Capitulo 12:Todas las noches

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Dionisio no dejo de mirar a Refugio durante toda la mañana, estaba fastidiado de no poder acercarse a ella de la forma que quería.  Pero con tanta gente alrededor no podía y tampoco era capaz de concentrarse. Por el contrario Refugio se sentía muy cómoda trabajando con sus compañeros.
Después de una mañana cargadita todos fueron a comer a un restaurante italiano, Mark a pesar de lo ocurrido en la noche anterior seguía muy pendiente de ella.
-Creo que las playas de Acapulco serán una gran reclamación al turismo –Dionisio hablaba con uno de los directores de turismo mientras observaba de reojo a Refugio
-Y los parques tambien –Mark sonrió ampliamente
-Deberíamos incluir la Catedral y las Galerías Diana –Refugio miraba a Dionisio a los ojos –Y el Mágico mundo, para excursiones familiares.
-Estoy de acuerdo –Dionisio sonrió mirándola divertido
-Si me disculpan –ella se levanto discretamente y camino hacia los servicios ¿Por qué cada vez que le miraba recordaba el incidente de la piscina? Entro a los servicios y se refresco un poco la cara  había sentido durante todo el tiempo la mirada de el clavada en su cuerpo, se observo en el espejo, llevaba un vestido blanco.
-Ese vestido te queda muy bien –Dionisio permanecía parado junto a los lavabos mirándola con una sonrisa –Me gusta
-¿Qué estas haciendo aquí? –Ella abrió los ojos sorprendida ¿acaso se había vuelto loco? –Este es el baño de señoras
-No creas que me olvido de lo de anoche –Dionisio se acerco despacio a ella –Me tiraste a la piscina
-Me intentaste besar –Refugio le miro a la cara
-Me ahogaste –El sonrió mientras levantaba una ceja
-Me besaste –Ella se mordió el labio nerviosa
-¿Siempre tienes que tener la ultima palabra? –negando con la cabeza se acerco aun mas a ella
-¿Siempre haces lo que te da la gana? –ella suspiro
-Si –Y rápidamente rodeo la cintura de ella con sus brazos y la pego a su cuerpo para besar sus labios. Refugio coloco los brazos en su pecho sorprendida, debería resistirse, empujarle pero no lo hizo.  Dionisio la empujo lentamente hacia el mueble y descendió besando su cuello sensualmente.  Un suspiro salio de los labios de ella mientras tiraba de su camisa, toda la ropa le molestaba.
El teléfono de Dionisio comenzó a sonar y recordando donde se encontraban se separaron rápidamente.  El busco en su bolsillo y al ver que se trataba de su madre respondió rápidamente.
-Dime mama –Mientras respondía se giro hacia la pared inspirando aire profundamente para tratar de relajarse.
-¿Estas bien? –Merianne sonó preocupada al otro lado –Te noto agitado
-Estoy perfectamente –El suspiro ¿agitado? Ahora mismo lo único que quería era desnudar a Refugio Chavero y demostrarle todo el placer que podía darle -¿Qué pasa?
-¿Qué tal esta Refugio? –El silencio se hizo en el teléfono esperando una respuesta
-Mama ¿llamas para preguntar como esta mi secretaria? –no podía creerlo ¿de verdad? Se giro para mirar a Refugio y lo único que vio fue la pared –Pero ¿Dónde diablos se ha metido?
-¿Quién? –Merianne sonó sorprendida -¿De que hablas Dionisio?
-De nada mama –Se acababa de poner de mal humor, ¿Por qué cada vez que se acercaba a ella se iba corriendo? –Tengo que dejarte
Colgó el teléfono y salio del baño molesto, cuando llego a la mesa solo quedaban los directores de turismo.  Como ya se había hablado el resto de su equipo tendría la tarde libre ya que lo único que quedaba era papeleo.  Eso era lo único que le faltaba, toda la tarde sin verla y peor aun sin saber donde estaba y con quien.
El resto de la tarde Refugio aprovecho para dar un paseo por Acapulco y por supuesto ella y Ana fueron de compras.  Al regresar al hotel cenaron todos juntos, Dionisio aun no regresaba y por desgracia Refugio no hacia mas que pensar en el.  El beso del baño, ¿Qué significaba todo esto?
Decidió salir a pasear sola por los jardines y tratar de aclararse la ideas, al final termino sentada en las tumbonas junto a la piscina, hablando con Camila por teléfono.
-¿tu estas tonta? –Camila parecía desesperada al otro lado -¿Por qué te fuiste?
-No lo se –Refugio suspiro –Es complicado
-¿complicado? –Camila empezó a reír –Te acostaste con tu jefe, pero antes de que fuera tu jefe  ¿Qué culpa tienes de que el quiera mas? Aprovéchate
-¿me estas aconsejando que me acueste con el? –Refugio rodó los ojos
-¿No lo has hecho ya? –Camila suspiro –Seamos sinceras, estas en Acapulco, con un pedazo de bombón que quiere acostarse contigo ¿lo vas a dejar pasar?
-Pero ¿y después? –Refugio se quedo pensativa –Soy su secretaria, tendré que verle día a día
-Mira Refugio te voy a dar un consejo –Camila ya cansada se puso seria –Haz caso a tu corazón por una vez en tu vida
Refugio se quedo mirando su teléfono ¿le había colgado?  Hacer caso a su corazón, era eso a lo que tenia miedo.  Pero además ¿Qué le decía su corazón? ¿Qué quería su corazón? Y lo mas importante ¿se equivocaba?
Dionisio camino molesto por los pasillos de las habitaciones, se paro frente a la de Refugio y toco la puerta dos veces.  Al ver que no abría volvió a llamar, pero nadie contestaba ¿no estaba?  ¿Por qué la suerte nunca estaba de su lado?  Bajo a recepción decidido a saber donde se encontraba  Esta noche no la dejaría pasar, Refugio Chavero seria suya de nuevo.  Sabia que ella lo deseaba tanto como el.
Cansado de buscarla por todo el hotel solo se le ocurrió el jardin, pero tampoco tuvo mucha suerte.  Hasta que por fin la vio, junto a la piscina .  Todo estaba en silencio, ella estaba allí sola, sentada, con la mirada perdida ¿Estaba triste?  Observo como su cabello se movió suavemente con la brisa, era perfecta.  Era la mujer perfecta.
-¿Pensando? –Se paró a su lado sin dejar de observarla
-Hola –Ella le miro de reojo -¿Qué tal el papeleo?
-Desapareciste –Dionisio ignoro su pregunta, no caería en ese juego.  Se agacho para quedar a su altura y la miro a los ojos -¿Por qué te fuiste?
-¿Por qué debía quedarme? –Ella le sostuvo la mirada –Era mi tarde libre
-No me refiero a eso y lo sabes –negó con la cabeza y apoyo las manos en el sillón a ambos lados de ella -¿Por qué huyes de mi?
-¿Por qué me persigues? –No sabia que responder así que decidió preguntar
Dionisio permaneció en silencio observándola, ¿Por qué? ¿Por qué era muy hermosa? ¿Por qué la deseaba? ¿Por qué no podía sacársela de la cabeza?
Acerco su rostro al de ella despacio, observo sus labios, tan dulces, tan suaves y los beso.  Lentamente, acariciándolos, dejando que fuera ella quien le diera paso al interior de su boca.   Y así ocurrió, Refugio entreabrió sus labios dejándole saborearla y entonces el no pudo esperar mas.
Coloco las manos en su cintura y se lanzo sobre ella recostándola y quedando encima.  Acaricio sus piernas hasta llegar a su cintura por debajo del vestido, dejo de besarla para descender por su barbilla, su cuello y sus hombros mientras ella suspiraba.  Dionisio sabia que no podría parar, no ya.   Estaba entre sus piernas, podía tocar su piel, oler su aroma, saborearla y ahora necesita entrar en ella.  Nada se lo impediría.
Comenzó a bajar el tirante de su vestido mientras daba pequeños mordiscos a su cuello.
-Dionisio –Refugio gimió su nombre mientras sentía sus sensuales labios sobre su piel y sus manos recorriendo cada centímetro de sus piernas.  Apoyo las manos en su pecho, pero no para retirarle.  Ella misma se sorprendió al comenzar a abrirle la camisa, desabotono lo que pudo e introdujo las manos para acariciarle.   Podía sentir la respiración agitada de Dionisio contra su piel –Para
-No puedo –El le respondió regresando a tomar sus labios ¿Parar? Ahora mismo ni un tornado conseguiría separarle de ella.  Deslizo las manos sensualmente por el interior de sus muslos hasta llegar a sus braguitas –Por favor Refugio, te necesito
Un escalofrío recorrió el cuerpo de ella al oírle ¿La necesitaba? Y ella a el, no podía esconderlo mas, no quería esconderlo mas.  Se arqueo haciéndole saber que estaba lista para el, que quería llegar hasta el final.  Que no le importaba nada, ni siquiera el saber que estaban en la piscina.
La felicidad recorrió el cuerpo de Dionisio cuando comprendió que podría saborear su cuerpo de nuevo.  Debería llevarla a la habitación, pero ahora mismo no podía separarse de ella.  Se apretó contra ella haciéndole notar su erección y llevo la mano a la cremallera de su pantalón para abrirlo.
-Supongo que porque pensabas que me aprovecharía de la situación –Refugio sonrió divertida –O que mi marido se molestaría
-¿Se esta burlando de mi señorita Chavero? –Dionisio levanto una ceja -¿Debo recordarle que soy su jefe?
-¿Burlarme de usted señor Ferrer? Jamás –Ella se encogió de hombros –Yo soy su fiel secretaria
-Eso me gusta –Dionisio se abalanzo para besar su cuello y extendió el brazo para quitarle el vestido, pero ella se lo impidió tomándole la muñeca.
-Pero ahora no estamos en horario de trabajo –Ella sonrió de forma superior mientras le obligaba a mantener su mano alejada, después comenzó a desabotonar los últimos botones de la camisa y la dejo caer al suelo –No tengo que cumplir sus ordenes
Dionisio rió divertido, ¿cumplir sus ordenes? No recordaba que ella fuera tan obediente, pero eso era lo que mas le gustaba.  Sintió las manos de Refugio recorriendo su pecho para descender por su estomago hasta su pantalón, cerro los ojos disfrutando de esa maravillosa sensación.  Una vez abierto el pantalón cayo al suelo y el mismo se quito los zapatos para salir de el . Refugio le observaba de forma sensual, estaba desnudo, para ella, solo para ella  sonrió, esta noche, no debería existir, pero ahí estaban dispuestos a darse placer el uno al otro y por Dios que ella se lo iba a dar.  Dionisio Ferrer no olvidaría  esa noche en mucho tiempo  comenzó a repartir sensuales besos por su pecho y sus hombros, subió a rozar sus labios y cuando el hizo el intento de besarla se aparto sonriendo.  De nuevo se acerco para besar su abdomen y fue descendiendo hasta el filo de sus calzoncillos, los labios de el permanecían abiertos mientras su respiración se aceleraba.
Sensualmente Refugio tiro de los calzoncillos hasta dejarle totalmente desnudo, al fin podía verle.  La única noche que había compartido con el estaba demasiado bebida pero recordaba como sabia cada centímetro del cuerpo de ese hombre, se mordió el labio deseosa de volver a sentir todo eso de nuevo.  Se acerco a el y deposito un beso en su pelvis, Dionisio apretó los puño tratando de relajarse pero no pudo evitar que un gemido saliera de sus labios cuando ella comenzó a lamerle  ¡Por todos los santos esa mujer lo estaba volviendo loco!
Refugio disfruto torturándole, hasta que se decidió divertirse un poco mas, se levanto y le empujo para que cayera sentado en la cama.  El poso su fogosa mirada en ella mientras se deshacía de su ropa.  Dejo caer su vestido al suelo, desabrocho su sujetador y lo lanzo al otro lado de la cama y por ultimo deslizo sus braguitas por sus piernas.  Dionisio jadeaba con tan solo verla, necesitaba tenerla entre sus brazos, acariciarla y besarla y cuando la vio soltar su melena sus ojos se abrieron y tuvo que tragar saliva.  Era una diosa, una autentica diosa y esta noche era solo para el.  Despacio ella se acerco y obligándole a tumbarse se subió sobre el, le beso en los labios mientras se movía en círculos volviéndole loco.
-¿Contento con su secretaria señor Ferrer ? –Ella le hablo al oído conteniendo la risa
-Sabe Dios que si –El respondió besándola en el cuello y acariciándole la espalda
-Solo esta noche –Ella volvió a repetirlo para que a el no se le olvidara ¿o era para no olvidarlo ella?
-Solo una noche –El asintió mientras se introducía en su interior y de nuevo todo se vino abajo ¿Solo una noche? ¡Al diablo La quería todas las noches en su cama, todas las noches sobre el, todas las noches volviéndolo loco!

Dionisio entreabrió los ojos despacio, sentía la suave piel de ella pegada a la suya y su olor sensual le torturaba de nuevo.  Se incorporo despacio para observarla, dormía bocabajo con la sabana enredada en su cintura y dejando a la  vista sus suaves piernas.
Estiro el brazo y cogió su móvil de la mesilla de noche, miro la hora, las cuatro de la mañana  ¿Por qué se había despertado?  Claro, porque ella estaba a su lado  Era imposible que su cuerpo no reaccionara de esa forma con Refugio .   La observo una vez mas y una idea se le vino a la cabeza, nunca había hecho algo así, de hecho jamás tenia fotos de o con alguna mujer con la que había estado.  Enfoco a Refugio con su teléfono e hizo una fotografía, la observo una y otra vez con una sonrisa  Seria un bonito recuerdo.
Se levanto de la cama tratando de no hacer ruido y fue al servicio, cuando salio frunció el ceño al ver algo en el suelo  ¿un móvil?  Era el teléfono de Refugio, lo tomo y se quedo mirándolo  podría echar un vistazo ¿no?
Regreso a la cama y comenzó a buscar en el teléfono, solo había fotos de su sobrina, de su hermano y de su amiga con ella.  En la agenda tampoco había nada interesante, estuvo apunto de soltarlo hasta que se le ocurrió mirar los mensajes.
Entro en la bandea ¿234? ¿Esta mujer nunca borraba mensajes?
Empezó a leer
Damian ;

