Capitulo 7:La Mujer

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Refugio volvió a mirarse al espejo, era tan extraño verse así de nuevo. Arreglada, elegante, sobria, como la mujer que siempre había sido, la mujer que era.
-Estas preciosa –Lucia le sonrió –La verdad es que el peinado te queda genial
-Si, gracias –Ella le guiño un ojo Tenia mucho que agradecerle, ella tambien iba a la fiesta de los Ferrer y por suerte le había dicho que tipo de vestuario era el adecuado y después se había presentado en su casa para peinarla.
-El vestido es precioso –Lucia lo miraba espesante un vestido ajustado de tono dorado que quedaba por encima de las rodillas. Tenia pinta de ser bastante caro y eso a ella le extraño bastante, pero prefirió no preguntar.
-Es cierto –Refugio miro hacia abajo y acaricio la tela, solo se había puesto este vestido una vez y era lo único que se había llevado con ella. Un regalo y ahora se sentía extraña llevándolo, pero era el único que tenia –Tengo que ir de compras
-Podemos quedar yo tambien necesito ropa –Lucia sonrió animada –Se acercan muchas fiestas de la agencia y hay que tener vestidos
-¡Refugio! –Damián entro al apartamento y se paro en el salón llamando a su hermana
-Estoy aquí –ella salio de la habitación y sonrió al ver como el se había quedado pasmado mirándola
-Vaya –Damián no daba crédito a lo que veía, hacia tanto tiempo que no veía a su hermana así. Era como si volviera al pasado, demasiados recuerdos –Estas preciosa
-Guapa –Sophia sonreía agarrada de la mano de su padre
-Gracias a los dos –ella guiño un ojo a su sobrina
-Hola-Lucia salio de la habitación y se quedo parada junto a Refugio.
-Ella es Lucia, una amiga –la miro y después señalo a su hermano –Ellos son Damián y mi preciosa sobrina Sophia
-Encantada –Lucia se acerco y dio dos besos a Damián, que parecía seguir en una nube mientras la miraba después saludo a la niña cariñosamente –Eres tan guapa como tu tía
-Damián ¿todo bien? –Refugio oculto su sonrisa al ver como su hermano seguía mirando a Lucia embobado. Lo sabia, tenia razón Desde que la conoció supo que era el tipo de su hermano, se parecía muchísimo a Alison, incluso en su carácter. Y lo mejor era que Lucia parecía interesada en el, podía detectarlo cuando hablaba sobre su hermano.
-Si –El asintió volviendo la vista hacia su hermana –Que os divirtáis, tenemos que irnos
Se giro, tirando de su hija y salio del apartamento a toda prisa. Refugio  frunció el ceño, no estaba preparado para volver a sentirse atraído por una mujer. Y el parecido de Lucia con la madre de Sophia, claramente era un problema.
-¿Pasa algo? –Lucia la miro con interés
-Te pareces a Alison –la observo detenidamente –A la madre de Sophia
-Oh –Lucia no supo que mas decir
-Vayámonos –sonrió nuevamente y agarrando su bolso de la mesa se dirigió hacia la puerta –Tenemos una fiesta a la que acudir
-Si señor –Lucia volvió a actuar como siempre y se dirigió a prisa hacia la puerta
La casa de los Ferrer estaba llena de gente, los invitados se paseaban por la sala principal, todos con su vestimenta de etiqueta. Los hombres hablaban de negocios y las mujeres de los cotilleos de alta sociedad, mientras camareros con pajarita paseaban por la sala con las bandejas de copas y canapés. Una orquesta estaba situada junto a la entrada, animando el ambiente con música lenta y suave.
-¿Esperas a alguien? –Camila con un precioso vestido corto y de un tirante, en tono negro y blanco y el pelo totalmente recogido a un lado miraba a su hermano con una sonrisa –No paras de mirar la entrada
-Es cierto –Gabriel frunció el ceño mirando a su hermano -¿Pasa algo?
