Capitulo 24:Perdon

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-¿Una Villareal? –Merianne miraba a Gabriel sorprendido -¿Cómo puede ser eso?
-Al parecer su padre la obligo a escoger entre su hermano y el –Gabriel se sentó a la mesa –Y después le hizo la vida imposible.
-Se cambio el apellido –Melanie frunció el ceño -¿Qué dice Dionisio?
-¿Decir? Nada –Gabriel suspiro –No se le puede hablar del tema
-Pero ¿Qué fue exactamente lo que paso? –Walter miro a su hijo preocupado
-Al parecer Villareal y Refugio discutieron en la fiesta –Gabriel se quedo pensativo unos momentos –Ella le insulto y cuando Dionisio oyó lo que le dijo, fue corriendo a disculparse.  Le dijo que no era mas que una secretaria.
-Oh Dios –Merianne llevo una mano a su cabeza -¿En que estaba pensando mi hijo?
-No creo que Refugio olvide eso –George miro a su esposa que se había quedado en silencio, parecía estar pensando  -Es una mujer con genio
-Estuvo prometida –Melanie se levanto de su asiento –No confía en los hombres
-¿A dónde vas? –Walter miro a su hija confundido
-A hablar con ella –Melanie camino hacia el interior de la casa
-¡Eh! –Gabriel la siguió -¡Eso no es buena idea!
-¿Por qué no? Ella no confía en los hombres –Melanie suspiro –Y pensara que el la uso, que solo estuvo con ella en el viaje.  Yo le diré que no es así, que mi hermano no es hombre de una sola noche.
-No es así –Gabriel desvió la vista –Ellos se conocían de antes
-¿Cómo? –Melanie abrió los ojos sorprendida -¿Entonces por que no nos hablo de ella?
-Cuando discutió con Marta estaba tan mal que le aconseje que se divirtiera –Gabriel miro a su hermana con vergüenza –Conoció a Refugio en el bar de un hotel y pasaron una noche juntos.  Al día siguiente ella se había marchado y no supieron mas el uno del otro hasta que se encontraron en la empresa.
-Oh mierda –Melanie se apoyo en la pared -¿Cómo voy a decirle que mi hermano no es así si se comporto de esa forma?
-Ves como no es tan fácil –Gabriel la miro fijamente –Creo que esto no tiene arreglo
-No, se arreglara –Melanie cogio su bolso del perchero y se dirigió hacia la puerta –Esa es la mujer para mi hermano.  No importa su apellido, es Refugio y el la quiere.
-Buenos días preciosa –Royer dio un beso en la mejilla a Refugio y entro a la cocina
-¡Que derroche de felicidad! –Refugio le siguió con la mirada -¿Una buena noche?
-Fantástica –el asomo la cabeza por la ventanilla que comunicaba la cocina con la barra
-¡Uhh! –Laura, la otra camarera se paro junto a Refugio con la leche en su mano
-¡Royer sale con alguien! ¡Royer tiene novia! –Las dos se pusieron a gritar mientras reían, como si fueran dos niñas pequeñas
-¡Eh! ¡Cállense! –el se puso colorado –Déjenme de tomarme el pelo y a trabajar
-¡Si señor! –Las dos se cuadraron como si fueran soldados y riendo regresaron a su trabajo. Refugio tomo la libreta y miro a una mesa en la que había una mujer sentada ¿una mujer? ¡Melanie!  Estaba allí sentada, mirándola con curiosidad.
Refugio se quedo parada mirándola, ¿Qué hacia aquí?  Camino hacia su mesa despacio y se paro ante ella.
-Hola Melanie –Le sonrió -¿Vas a tomar algo?
-Una cerveza –Melanie la miro con tristeza –Esperaba poder hablar contigo ¿crees que será posible?
-Si, vuelvo en un minuto –Se acerco a la barra sirvió la cerveza y aviso a Royer que se tomaba unos segundos.  Regreso a la mesa coloco la cerveza ante ella y se sentó –Dime
-Pareces feliz aquí –Melanie miro a su alrededor -¿No echas de menos a Dionisio?
-Aquí he vivido muchas cosas –Refugio suspiro –En cuanto a Dionisio, ya me acostumbre a que mi vida girara tan rápidamente
-Por tu padre –Melanie extendió un brazo y tomo su mano –No logro imaginar lo duro que debió ser para ti.  Dionisio te quiere.
-Eso no sirve de nada –Refugio negó con la cabeza -¿Estarán dispuestos a enfrentarse a Robert Villareal ? ¿Estarán dispuestos a perderlo todo?
-Estas preocupada por nosotros –Melanie sonrió, era por eso por lo que se alejaba  No quería que les hicieran daño –Es por eso
-No, no es solo por eso –Refugio la miro fijamente –Siempre supe que no funcionaria, tu hermano me dejo muy claro lo que era para el.  Una secretaria, nada mas
-Estaba nervioso por tu padre –Melanie cerro los ojos e inspiro profundamente
-Ese es el problema –Ella sonrió -¿Como se comportara cuando amenace con cerraros puertas? Y sabes que puede hacerlo.  Todo es mas fácil así, es de esta forma como tiene que ser.
