Capitulo 14:Disculpas

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Refugio se estiro entre las sabanas de su habitación, giro perezosamente y cogio su teléfono para mirar la hora.
-Umm –bostezo dejándolo sobre la mesilla de noche –Las ocho
Era muy temprano pero ya estaba cansada de estar en la cama.  Se quedo tumbada mirando al techo y recordando todo lo ocurrido el día anterior.  Las miradas de todos puestas en ella, se sentía tan sexy.  Debía admitir que la lencería le quedaba muy bien.
Suspiro y se levanto de la cama, sin saber porque se dirigió hacia su maleta y comenzó a sacar cosas, hasta que lo encontró.  Una pequeña parte de ella quería verse con ese conjunto, quería sentirse tan sexy como el día anterior.  Se dirigió al baño y se cambio, al salir se quedo parada frente al espejo con una sonrisa  Le gustaba, le gustaba verse así ¿Qué opinaría Dionisio? Y entonces golpearon su puerta.  Busco algo con lo que cubrirse, cogio rápidamente un fino batín largo de tela, que la verdad no es que cubriera mucho.
-¿Si? –Abrió la puerta y sus ojos se abrieron sorprendidos ¿Qué hacia el allí a las ocho de la mañana?
-¿Podemos hablar? –Dionisio la miraba fijamente a los ojos
-Es temprano –Refugio permanecía tras la puerta, solo con la cabeza asomada –Aun no es hora de trabajar
-¿Puedo pasar por favor? –Dionisio parecía molesto
-Esta bien –Ella abrió completamente la puerta dejándole pasar, después la cerro y se giro para mirarle -¿Qué pasa?
-Necesitaba hablar contigo de. . .-Pero en ese momento el la miro completamente y sus pupilas se dilataron  ¿lencería? Llevaba lencería, podía distinguirlo perfectamente y le quedaba genial.  Entonces recordó la conversación con su hermana lencería azul, era ese el conjunto –Azul
-¿Qué? –Refugio miro y tiro de la tela para cubrirse
-Te queda muy bien –Dionisio no dejaba de mirarla de forma penetrante
-¿Has venido para eso? –Ella levanto una ceja ¿Estas muy bien? ¿Qué tal un lo siento? ¿No debí decir aquello?
-No –El levanto la vista para mirarla a los ojos –La verdad, no recuerdo a lo que he venido.
-Entonces será mejor que te marches –Refugio giro sobre si misma y camino hacia la puerta, cuando estaba apunto de abrirla, sintió el cuerpo de Dionisio presionándola contra la misma
-¿De verdad quieres eso? –Le hablaba susurrando al oído, acaricio con su nariz su cuello hasta parar en su hombro, entonces deposito un suave beso ahí.  La giro para tenerla frente a el y acerco sus labios hasta casi rozarlos –Porque yo no quiero irme
Sentir sus labios tan cerca y su aliento rozándola era algo con lo que Refugio no pudo lidiar.  Subió las manos por su pecho hasta rodear su cuello y adelanto su rostro lo suficiente para lograr que sus labios se tocasen.  Fue entonces cuando ambos perdieron la razón, avanzaron hasta la cama a trompicones, chocando con todo por el camino.  Una vez junto a ella Dionisio le arrebato la bata y la admiro con ese precioso conjunto azul que resaltaba su piel.  Era realmente hermosa.
Refugio le ayudo a quitarse la camiseta y después los pantalones, cuando ella misma iba a deshacerse de su ropa interior el la paro.
-Quiero hacerlo yo –Acaricio sus brazos y su cuello sin dejar de mirarla, deslizo suavemente los tirantes del sujetador y finalmente lo desabrocho para dejarlo caer.  Juntos se lanzaron en la cama. Dionisio beso cada parte de su cuerpo acariciándola al mismo tiempo, volviéndola completamente loca.
Se abandonaron totalmente a su deseo, sin importar el tiempo, ni el lugar.  Sabían que debían bajar a desayunar con el equipo a las diez y a las doce tenían varias reuniones  Pero no importaba, nada importaba.  Solo ellos.
-Creo que esto se esta saliendo de casillas –Refugio suspiro apoyada contra el pecho de el
-A veces es bueno no controlar las cosas –El sonrió acariciando su espalda
Varios golpes en la puerta les sobresaltaron, Dionisio agarro fuertemente las sabanas.  Esa forma de llamar, solo conocía a una persona que llamara así y no deseaba verla precisamente ahora.
-¡Refugio ! –Melanie Ferrer golpeaba al otro lado
-Mierda –Dionisio suspiro, ¿Por qué? ¿Por qué a el?
-Ve al baño –Refugio salio de la cama y comenzó a vestirse rápidamente
-¿Estas hablando en serio? –Dionisio la miro con la boca abierta, ¿le estaba pidiendo que se escondiera?
-Si –Ella le miro decidida –Al baño
-Joder –Dionisio salio de la cama, recogió la ropa y se encerró en el cuarto de baño
Refugio no pudo evitar reír, le resultaba bastante cómico esconder a su jefe en el cuarto de baño para que la hermana no lo viera en su habitación ¿Estas cosas podían pasar?  Camino rápidamente hacia la puerta y la abrió.
-Melanie –sonrió como pudo respirando profundamente
-¡Refugio ! –tan efusiva como de costumbre Melanie la abrazo
-¿Qué haces aquí? –Refugio se puso nerviosa al verla entrar a la habitación -¿No llegabais en la tarde?
-Queríamos daros una sorpresa –Ella camino por la habitación con una sonrisa -¿sabes donde esta mi hermano?
-¿Eh? No –Refugio camino hacia ella nerviosa -¿No esta desayunando con los demás?
-No, les preguntamos pero dijeron que no bajo –Ella miraba a Refugio de reojo –George se quedo desayunando y yo vine a buscarte.
-Si, estaba terminando de arreglarme –Refugio le sonrió –me peino y bajo
-Te espero –Melanie se sentó en la cama sin dejar de sonreír
-Bien –suspiro y camino hacia el baño, cerro la puerta tras ella y frunció el ceño ¿Dónde estaba? -¿Dionisio?
-¿Qué? –El respondió en voz baja saliendo de la bañera
-¿Qué haces ahí? –Refugio tuvo que taparse la boca para que Melanie no la oyera reír
-Me dijiste que me escondiera –el se encogió de hombros –Esta fuera esperándote ¿verdad?
-Si –Refugio se coloco ante el espejo y se cepillo el pelo –Bajare con ella a desayunar
-Yo bajare dentro de un rato –Dionisio se coloco tras ella y la tomo por la cintura, acerco su cuerpo y la beso sensualmente en el cuello –Me encanta como hueles
-Estate quieto –Ella le empujo hacia atrás y sonrió –Me voy a desayunar
Cuando salio del baño Melanie estaba frente a la puerta con una sonrisa, Refugio le respondió con otra, tomo su bolso y se marcharon a desayunar.
Al entrar al restaurante, George se levanto de su lugar y saludo a Refugio cariñosamente.   Todos desayunaron juntos, pero Dionisio no bajo en ningún momento, algo que a Refugio comenzó a inquietar ¿Dónde estaba?
-Podríamos salir a cenar esta noche –Melanie la miraba con una sonrisa -¿tienes algo que hacer?
-Tenemos una reunión ahora a las doce –Refugio se quedo pensativa –Y por la tarde revisas las fotos y primeras grabaciones de publicidad.
-¿Dónde se habrá metido Dionisio ? –George miro hacia la puerta
-Ahí esta –Melanie se levanto de su asiento y corrió hacia su hermano para abrazarle, algo que a el sorprendió -¿te quedaste encerrado en el baño de Rey?
Dionisio abrió los ojos sorprendido, cuando su hermana se separo de el sonrió satisfecha y le guiño un ojo.  George se acerco a el y le estrecho la mano como de costumbre, después miro a Refugio y suspiro.  Rezaba porque a su hermana no se lo ocurriera soltar algún comentario indiscreto.
-Hemos hablado de salir esta noche a cenar hermanito –Melanie tomo asiento en la mesa de nuevo
-Que bien –Dionisio suspiro -¿Y cuanto se van a quedar?
-Solo unos días –George sonrió levemente a su cuñado, le entendía perfectamente, su esposa era demasiado entrometida  Pero el la amaba –Estamos de paso
-Señorita Chavero –Un camarero se paro junto a la mesa con un sobre entre sus manos, se lo entrego –Hemos dejado el ramo de flores en su habitación
-Gracias –Refugio tomo el sobre con el ceño fruncido, abrió y saco la tarjeta
Me ha encantado tenerla como modelo Katherine, espero podamos repetir la ocasión
Sin duda alguna será una de mis mejores temporadas.  Su sueldo ya le ha sido ingresado en la cuenta y por supuesto mantengo mi palabra sobre nuestro acuerdo.
Espero coincidir con usted nuevamente.

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