-No nada –Dionisio miro a su hermana con los ojos entrecerrados
-¿Una copa? –George trato de relajar el ambiente, sabia que su esposa tenia muchas cartas escondidas para esta noche.
-¿Se puede saber de que estáis hablando? –Merianne se paro frente a sus hijos –Se nota la tensión en el ambiente
-¿Y papa? –Dionisio decidió cambiar de conversación
-Esta en el despacho con el señor Royal –Merianne rodó los ojos –Ni en una fiesta puede dejar los negocios
-¿No notas algo nervioso hoy a Dionisio mama? –Melanie sonrió maliciosamente
-Te estas buscando una buena ¿lo sabes no? –Gabriel le hablo en voz baja divertido
-Y tu parece que no la conozcas –George rodó los ojos
-¿nervioso? –Merianne fijo la vista en su hijo –Lo que puedo notar es que se ha pasado un poco con la colonia
-Y punto para mama –Gabriel  sonrió mirando a su madre
-¿Podes dejarlo ya? –Dionisio suspiro cansado ¿seria así toda la noche?
-Buenas noches –Marta, una morena delgada, con un vestido negro corto y tacones rojos, les miraba con una sonrisa -¿Cómo estan todos?
-Bien, hasta ahora –Camila miro hacia otro lado ¿y a esta quien la había invitado?
-Dionisio, querido ¿podemos hablar un momento? –Marta le tomo del brazo y sin darle tiempo a responder tiro de el, alejándole del resto.
-¿Quién la invito? –Gabriel miro a su hermana y su madre
-Su padre tiene negocios con papa, no lo olvides –Merianne suspiro, simplemente no podían ignorarla. Y parecía que ella tampoco estaba dispuesta a permitirlo.
-¿Hablabais de mi? –Walter se paro junto a su esposo y coloco la mano en su espalda cariñosamente -¿Dónde esta Dionisio?
-Hablando con la arpía –Melanie puso una mueca de asco
-Parece que no lo dejara escapar –Walter observaba a la mujer tomada del brazo de su hijo
-Las mujeres cuando te agarran no te sueltan –George lo dijo sin pensar y todos rieron, menos su esposa que levanto las cejas –No te enfades, pero es la verdad
-Ya claro –Melanie desvió la vista hacia la puerta de entrada y una sonrisa se dibujo en su rostro. Ahí estaba, Refugio acababa de entrar por la puerta acompañada de Lucia, estaba preciosa –Ahí esta
-¿Dónde? –Merianne se giro hacia la entrada buscándola -¿es la del vestido dorado?
-Es muy guapa –Walter asintió pensativo
-Y tiene genio –Gabriel sonrió recordando la forma en que le había parado los pies
-Es ella, ella es la mujer –Camila asintió decidida, miro a Gabriel -¿Por qué no vas a buscar a Lucia? Dejemos que Dionisio le de la bienvenida
-Y parece que ya se dio cuenta que llego –George observaba a su cuñado con una sonrisa, todos volvieron la vista hacia el para verle.
-¿Me estas escuchando Dionisio? –Marta frunció el ceño –Ey
-¿Qué? –Dionisio volvió a fijar la vista en ella, acababa de ver a Refugio entrar por la puerta y su mente había abandonado esa fiesta para viajar al pasado. A aquella noche en que la hizo suya y que la Tierra se hundiera bajo sus pies si esta noche no la deseaba mas que aquella. Estaba impresionante.Vio como su hermano le hacia una seña con la cabeza y caminaba hacia Refugio y Lucia –Discúlpame Marta
Se marcho dejándola con la palabra en la boca, tampoco le importaba lo que le estaba diciendo. Ahora mismo lo único que le importaba era acercarse a Refugio y eso iba a hacer.
-Pero que damas tan hermosas –Gabriel se acerco y dio un beso a ambas –Es todo un placer tenerles en la fiesta
-No seas tan halagador Gabriel –Lucia rió divertida –No te pega ser tan caballero
-Tiene toda la razón Hola Lucia –Dionisio le tomo la mano y le dio un beso, después tomo la de Refugio y repito su acción despacio –Refugio
-Señor Ferrer –Ella asintió con una sonrisa
-Hablando de caballerosidad - Gabriel  miro a su hermano con una ceja levantada, después poso su vista en Lucia -¿Me acompañas? Hay algo de lo que quiero hablarte.
-Claro –Lucia sonrió a Refugio y después se alejo junto con Gabriel
-¿Señor Ferrer? –Dionisio tomo dos copas y le paso una a ella –creía que ya me llamabas por mi nombre
-¿Lo prefieres así? –Refugio sonrió delicadamente, era cierto En toda la semana le había llamado Dionisio y el a ella por su nombre. Sin saber porque, simplemente parecían sentirse mas relajado el uno con el otro.
-Me gusta como suena mi nombre en tus labios –El respondió sin siquiera pensarlo, pero era cierto, lo pensaba, lo sentía.
-Hola Refugio –Melanie se acerco a abrazarla sonriente, después se hizo a un lado y señalo a una mujer mayor, muy elegante y con pelo corto –Ella es mi madre Merianne
-Es un placer señora Ferrer –Refugio asintió sonriente
-Oh preciosa llámame por mi nombre, por favor –sonriente Merianne se acerco a darle un abrazo –Estoy encantada de poder conocerte al fin, eres tan bonita como me dijeron
-Gracias –Refugio se sonrojo, ¿Cómo le dijeron? ¿Quién le dijo?
-Y por lo que me han dicho tienes carácter –Merianne miro a su hijo de reojo –Mantener a Gabriel en su sitio es un gran logro
-Una mujer con carácter es lo necesario para mantener a los hombres Ferrer en su lugar, como mi esposa –Walter se paro frente a Refugio y tomo su mano para saludarla de la misma forma en que lo hizo su hijo –Es todo un placer tenerla en mi casa Refugio
-Oh y mi marido, George –Melanie señalo a su esposo
-Encantado –George asintió con la cabeza –Ya me han comentado que se te dan bien los niños Refugio
-Y no te imaginas cuanto –Camila miro a Dionisio divertida, estaba claro que el mayor niño al que se refería era el -Consiguió que mi hermano cargara a James
-Eso es todo un logro –Merianne sonrió abiertamente –Esta claro que eres la secretaria que mi hijo necesita
-Y no dudes en usar tu carácter –Walter dio una palmada a su hijo en la espalda
-Bueno si nos disculpan –Con el ceño fruncido Dionisio  coloco una mano en la espalda de Refugio y la empujo suavemente para alejarla de todos ¿Qué demonios le pasaba a su familia? ¿Por qué la avasallaban de esa forma? Estaba seguro de que era culpa de su hermana -Perdona por sus comportamientos.
-¿Siempre son así? –Refugio sonrió divertida, parecían simpáticos pero se había sentido un poco agobiada
-No, tu has despertado su interés –Dionisio la miro de reojo, ¿ella? ¿o era el comportamiento de el? El mismo admitía que se había estado comportando de forma extraña.
-Parece que ya conociste a toda mi familia –Gabriel  se unió a ellos sonriente
-¿Eres tu quien les hablo de mi? –Refugio le miro divertida
-Por supuesto –Gabriel  le guiño un ojo –Mi madre lleva rezando toda su vida por que apareciera una mujer que me de calabazas
-¿eso es lo que yo he hecho? –Refugio sonrió
-Desde el primer día –Gabriel  asintió –Desde tu entrevista ¿recuerdas?
-¿Desde la entrevista? –Dionisio frunció el ceño ¿Qué diablos había pasado en la entrevista? ¿y por que le molestaba tanto?
-Por cierto hermano, todo esta listo para la campaña de Acapulco –Gabriel desvió el tema divertido –Tendrás que ir la semana que viene.