-No estoy de acuerdo –suspiro, si era difícil  Y naturalmente que le tenían miedo a Villareal, pero Dionisio y ella se querían.
-¡Refugio! –José entro a la hamburguesería agitado la busco por todos lados y al  verla en la mesa corrió hacia ella -¡Ven conmigo!
-¿Qué? –Ella se levanto de la mesa –Yo no voy a ningún sitio José
-¡¿No la oyes?! –Royer se paro junto a el agarrándole del hombro -¡No eres bienvenido en mi bar y lo sabes!
-Refugio tienes que venir al hospital –José parecía verdaderamente preocupado
-¿Al hospital? ¿Le paso algo a Sophia? ¿Mi hermano? –comenzó a ponerse nerviosa
-Es tu padre –José la miro a los ojos –Sufrió un infarto
Todo se quedo en silencio a su alrededor, todos la miraban y ella solo podía mirar a Jose fijamente  ¿un infarto? ¿Se estaba muriendo?  Ella no quería que se muriera, le había hecho daño, le había destruido la vida pero era su padre.  Después de todo lo que había pasado tenia algo que agradecerle, la había hecho darse cuenta de lo que valía la pena en este mundo y de las personas que verdaderamente merecían estar en su vida  Su padre se había equivocado, pero no dejaba de ser su padre.   El que la enseño a caminar, el que la llevaba a la piscina, que jugaba al fútbol con ella y Damián, que saco a un chico a patadas de su casa cuando vio que la estaba besando, que se planto nervioso ante ella tratando de hablarle de sexo.   Sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas ¿Qué podía hacer? ¿Dejarle solo? Ella no era capaz de eso, le guardaba rencor, dolor pero tambien cariño, era su padre.
-Refugio ¿me has oído? –José puso una mano en su brazo -¿Quieres ir al hospital?
-Nena reacciona –Royer aparto a José y se paro ante ella, la tomo por los hombros y la movió delicadamente –Mírame ¿Quieres estar con tu padre en estos momentos?
-Si –su voz fue apenas un susurro –Tengo que ir con el
-Muy bien –Royer se giro hacia José –Ira contigo, pero cuidado con lo que haces
-Vamonos –Jose la tomo de la mano y salio corriendo del bar, llevándola con el
-Ese hombre no me gusta –Refugio miraba la ventana –Fue capaz de hacerle eso a su hija
-¡Ya te dije que no quiero hablar mas de eso! –Dionisio dio un golpe en la mesa -¡Ni de Villareal, ni de Refugio!
-Vale –Gabriel miro fijamente al suelo, nunca había visto a su hermano tan mal
El teléfono de Dionisio comenzó a sonar y el lo tomo, suspiro al ver que era su hermana y descolgó
-¿Qué pasa Mel? –parecía cansado
-Escúchame, estaba con Refugio en el bar y  -Melanie hablaba nerviosa
-¡Queréis dejarme en paz de una maldita vez! –Dionisio apretó el teléfono molesto -¡No quiero saber nada e Refugio Chavero! ¡O Villareal!
Gabriel observo sorprendido como su hermano colgaba a Melanie y lanzaba el teléfono al otro lado de la oficina, chocándolo contra la pared y haciéndolo pedazos.
El lugar se quedo en silencio unos momentos, Dionisio respiro profundamente y volvió a sentarse en su lugar, tomo los papeles y comenzó a trabajar como si nada, su hermano decidió quedarse callado y se centro en su trabajo .
-¡¿Por qué demonios me has colgado el teléfono?! –Melanie entro a la oficina empujando las puertas fuertemente  -¡Era importante!
-¡¿Importante?! –Dionisio salto de su asiento como si acabaran  de lanzarle un insulto a la cara -¡Dejad de tocarme las pelotas!
-¡¿Pero que pasa contigo?! –Melanie le miro sorprendida -¡Lo único que pretendía era avisarte! ¡El padre de Refugio esta en el hospital, le dio un infarto!
Todo se quedo en silencio, Dionisio miraba a su hermana con los ojos abiertos de par en par
-¿En que hospital? –Gabriel se levanto de su asiento rápidamente
-No se –Melanie no dejaba de mirar a Dionisio–Vino a buscarla el tal José
-Yo se que hospital es –Dionisio salio precipitadamente por las puertas, el mismo al que habian llevado a Sophia tiempo atrás
-¡Espera! –Gabriel le siguió rápidamente –Voy contigo
Dionisio no dijo nada en todo el camino al hospital, solo pensaba y pensaba en todo lo que estaba pasando.  Aparco y junto con su hermano entraron al hospital, averiguaron la habitación en la que estaba y entraron al ascensor.  Dionisio solo pensaba en Refugio, ¿Cómo se encontraría? Tenia que apoyarla, demostrarle que estaba a su lado, que podía confiar en el.  Las puertas del ascensor se abrieron y en absoluto silencio los dos salieron, entonces Dionisio se paro mirando al pasillo.  Gabriel trago saliva despacio y miro a su hermano de reojo.
Allí frente a ellos, en el pasillo estaba Refugio, abrazada a José .  Ambos parecían cómodos con la situación, el pasaba las manos por la espalda de ella despacio mientras Refugio mantenía la cabeza apoyada en su hombro, enterrando la cara en el cuello de el.
-Nos vamos –Dionisio apretó los puños, se giro y volvió a entrar en el ascensor
-Espera –Gabriel le siguió -¿No vas a ver a Refugio ?
-Ya esta bien acompañada –Dionisio pulso el botón de la planta baja
Refugio ahogaba las lagrimas en el hombro de José, había sentido tanto alivio al saber que estaba bien.  Su padre estaba bien, había sufrido un infarto pero se recuperaría.  El le acariciaba la espalda con cariño, tratando de consolarla.
-Todo esta bien –José se alejo y le sonrió -¿Quieres entrar a verle?
-Si –ella suspiro –A solas, por favor
-Claro –Jose asintió y se alejo dejándola sola.  Despacio Refugio abrió la puerta de la habitación y entro.  Frente a ella, en la cama se encontraba su padre, recostado, giro la cabeza y pareció sorprendido al verla allí.

-Refugio–Robert dijo el nombre de su hija como si no creyera el que estaba ahí
-Hola –Se acerco a la cama y suspiro -¿Cómo te encuentras?
-¿Has llorado? –frunció el ceño mirando los ojos rojos de su hija
-Eres mi padre –Refugio volvió a limpiar una lagrima que caía por su mejilla –Aunque te equivocaras, aunque me hayas echo daño.  Eres mi padre y no quiero que te pase nada.
-Tenias razón –Robert la miro con tristeza –Cuando sentía que me estaba muriendo, todo el dinero, el poder, nada de eso me valía para nada.  Me sentía vacío, lo único que realmente tuve en la vida son mis hijos y los perdí.
-Alison siempre dijo que reaccionarias –Sonrió con tristeza –Decía que no eras un mal hombre solo que te asustaba perder el control   Siempre trato que habláramos contigo, incluso quería que se te avisara para el bautizo de Sophia
-Sophia–Robert cerro los ojos –Tu hermano ¿sufrió mucho cuando la perdió?
-Si –Refugio asintió –Nunca volvió a ser el mismo
-Jose vino a verme –Robert la miro con tristeza –Me dijo que habías cambiado, que ahora eras feliz   Feliz como nunca el te había visto, que te había perdido por completo
-Soy feliz –Refugio apretó los labios –En todo este tiempo he sido feliz, cuidando de mi hermano y mi sobrina  Viviendo mi propia vida sin tener que dar explicaciones Rodeada de gente que me valoraba por mi misma
-Jose te quiere Refugio–el inspiro aire profundamente –No ha dejado de quererte
-No papa  Si me quisiera no habría puesto el dinero por delante de mi –ella le miro fijamente –José no sabe querer y tu tampoco
-Pero te quiero, eres mi hija –Una lagrima descendió por el rostro de el -¿Crees que podrás perdonarme algún día?
-Me quitaste todo, mi vida, mis amigos, mi novio –José se mordió el labio nerviosa –Me negaste trabajo, manipulaste todo a mi alrededor   Destruiste todo lo que tenia y todo lo que fui  Sin embargo gracias a ti, se quien soy hoy y lo quiero de mi vida  Eres mi padre y aunque el dolor que me causaste nunca se vaya, no puedo odiarte el resto de mi vida  Porque tu me diste la vida
-Lo lamento tanto –Robert extendió el brazo para tomar la mano de su hija –Ojala pudiera regresar el tiempo atrás pero no puedo ¿Crees que Damián querrá verme?
-No lo se –Refugio se quedo pensativa, su hermano guardaba un gran rencor a su padre  -Tengo que irme  Descansa
-¡No! ¡Me da igual lo que le pase! –Damián se movió nervioso por el apartamento -¡No vera a mi hija jamás!
-Es su abuelo, es tu padre –Refugio lloraba sin poder parar –Le dio un infarto Damián
-¡Por mi como si se muere! –Damián la miro ofuscado
-¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡Puede haberse equivocado, habernos hecho daño pero no deja de ser nuestro padre! –Refugio se acerco hasta quedar a unos centímetros de el, le miro a los ojos –El comportarte así, negarle el perdón solo por hacerle daño no te convierte en mejor persona  Solo muestras que puedes ser igual de cruel que el
-¿Cómo puedes olvidar todo lo que te ha hecho? - Damián miro a su hermana negando con la cabeza –Perdiste a tu novio
-Jose decidió por si mismo –Refugio negó con la cabeza –Y yo no he olvidado nada, hace tiempo que aprendí a vivir con ese dolor  Lo que no se es si podría vivir sabiendo que mi padre murió buscando mi perdón y yo ni siquiera quise escucharle.

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