Capitulo 21:Nata

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-Eres demasiado cabezota –Refugio miraba a su jefe con el ceño fruncido
-¿Me estas echando la bronca? –el rió divertido -¿Tambien vas a castigarme?
-A lo mejor –Ella se acerco despacio a la mesa del despacho
-¿Qué te parece esta noche? –El levanto una ceja –Te invito a cenar y de postre podemos probar nata
-Muy gracioso –desvió la vista y se sonrojo ¿probar nata? –Pero esta noche tengo que quedarme con Sophia
-¿Tu hermano trabaja? –Dionisio se acomodo con cuidado en su sillón
-No, tiene una cita –Ella sonrió feliz –Con Lucia
-¿Lucia? ¿Lucia la secretaria de Gabriel? –Dionisio la observo sorprendido -¿Cuánto hace que estan saliendo?
-Mas o menos desde que nos fuimos a Acapulco –se mordió el labio nerviosa ¿había estado a punto de decir mas o menos como nosotros? Ellos no estaban saliendo, de echo no recordaba haber salido con Dionisio en ninguna ocasión, salvo en Acapulco, para cenar con su hermana.
-¿Por qué no le pides a Camila que se quede con tu sobrina? –Dionisio la miro con una sonrisa
-Esta noche tiene planes con Gabriel–Ella se encogió de hombros
-¿Planes con mi hermano? -¿Pero que le estaba pasando a todo el mundo? ¿Acaso era momento de sentar la cabeza?
-¿Estas bien? –Refugio frunció el ceño observándole
-Si, sigamos con las citas –El suspiro y volvió a mirar su ordenador
-De acuerdo –Refugio se paro a su lado y siguió leyendo la agenda –El Lunes reunión con los de la constructora, el martes tienes la preparación de la campaña de béisbol
-¿Vas a ir a la boda de Trived? –Dionisio la miraba de reojo
-¿Vas a seguir cambiándome  de tema? –ella suspiro resignada –Si, le iba a decir a Camila que me acompañara pero Gabriel se me adelanto
-Díselo a tu hermano –El sonrió –Yo se lo diré a Lucia
-¿Para que vayan juntos? –Refugio le observo sorprendida –A veces creo que si eres capaz de pensar
-¿Cómo dices? –Dionisio alargo el brazo y la tomo de la muñeca, después tiro de ella sentándola sobre su regazo en la silla -¿Sabes que podría despedirte por eso?
-Dionisio, te vas a hacer daño –Refugio trato de levantarse pero el se lo impidió agarrándola por la cintura –Aun no estas recuperado
-Tonterías, estoy como un toro –El la beso despacio en el cuello -¿Quieres que te lo demuestre?
-Oficina, trabajo ¿te suenan esas palabras? –Refugio consiguió librarse de su agarre y se apoyo en la mesa frente a el
-Claro que si, soy el jefe ¿lo olvidas? –Dionisio se acerco a ella y coloco las manos en sus piernas subiendo despacio hasta sus muslos –Pero tu me distraes
-¿Ahora soy yo la distracción? –Ella negó con la cabeza
-Siempre eres tu –se levanto del asiento y quedo a su altura, con las manos en sus muslos y habiéndole subido el vestido –solo tu
-Dionisio–Refugio apoyo las manos en su pecho, aunque sabia que no serviría de nada.  En unos instantes ya tenia los labios de el recorriendo su cuello, sus hombros y si poder resistirse mas abrió sus piernas dejando que el se colocara entre ella.s  Dionisio se apretó contra ella haciéndole sentir su excitación y le encanto oír el gemido que escapo de sus labios.
-¿Dionisio? –Gabriel frunció el ceño al no encontrar a su hermano en el despacho
-¡Un momento! –Dionisio luchaba con su pantalón para ponérselo ¿En que momento se le había ocurrido arrastrar a Refugio al baño?  Sin darse cuenta piso uno de los tacones de ella y callo hacia atrás -¡Mierda!
-¿Estas bien? –Refugio hablaba en voz baja sin poder parar de reír, ahora mismo la situación era muy cómica.  Estaba tirado en el suelo con una pierna del pantalón puesto y la otra sin poner.
-¡¿Qué pasa?! –Gabriel se sobresalto al oír un ruido -¡Si estas estreñido no lo pagues con el baño!
-¡Cállate! –Dionisio se levanto del suelo mosqueado y termino de vestirse –No te rías
-No –Refugio negó con la cabeza apretando los labios, en cuanto el salio del baño se tiro al suelo tapándose la boca
-¿Qué quieres? –Nervioso, Dionisio camino hacia su mesa
-Se que estamos en familia pero aun así –Gabriel hizo una mueca –Haz el favor de cerrarte la bragueta so guarro
-¿Qué? –Dionisio miro hacia abajo y cerro su pantalón rápidamente
-Te traigo las fotos de la campaña –Gabriel sonreía divertido ¿Cuántas veces su hermano le había echado la bronca por tener sexo en el trabajo? Ahora era su turno, pero el prefería divertirse a su costa –Ten
-A ver –Dionisio cogio los papeles los miro y se los devolvió –Me parece bien
Refugio se quedo mirando los papeles con el ceño fruncido, sin tomarlos
-¿Qué? –Dionisio le miro confundido
-¿Te has lavado las manos? –El miro a su hermano con las cejas levantadas
-Deja de hacer el payaso –le tiro los papeles en la mesa –A veces pareces tonto
-¿Tonto yo? –Gabriel cogio los papeles y se dirigió a la puerta –Lo que tu digas, pero no soy yo el que lleva los zapatos al revés
-¿Eh? –Dionisio se miro los pies ¿En serio? Hoy no era su día
-Vamos a cenar una pizza de las grandes –Refugio sentó a su sobrina en el taburete de la cocina
-¡Si!  -Sophia sonreía feliz
-Dime cielo –Refugio comenzó a preparar las cosas frente a ella -¿Qué te parece Lucia?
-Guapa –La niña contesto decidida
-Si ¿te gusta? –rezaba porque la respuesta fuera afirmativa, ahora que su hermano parecía haber encontrada lo que necesitaba
-Si –Sophia asintió y alargo la mano para quitarle a su tía un trozo de salchicha
-Eh, te he visto –Refugio la señalo sonriente, el timbre de la casa sobresalto a ambas, con el cuchillo en la mano ella fue ha abrir la puerta
-Ey Se que no he avisado pero tampoco es para tanto –Dionisio miraba el cuchillo en su mano horrorizado
-¿Qué haces aquí? -Refugio le observaba sorprendida
-Traigo palomitas, una peli de dibujitos y helado –Dionisio enseño una bolsa –Y un puzzle para la pequeña
-¿Eh? -¿Un puzzle? ¿Palomitas? ¿Una película? ¿Quién era este hombre y donde estaba su jefe?
-Dionisio–Sophia corrió hacia la puerta al verle
-Hola guapa –El se agacho para darle un beso a la niña, después la cogio de la mano –Tu tía no me deja entrar  ¿Qué te parece si me ayudas a convencerla?
-Tata –La niña la miraba sonriente
-Muy bien –suspirando abrió la puerta al completo –Estoy haciendo pizza
-Genial, mira lo que te he traído –Dionisio le entrego el puzzle a la niña y después siguió a Refugio a la cocina –Voy  a guardar el helado
-OK –Ella le miro de reojo mientras lo guardaba en el congelador ¿nata? ¡había comprado helado de nata.  De repente comenzó a sentir calor .
-¿Todo bien? –Dionisio se paro tras ella y pudo sentir su aliento en cuello, asintió mientras volvía a centrarse en la comida y entonces noto sus manos en la cintura y como depositaba un beso en su hombro –Voy a ayudarla con el puzzle
Refugio lo observo salir de la cocina ¿ayudarla?  Durante toda la noche el siguió sorprendiéndola, jugo con la niña, vieron la película de dibujos animados y después cuando la pequeña se quedo dormida la llevo a la habitación.
-Creía que Sophia vivía con tu hermano –Se paro frente a la cocina mirándola recoger las cosas –Arriba
-Así es –Refugio coloco el ultimo plato a secar –Pero tambien tiene una habitación aquí
-Ah –Dionisio la miro sonriente
-¿Qué? –Ella frunció el ceño
-¿Quieres helado? –levanto una ceja observándola
-¿Helado? –Refugio se quedo mirándole fijamente ¿Por qué le parecía tan tentadora la idea?  Suspiro, ¿Por qué no? Ya se había acostado en varias ocasiones con ese hombre, en una piscina, en una barca, en el baño de la oficina
Decidida camino hacia el frigorífico y saco la nata del congelador, le miro sonriente y pasando por su lado le agarro de la camisa para obligarle a seguirla. Dionisio rió tratando de no hacer ruido y la siguió hasta el dormitorio.
Una vez en la habitación, Refugio cerro la puerta, se acerco a el y le quito la camiseta, lo empujo sobre la cama y dejo la nata a un lado.
-¿Y esto? –Dionisio la observó divertido
-Nata –Ella abrió el bote y tomo un poco con el dedo, para después llevarlo sensualmente a sus labios y chuparlo -¿Quieres?
-Oh si –Dionisio sonrió y Refugio volvió a repetir la acción pero en esta ocasión para colocar el dedo en la boca de el –Deliciosa
Refugio rió y le desabrocho el pantalón, después tiro de el hasta dejarlo caer al suelo, volvió a tomar nata y la deposito sobre su pecho.   Fue lamiendo lentamente mientras el se retorcía bajo ella y cuando acabo, giraron de manera que ella quedara debajo y comenzó a quitarle la ropa.   Repitió el mismo juego que ella con la nata.
El ruido de la puerta al cerrarse sobresalto a Refugio , ¿Qué hora era? Miro el reloj de la mesilla de noche  ¿las diez? ¿su hermano llegaba a las diez de la mañana?
-¿Qué pasa? –Dionisio extendió el brazo para volver a abrazarla
-Shh –ella le puso el dedo en la boca –Mi hermano acaba de llegar
-umm –Dionisio se acurruco de nuevo junto a ella
-Dionisio, no hagas ruido –Refugio se libro de su brazo y se puso sus shorts y su camiseta de tirantes.  Salio de la habitación y se encontró a su hermano en la cocina, preparando zumo -¿Qué horas son estas de llegar?
-Eh –Damian miro a su hermana sonrojado –Fui a dormir al apartamento para no despertaros
-Ya claro –Refugio sonrió y le guiño un ojo –Voy a ver si Sophia esta despierta
Cuando Refugio regreso al salón con su sobrina tomada de la mano se quedo parada en la puerta del dormitorio  ¿Qué demonios hacia Dionisio desayunando junto a su hermano?
-Hola princesa –Damián extendió los brazos hacia su pequeña y la niña corrió hacia su padre para abrazarle -¿Quieres zumo?
-No, papi –La niña se sentó en su regazo con una sonrisa -¿puzzle?
-¿puzzle? –Damián miro a su hermana que seguía parada en el mismo lugar
-Yo le traje un puzzle –Dionisio contesto sonriente –Lo comenzamos anoche
-Bueno peque –Damian se levanto cargando a su hija –Nos vamos a casa  Adiós Dionisio , hermanita –miro a ambos y salio del apartamento
Todo quedo en silencio, Refugio aun no se movía de su sitio, Dionisio la observo con el ceño fruncido
-¿Qué estas haciendo? –Al fin hablo acercándose a la mesa –Te dije que no hicieras ruido
-Tenia que saludarle –Dionisio se encogió de hombros –No soy un maleducado
-Ah ¿Y que te hubiera parecido que yo saliera del baño en tu oficina? –Refugio respiraba agitada –Para saludar a tu hermano
-Eso es distinto –El se levanto de su lugar –Estábamos en la oficina y yo soy tu jefe  No quería poner en duda tu profesionalidad
-¿Mi profesionalidad? –Refugio rió exasperada –Me preocupa mas que te inmiscuyas en mi vida familiar
-Yo no estoy haciendo eso –Dionisio frunció el ceño ¿lo estaba haciendo?
-¿A no? ¿Y como le llamas a aparecerte aquí la noche que tengo que cuidar a mi sobrina? –Ella se movía nerviosa por el salón -¿O salir a desayunar con mi hermano después de una noche de juegos con nata?
-¡Vale! ¡No pensé que te molestara  Mis disculpas! –Dionisio camino hacia la puerta y la abrió –No volverá a pasar –Salio dando un fuerte portazo

Se enoja Dionisio carajo ojalá que se puedan arreglar jajaja

La Secretaria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora