Capitulo 28:La Bendicion

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-umm –Dionsio se estiro entre las sabanas y volvió a rodear la cintura de Refugio con su brazo
-Dionsio–Refugio bostezo -¿Qué hora es?
-No lo se –El la abrazo fuertemente –Y no me importa ¿nos quedamos todo el día aquí?
-¿En el hotel o en la cama? –Refugio rió y se giro para mirarle a la cara
-¿Tu que crees? –levanto una ceja divertido y la beso despacio  Paso las manos por su cintura acariciándola y rodó quedando sobre ella -¿y si te preparo un baño?
-¿Qué quieres a cambio? –Refugio le rodeo con las piernas
-A ti –Dionsio comenzó a besarle el cuello
El sonido de un teléfono interrumpió el silencio de la habitación, Dionsio suspiro, era el suyo
-¿Y si no contesto? –ignorando la música siguió entretenido con su cuello
-¿Y si es importante? –Refugio suspiro mientras acariciaba su espalda –mmm
-¿y si no es nada? –Dionsio bajo una mano hasta su muslo y volvió a besarla en los labios
-¿y si lo es? –Refugio se arqueo hacia el ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué mas le daba quien llamaba? ¿O para que? El era suyo, todo suyo
-Que le den al teléfono –Dionsio le mordió el labio y en un rápido movimiento se introdujo en ella
-Ahh –el gemido de refugio inundo la habitación, despacio se movió acompasándose al ritmo de el.   De nuevo el teléfono sonaba, pero en esta ocasión ninguno le prestaba atención, solo se oían a si mismos. Sus suspiros y gemidos, sus caricias, sus besos todo ello hasta llegar al grito de placer que consumió toda la energía de ambos.
-Dios –Dionsio se dejo caer sobre ella con cuidado de no aplastarla, beso una vez mas su cuello y se tumbo a su lado para recobrar la respiración -¿Qué decías del teléfono?
-¿Qué teléfono? –respondió con la respiración acelerada y mirándole de reojo y los dos rieron.  De nuevo la música inundo la habitación.
-Ese teléfono –Suspirando Dionisio rodó sobre la cama para tomar sus pantalones del suelo, busco su teléfono y como no.  Melanie, resignado contesto la llamada -¿No te cansas de molestar?
-¿Dónde demonios estas metido? –A pesar de la pregunta la voz de ella se oía feliz, ya podía imaginar a su hermana con una gran sonrisa en el rostro –Da igual, ya lo imagino  Pero deja a Refugio respirar un ratito y ven a casa, tenemos algo que preparar.
-¿De que hablas? –Dionisio rodó los ojos
-Hay que preparar una fiesta de cumpleaños para Refugio , he pensado que en casa no estaría nada mal.  Pero no quiero que ella se entere –Melanie cogio carrerilla y parecía ni siquiera tener que respirar –Ya lo hable con Damián , Lucia y Camila.  Pero tendrías que ir a decírselo a su padre, no quedaría muy bien ignorarle.  Y tener cuidado para que ella no sospeche nada. . .

-Mel, Mel para –Dionisio frunció el ceño -¿Puedes hablar mas despacio?
-Esta bien –Su hermana suspiro –El viernes es el cumpleaños de Refugio , Damián me lo dijo en la fiesta . Cuando ustedes se fueron a pasarlo bien.  Y hable con mama y con Gabriel y con los demás  ¡Vamos a organizarle una fiesta!
-¿Sabes que Melanie? –Dionisio miro de reojo a Refugio–Me parece una gran idea, espera que llegue a casa y hablamos
-Vale –Melanie parecía satisfecha –Dale besos a Refugio , bueno creo que eso no hace falta que te lo diga  Hasta ahora
-¿Pasa algo? –Refugio se acerco a Dionisio y apoyo la cabeza en su hombro
-No –el dejo el teléfono en la mesilla de noche –Mi hermana, ya sabes
Después de ducharse juntos, Dio acerco a Refugio a su casa para que pudiera cambiarse y después ir a trabajar, por su parte el tenia que ir a casa de sus padres para preparar todo lo necesario.  Nada mas entrar por la puerta su hermana se abalanzo sobre el.
-¡Si! ¡Si! –Melanie salto a sus brazos haciendo que casi cayeran al suelo -¡Estas con Refugio !
-¿Te has vuelto loca? –Dionisio la miro sorprendido, mientras la apartaba
-Hijo –Merianne corrió hacia el y le abrazo –Me alegra tanto, es la mujer para ti
-Al fin hermanito –Gabriel le miraba aguantando la risa al verle agobiado por ambas mujeres
-¿No teníamos una fiesta de la que hablar? –Dionisio suspiro
-Es cierto –George miro a su esposa -¿No estabas tan emocionada con la fiesta?
-Si –Melanie al fin liberó el brazo de su hermano y salio corriendo hacia el salón, todos la siguieron
Dionisio paro el auto frente a la mansión Villareal, lo cierto es que era imponente ¿o quizás fuera el pertenecerle a los Villareal?  Una vez en la puerta llamo al timbre y la asistenta tardo poco en abrir, la mujer lo miro con una sonrisa.
-Señor Ferrer –parecía feliz al verle –Refugio no se encuentra
-Venia a ver al señor Villareal –Dionisio entendió porque la sonrisa de la mujer, seguramente Refugio le había hablado de el -¿se encuentra?
-Si, claro –Confundida la mujer se hizo a un lado para que pasara y después le guió hasta el despacho. Aquel en el que una vez había podido ver a Refugio en todo su esplendor, peleando con su padre  abrió la puerta  -Señor Villareal, Dionisio Ferrer esta aquí
-¿Dionisio Ferrer? –Robert Villareal se levanto de su asiento con el ceño frunció
-Buenos días Señor Villareal - Dionisio entro al despacho y extendió su mano para estrecharla

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