-Ya lo se –Dionisio miro a Refugio –Necesito que reserves dos billetes de avión.
-Claro ¿a nombre suyo o de su hermano? –Refugio frunció el ceño ¿y el equipo? -¿Y el resto?
-A mi nombre y al tuyo –Dionisio evito mirarla –Los demás marchan mañana para preparar todo
-¿yo? –ella se quedo paralizada ¿Acapulco? ¿ir de viaje con el?
-¿Desde cuando tus secretarias te acompañan en los viajes? –Gabriel sonrió divertido, ella parecía nerviosa con la idea
-Esta es una campaña muy grande, necesitare ayuda –Dionisio fijo su vista de nuevo en Refugio –Marcharemos el miércoles ¿tendrás problemas con Damián y Sophia?
-No creo –Ella se quedo pensativa –lo arreglare todo
-¿Damián y Sophia? –frunció el ceño ¿se estaba refiriendo al marido y la hija?
-Su hermano y su sobrina –Dionisio miro a su hermano a la cara, haciéndole entender que estaban totalmente equivocados.
-Ya veo –Una sonrisa apareció en la cara de Gabriel, ¿no estaba casada? Estaba libre y parecía que su hermano estaba aprovechando la oportunidad.
Refugio observa como ambos hermanos se miraban, como si estuvieran compartiendo un secreto.Todos en esa familia parecían saber cosas sobre ella, tener una doble intención y eso la estaba empezando a poner nerviosa. Pero la fiesta aun estaba por ponerse mas tensa. Miro fugazmente a la puerta de entrada a la sala y se quedo paralizada. Un escalofrió recorrió su cuerpo, sentía la boca seca y los nervios daban punzadas a su estomago.Tenia que salir de allí, tenia que alejarse, ahora.
-Si me disculpan Voy al servicio –Refugio trago saliva y simulo una sonrisa
-Claro –Dionisio frunció el ceño ¿parecía nerviosa? ¿seria por el viaje? ¿tan malo le parecía ir de viaje con el? Señalo el pasillo –La tercera puerta a la izquierda
-Gracias –Refugio camino deprisa por el pasillo
-¿Por qué no te has ofrecido a acompañarla? –Gabriel rió mirando a su hermano
Refugio camino deprisa por el pasillo, entro al baño y cerro la puerta tras ella ¿Qué iba ha hacer ahora? Tenia que marcharse, si la veía todo estaría perdido. Ahora que las cosas comenzaban a ir bien, ahora que era otra persona. Se miro al espejo, sentía ganas de llorar Jamás pensó que le dolería tanto verle de nuevo, respiro profundamente y salio del baño decidida a marcharse.
-¿Refugio? ¿Estas bien? –Lucia la miraba preocupada -¿pareces nerviosa?
-Tengo que irme, me ha surgido algo –Ella la miro preocupada -¿podrás arreglártelas para irte?
-Si, no te preocupes le pediré a Gabriel que me lleve a casa –Lucia decidió no hacer mas preguntas
-Lo siento, pásalo bien –Y sin mas Refugio camino deprisa alejándose de ella. Evito pasar por la sala de la fiesta y salio rápidamente de aquella casa. Suspiro al haber conseguido salir, pero claramente la suerte no estaba de su lado.
-¿Refugio? –Un hombre mayor la observo sorprendido –Refugio Chavero ¿tu por aquí?
-Discúlpeme señor Clark tengo prisa –Y camino a prisa hacia su auto, se subió en el y salio de aquel lugar a toda velocidad
Refugio Chavero, hacia tanto tiempo que no la llamaban así. Esa ya no era ella, no era una Chavero, dejo de serlo hace mucho tiempo. Pero parecía que no se podía escapar del pasado. Tendría que ocultarle a su hermano lo ocurrido para que no se preocupara, lo ultimo que Damian necesitaba era recordarle todo.Quienes eran y lo que ello acarreaba.

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