¿Qué tal te lo estas pasando por allí hermanita? Espero que tu jefe no te mate a trabajar  Cuídate mucho y besos de tu sobrina
Estamos deseando tenerte de vuelta

¿Matándola a trabajar? Tuvo que aguantar la risa para no despertarla.  Si su hermano supiera.
Camila;

¡¿Qué tal Acapulco? ¡No trabajes mucho
Recuerda siempre hay tiempo para divertirse, aprovecha, conoce hombres, disfruta  Y por supuesto cuéntamelo todo xdxd
Besos

¿Conoce hombres? Ni hablar, Refugio no conocería a nadie aquí, de eso se encargaría el
Jose;

¿Cómo esta Sophia?
Si necesitas algo avísame

Jose ;

¿No me piensas contestar?
Por favor Refugio, ire a buscarte, lo sabes

Jose;

A pesar de los años no has cambiado ¿Por qué eres tan cabezota?
No me voy a rendir, si hemos vuelto a encontrarnos es por algo

Jose;

Maldita sea, lo siento, se que me equivoque
Todo era muy complicado, es mi familia  Por favor perdóname, necesito verte Refugio   Nunca he olvidado nuestra promesa

¿Promesa? ¿Qué promesa? ¿Jose? Ese era el medico, apretó el móvil entre sus manos Sabia que había algo entre ellos, ¿pero por que insistía?

Royer;

Refugio ¿puedes cambiar tu turno para esta noche?
Andrea se ha enfermado y no me fío de dejar a la nueva sola
Dame un toque si puedes y entras a las nueve
Un beso preciosa

¿Turno? ¿Turno de que? ¿Y quien era ese Royer? Este mensaje era de hace mas de dos meses ¿Era de trabajo? ¿Dónde trabajaba Refugio antes?

La Secretaria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora