Refugio se dio los últimos retoques frente al espejo. Esa misma mañana Melanie había insistido en ayudarla a escoger el vestido para la fiesta después se despidieron y Dionisio les acompaño al aeropuerto. Ese había sido el único momento del día en que había visto a Dionisio, después ella había tenido que estar organizando los preparativos para la fiesta.
Llevaba puesto un vestido de un tono azul oscuro, con bastante escote y una raja en la parte delantera dejando ver su pierna izquierda. Se había recogido totalmente el pelo y escogido unos pendientes largos que resaltaran.
Salio de su habitación y entro al ascensor, fue entonces cuando se encontró con Mark, que llevaba un traje chaqueta negro.
-Guau –Mark silbó mirándola –Estas preciosa
-Gracias –le sonrió calidamente –Tu tambien estas muy elegante
Cuando llegaron a la planta baja, se dirigieron juntos a la sala de fiestas. La sala estaba pintada de blanco con las columnas en verde oscuro. Mesas redondas se extendían por todo el lugar, con sus manteles verdes, servilletas blancas y todas las copas situadas. Varios cuadros grandes de fotografías del hotel se extendían por las paredes y una orquesta de música situada en el escenario armonizaba el lugar.
-Vaya, quedo muy bien –Mark miraba a todos lados
-Costo bastante trabajo –Ella asintió
-Buenas noches –Dionisio se paro ante ellos con un elegante traje chaqueta negro y camisa blanca. La miraba con una radiante sonrisa.
-Hola Dionisio–Mark extendió el brazo para estrechar su mano
-Mark –después de soltar su mano tomo la de Katherine y la beso –Preciosa, como siempre
-Gracias Dionisio–Ella respondió manteniendo la distancia
-Señorita Chavero ha realizado usted un gran trabajo con la fiesta –El director se paro frente a ella –¿No estaría usted interesada en quedarse con nosotros?
-Me temo que no –Ella sonrió amablemente –Por suerte estoy satisfecha con mi trabajo
Todos rieron y se dirigieron a sus respectivas mesas, Refugio tomo asiento en la misma del director, junto a Dionisio.
-Satisfecha ¿eh? –Dionisio se acerco a ella para susurrarle al oído -¿Con el trabajo o con tu jefe?
-El trabajo Dionisio–Ella le miro de reojo y sonrió –El jefe tampoco es para tanto
Dionisio abrió los ojos sorprendido y después los entrecerró ¿no es para tanto? Muy bien esta noche le demostraría que para tanto era el jefe.
-¿Ocurre algo? –Refugio le miro divertida
-Creo que esta noche me vendrá bien otro baño en la piscina –Dionisio tomo su copa y la levanto hacia ella.
-Yo preferiría una bañera –Refugio se mordió el labio sensualmente –Con espuma y sales de baño
-¿Estas haciendo esto adrede? –Dionisio suspiro ofuscado, ahora mismo si se levantaba de la mesa estaba seguro de que mas de uno se escandalizaría –No juegues con fuego
-Me encanta el fuego –Refugio tomo la copa y la llevo a sus labios
-Señorita Chavero –El director la miro con agradecimiento –Creo que debo agradecerle por aceptar las exigencias del señor Lewis.
-Solo hice lo que creí mejor –Refugio asintió
-Aun así –El sonrió –Gracias
-De nada –le devolvió la sonrisa
Los camareros llegaron para servir la comida y todo el mundo se concentro en su plato, momento que Dionisio aprovecho para divertirse un poco. Deslizo su mano debajo de la mesa y la apoyo en al pierna de Refugio, ella se sobresalto al sentirle. Le miro de reojo y Dionisio sonrió y aprovecho para acariciarla despacio.
-¿ocurre algo Refugio? –pregunto en voz baja mirándola divertido
- No –Ella frunció el ceño ¿Quería jugar? Ella le iba a dar juego, se acerco a el y le susurro en voz muy baja –Solo estoy un poco incomoda, con este vestido se marca todo así que no me he puesto ropa interior.
Dionisio casi se atraganta con el vino que acababa de tomar, comenzó a toser y todos le miraron. Se recompuso como pudo y sonrió al resto de comensales como si no hubiera sido mas que un pequeño incidente. Por su parte Refugio concentro la vista en su plato aguantando la risa.
Durante el resto de la cena las miradas furtivas y las sonrisas discretas estuvieron presentes. A la hora del postre, el director del Hotel subió al escenario para dar gracias al equipo de la agencia y presentar el anuncio. Una pantalla de proyector apareció al fondo y se proyecto por primera vez el anuncio en el que tanto habian trabajado, todos aplaudieron una vez terminado.Habian proyectado todo lo que unas vacaciones pueden darte, diversión, romanticismo, relajación.
Por un momento la mente de Refugio viajo, todo eso era lo que ella estaba viviendo estos días. Pero ¿Qué pasaría cuando volvieran?
-Refugio¿bailamos? –Mark se paro junto a ella con una sonrisa, extendiéndole el brazo
-Claro –se obligo a volver a la realidad, ni se había dado cuenta que la música había comenzado a sonar y la gente bailaba divertida.
-Esta noche estas radiante –Mark le guiño un ojo
-Gracias –Ella le sonrió –Me vas a sonrojar
-¿Refugio Chavero sonrojada? –El frunció el ceño y juntos rieron. De repente la expresión de Mark cambio –No me gustaría que te hicieran daño
-¿Cómo dices? –frunció el ceño ¿daño?
-Dionisio–Marck suspiro –Se que hay algo entre vosotros. Ten cuidado.
-No te equivoques Mark –Ella paro de bailar y le miro a la cara –No hay nada entre Dionisio y yo
-¿Estas segura de eso? –el le indico una de las silla y después de que sentara, tomo lugar a su lado –Puedo ver como se miran
-No todo son miradas –Refugio suspiro
-No es famoso por sus relaciones largas –Mark la miro preocupado –No te hagas ilusiones
-Hace mucho años que no me hago ilusiones Mark –Refugio inspiro profundamente y se levanto de la asiento –Y nunca volveré ha hacérmelas. No tienes de que preocuparte.
-No quería molestarte –Se levanto rápidamente del asiento –Solo me preocupo por ti
-Y yo te lo agradezco –Ella le poso la mano en la cara con cariño –Voy a tomar el aire
Mark comprendió que necesitaba estar sola y se quedo en la sala observando como se iba. Refugio paseo por los jardines largo rato, hasta que decidió regresar a su habitación. Estaba agotada, había sido un día demasiado largo.
Cuando entro en su habitación todo estaba oscuro, alargo el brazo para encender la luz pero una mano la tomo de la muñeca.
-¿No pensarías que te ibas a librar de mi? –La voz sensual de Dionisio inundo la habitación
-¿Qué estas haciendo aquí? –Ella miraba al lugar del que provenía la voz
-Tu me diste la idea –Dionisio sonrió en la oscuridad, se acerco a ella y la tomo de la cintura para acercarla y besarla sensualmente.
Después la soltó y camino a su alrededor, se paro justamente detrás y le acaricio el cuello y la espalda. Le dio un beso en el hombro y subió a morderle el lóbulo de la oreja, Refugio respiraba agitada. De repente ella sintió como algo le rozaba los ojos, levanto la mano para tocarlo, era tela ¿Le estaba tapando los ojos?
-¿Qué es esto? –deslizaba las manos por el pañuelo que el estaba atando en su cabeza
-No hagas preguntas –Una vez atada Dionisio la guió por la habitación, Refugio noto la luz a través de la tela. El se paro frente a ella, se agacho a sus pies y le quito los tacones, después acaricio sus tobillos y siguió el recorrido por sus piernas por debajo del vestido. Volvió a besarla en los labios y con un movimiento rápido hizo caer el vestido de ella al suelo –Era cierto
-¿Lo de la ropa interior? –Refugio no pudo evitar sonreír –Yo nunca miento
-Ya veo –El se acerco de nuevo y comenzó a besarle el cuello, descendió hacia sus pechos. Refugio apoyo las manos en su pecho y se sorprendió al ver que no llevaba camisa.
-¿Estas desnudo? –No pudo evitar preguntarlo
-¿Por qué no lo compruebas? –Daniel le tomo las manos y las coloco una en su pecho y la otra en su vientre. Decidida ella las deslizo por su piel y sin ninguna duda descendió hasta su zona intima ¡Estaba desnudo! Se mordió el labio mientras le acariciaba, un gemido salio de los labios de Dionisio y le agarro la muñeca para impedir que siguiera Refugio notaba su cuerpo arder, estaba totalmente desnuda, con los ojos vendados y no sabia que era exactamente lo que el pretendía hacerle. Noto como Dionisio le quitaba los pendientes y de nuevo sintió sus manos en la cintura, contuvo el aliento al sentir el roce de sus labios en su vientre ¡Por todo los santos! ¡¿Ese hombre no pensaría?!
-Ah –un pequeño grito salio de los labios de Refugio . Por supuesto que pensaba hacerlo y lo estaba haciendo. Para no caerse ella tanteo con los brazos en el aire par sostenerse y encontró un mueble. Ahora sabia donde estaba, en el baño –Dionioso
-Tranquila –El se levanto sonriente y paso los brazos alrededor del cuerpo de ella, sorprendiéndola al cargarla. Refugio se agarro a su cuello, noto como el caminaba por el lugar y entraba en algún sitio. Al oír el agua supo lo que estaba haciendo "Yo preferiría una bañera con espuma y sales de baño" ¿Dionisio Ferrer se había colado en su habitación para prepararle un baño?
El la bajo de sus brazos y Refugio sumergió los pies en el agua caliente, noto la espuma rozar su piel. Sonrió y dejo que el la guiara, se sentó en el agua sintiendo el aroma a pétalos.
-¿Satisfecha ahora señorita Chavero? –Dionisio se sentó tras ella, pasando los brazos por su cintura y apoyando la barbilla en su hombro
-¿Con el trabajo o con el jefe? –Refugio sonrió al oír la risa de Dionisio y sentir su pecho agitarse tras su espalda
-Yo quiero satisfacerte en todo –El le susurro al oído y comenzó a besarla en el cuello
-¿Vas a tenerme vendada toda la noche? –Refugio suspiro al sentir sus labios
No hubo respuesta por parte de Dionisio, con una sonrisa tiro de la venda y se la quito dejándola ver la luz, al fin. Ella se apoyo contra el pecho de el y giro la cabeza para poder verle a los ojos, esos ojos en los que se perdía. Dionisio aprovecho la oportunidad para besar sus labios y al mismo tiempo paseo su mano por el vientre de ella acariciándola.
Refugio inspiro aire profundamente y giro sobre si misma para quedar sobre el mirándole con una sonrisa. Apoyo las manos en su pecho y Dionisio sus labios para besarle sensualmente.Dionisio acaricio su espalda hasta llegas a su trasero y presionarla contra el.
-¿Quieres seguir satisfaciéndome señor Ferrer? –le mordió el labio al mismo tiempo que acariciaba su pecho
-Por supuesto –Dionisio sonrió y volvió a apretarla contra el
Refugio se sentó a horcajadas sobre el, haciendo que sus sexos se rozaran y un gruñido saliera de los labios de Dionisio . Le beso en los labios y mordió su barbilla, mientras acariciaba su pecho. Dionsio la apretaba contra el, deseoso de entrar en ella y conseguir llegar a ese maravilloso placer que ella le daba. Con un movimiento sutil Refugio hizo que entrara en ella, al mismo tiempo que juntaba sus bocas. Dionisio se aferro a su espalda desesperado y juntos se movieron a un mismo ritmo, rodeados de agua, espuma y pétalos. Pero sobre todo rodeados de pasión.
-Creo que nunca me saciare de ti –Dionisio hablo sin pensar mientras mantenía a Refugio pegada a su cuerpo
-¿Se te ocurrió lo del baño en la fiesta? –ella cambio de tema mientras tomaba una esponja y la pasaba por el brazo de el
-Si –El sonrió –No solo tu sabes jugar
-Yo no juego Dionisio–Ella se incorporo para quedar a su altura –Yo siempre gano
-Eso tendremos que verlo –El le quito la esponja y la exprimió sobre su cuello
-No lo dudes –Refugio le dio un beso en los labios –Esto aun no acabado
-Umm –Dionioso se paso la lengua por los labios –Eso suena bien
El sonido de un teléfono irrumpió en el silencio de la habitación, Refugio reconoció inmediatamente que se trataba del suyo. Salio de la bañera y rodeo su cuerpo con una toalla, a toda prisa se dirigió a la habitación y cogio el teléfono de su bolso.
-¿si? –Suspiro, había logrado cogerlo a tiempo
-Ret –En cuanto oyó su voz se arrepintió de haber descolgado la llamada
-¿Qué quieres? –Se mantuvo parada en medio de la habitación con los ojos cerrados ¿siempre tenía que regresar a remover sus recuerdos? –Estoy ocupada
-Supe que te fuiste de viaje –José sonaba nervioso –De negocios
-¿Qué es lo que quieres? –Camino hacia la otra punta de la habitación para que Dionisio no pudiera oírla desde el baño –Si no contestas rápidamente colgare
-No, espera por favor –José inspiro aire profundamente –Necesito que hablemos
-Estoy de viaje, ya lo sabes –Refugio se removió inquieta ¿Qué diantre quería ahora?
-Cuando regreses - José insistía –Por favor
-Ya basta –No esta dispuesta a seguir con esto. Tres malditos años habian pasado, tres años desde que le vio la ultima vez. En todo este tiempo, ni una llamada, un mensaje, una disculpa Ambos tomaron rumbos distintos y ninguno volvió a cruzarse en la vida del otro ¿y ahora quería hablar? –No tengo nada que hablar contigo, todo lo que teníamos que decirnos lo dijimos hace tres años.
Colgó el teléfono y se sentó en la cama tratando de tranquilizarse ¿De que queria hablar?
-¿Quién era? –Dionisio permanecía de pie en la puerta del baño, con una toalla enrollada en su cintura -¿ocurre algo?
-No –Refugio trato de sonreír –Es solo que estoy cansada, necesito dormir
Dionisio asintió en silencio, había pillado la indirecta. Regreso al interior del baño, se vistió y cuando volvió a la habitación le dio un beso en los labios.
-Que duermas bien Refugio–rozo con sus dedos la cara de ella
-Igualmente Dionisio–ella le sonrió, aunque la sonrisa no llego a sus ojos
Daniel salio de la habitación y cerro tras el, permaneció unos segundos en la puerta con el ceño fruncido y apretando los puños "¿Qué es lo que quieres? Si no contestas rápidamente colgare. Estoy de viaje, ya lo sabes. Ya basta. No tengo nada que hablar contigo, todo lo que teníamos que decirnos lo dijimos hace tres años" ¿Tres años? ¿Quién era? ¿Qué tenia que hablar con ella? Había oído todo en silencio, había sentido la tensión en la voz de ella.
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La Secretaria
RomanceBueno aquí les traigo esta nueva historia espero que les guste y es una adaptación