizo que Doraemon guardara tal martillo.

– T-Tienes razón! Vamos! – Saco dos gorrocopteros más dándoselos a Suneo y Takeshi, no tardaron más en ir hacia abajo esperando que la vegetación del planeta de Lopple los haya salvado.

Por otro lado, los dos chicos que estaban buscando, se encontraban inconscientes cubiertos con hojas que cayeron de los arboles por donde habían caído.

Poco a poco se comenzaba a despertar el azabache con un dolor en todo el cuerpo, sintiendo que estaba en algo suave, se acomodó los lentes que por la caída se le rajaron un poco, pero por suerte aun podía ver a través de ellos, parpadeando un poco logro ver el rostro de Luka, estaba encima de él a lo que recordando lo que sucedió coloco ambas manos en sus hombros moviéndolo con suavidad. – Luka!... Luka! – Este comenzó a sollozar aun moviéndolo, al ver que no despertaba dejo de moverlo para simplemente estar sentado al lado del cuerpo de este mirando hacia abajo mientras aun sollozaba.

Cuando Luka comenzó a abrir los ojos quejándose a lo bajo por el dolor de su cuerpo, al ver a Nobita con los ojos llorosos este como instinto se trató de incorporar sentándose en donde estaba volviendo a quejarse. – N-Nobita! ¿T-Te duele algo? –

El azabache se volteo a mirarlo rápido viéndolo, a lo que se acercó para abrazarlo, no tan fuerte, aun sollozaba pero esta vez era de alivio, por ver que estaba "Bien" Al menos ahora estaba despierto, eso lo tranquilizaba. – No debiste saltar Luka, pudiste haber... –

Luka no dudo en corresponder cerrando sus ojos, a pesar que ahora mismo estaba adolorido, estaba feliz de ver que Nobita se encontraba bien. – No te hubiera dejado caer solo, Nobita – Se separó con cuidado para mirarlo a los ojos. – Jamás – Con cuidado acerco su mano a la mejilla de este para limpiarle las lágrimas de este.

Sin saberlo, a Nobita comenzó a latirle fuertemente el corazón, sintiendo sus mejillas arder por el tacto suave del ajeno, solo opto por cerrar sus ojos y bajar un poco la cabeza para apoyarla con cuidado en el hombro de este.
La mano del oji verde comenzaba a acariciar con suavidad la espalda de Nobita en forma de consuelo de que todo estaba bien ahora, ambos estaban bien y eso era lo que importaba ahora.

– Ah... Sabes Nobita, tenemos suerte de caer aquí – Refiriéndose a toda la vegetación a su alrededor, al decir esto el azabache alzo su mirada confirmando lo que había dicho Luka.

– Seguro... Doraemon ya viene por nosotros – Comento para ya ver al contrario a los ojos con una sonrisa, estando más tranquilo, teniendo ese sonrojo aun presente en sus mejillas.

A pesar de estar en una situación así, Luka pensó que quizás luego de esto no iban a poder estar solos de esta forma otra vez, ni en la casa de Nobita ya que también estaba Kukuru con ellos, el oji verde dejo escapar un suspiro para luego devolverle la sonrisa al azabache.
– Seguro si, y Nobita... – Continuo hablando Luka para escuchar un "¿Uhm?" por parte del de lentes, este simplemente continúo hablando. – me alegra estar aquí contigo, no sabes cuánto eres para mí – Se acercó para darle un en la comisura de los labios del ajeno, por su parte no quería ir tan directo de la misma forma que había sido Lopple, esperaría por él.

– Nobita! Luka! – Se escucharon las voces de los demás viniendo de arriba.

A Nobita no le dio tiempo de contestar a lo que le había dicho Luka, pero de algo estaba seguro, su rostro estaba todo colorado y ahora no entendía por qué hubiera preferido que se demoraran más en venir los demás.
Cuando bajaron por completo se aliviaron de que estuvieran "bien" y los abrazaron entre pequeñas lágrimas, luego de aquel emotivo encuentro los revisaron para saber que tan heridos estaban y ayudaron para regresar a la casa de Lopple, estaban muy lejos, en todo el camino cierto azabache estaba dándole vueltas a lo que le había dicho y la sensación del beso regreso.

Ciertamente él ya no sabía como sentirse hacia sus "amigos".

Combinados (Nobita x todos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora