El sonido de un teléfono desperto a Refugio , estaba rodeada por los fuertes brazos de Dionisio, con su camiseta y durmiendo en su cama. Rápidamente alargo el brazo a la mesilla para cogerlo.
-¿Si? –No había mirado la pantalla
-Refugio¿Dónde estas? –Damián hablaba al otro lado –Tengo que entrar a trabajar en una hora ¿puedes venir por Sophia?
-Si, claro En diez minutos estoy allí –Colgó la llamada y salio de la cama de un salto despertando a Dionisio–Mierda
-¿Qué pasa? –El se incorporo en la cama despacio, observándola con el ceño fruncido
-Damián tiene turno –comenzó a vestirse sin siquiera recordar que el la estaba mirando –Tengo que quedarme con Sophia
-Tráela –Dionisio la miraba sonriente
-¿Cómo? –Refugio se quedo paralizada mirándole, con su camiseta entre las manos
-¿No iras a dejar solo al enfermo? –Dionisio sonreía divertido –Trae a Sophia a mi casa
-Yo –se puso nerviosa ¿llevar a su sobrina allí? ¿Por qué? Suspiro, ¿Por qué ese hombre tenia la capacidad de hacerla dejar de pensar? –Esta bien
-Llévate la llave que te dio Gabriel–El se acomodo de nuevo en la cama
Hora y media mas tarde Refugio entraba al apartamento con su sobrina tomada de la mano. Dionisio estaba sentado en el sofá, vestido con unos vaqueros y una camiseta azul oscura, sonrió al verla entrar.
-Hola Sophia–miro a la niña guiñándole un ojo
-Jefe gruñón –Sophia sonrió
-Si, ese soy yo –Dionisio echo un vistazo a Refugio y comenzó a reír
-Su nombre es Dionisio, cielo –Refugio le dio un beso en la frente y la guió hasta el sofá para que se sentara, miro a Dionisio-¿As desayunado? ¿y te has tomado las medicinas?
-Si –el rodó los ojos -¿Siempre eres tan mandona?
-Con los niños es necesario –Ella le miro divertida
-¿Me estas llamando niño? –Dionisio la observo sorprendido
-Esther cielo, te voy a sacar un cuaderno para que pintes –Refugio ignoro a su jefe y comenzó a sacar las cosas de la mochila de la pequeña, lo dejo todo en la alfombra donde la niña comenzó a jugar Miro a Dionisio y sonrió –Y nosotros a trabajar
-¿Eso no tendría que decirlo yo? –Dionisio se acomodo despacio en el sofá y tomo unos informes
-¿Qué le voy ha hacer si tengo un jefe vago? –con una sonrisa se sentó frente a la mesita y cogio unos cuantos papelesUna hora mas tarde la puerta del apartamento se abrió y la asistenta entro, la mujer se quedo parada en la entrada del salón mirándoles sorprendida.
-Ah Señora Kinwer –Dionisio le sonrió con cariño –Les presento a Refugio y su sobrina Sophia
-Hola –La mujer seguía sorprendida, apenas podía hablar asintió y se marcho a la cocina
-¿Qué le pasa? –Refugio le pregunto en voz baja
-Nunca traigo mujeres aquí –Dionisio la miro de reojo –Esta sorprendida
-Oh –desvió la vista ¿nunca?
-Creo que podemos dejarlo ya –Dionisio se sentó en el borde del sofá y dejo los papeles sobre la mesa -¿Qué te parece si vemos una película Sophia ?
-¡Si! –La niña se levanto del suelo y salio corriendo hacia el
-¿Cuál quieres ver dime? –Dionisio la sentó a su lado en el sofá, mientras Refugio le miraba sorprendida
-La sirenita –La niña sonreía feliz
-Dionisio, no creo que tengas películas para niños –Refugio se levanto del suelo y comenzó a recoger los papeles
-Tu ni caso a tu tía, la sirenita –Dionisio guiño un ojo a la niña -¿Quieres palomitas?
-Si –Sophia asintió frenéticamente
-¿En serio tienes esa película? –Katherine se acerco a el mirándole con una ceja levantada
-Estará descargada en tres minutos –Dionisio le guiño un ojo, se levanto cuidado del sillón y la tomo por la cintura -¿Por qué no te encargas de las palomitas?
-Bueno –Confundida asintió y se dirigió a la cocina ¿Qué le pasaba a este hombre? Se paro ante el microondas y miro a la asistenta –Disculpe, ¿sabe donde estan las palomitas?
-Aquí tiene –con una sonrisa saco un paquete del armario y se lo dio –Me alegro por ustedes
-¿Cómo dice? –Refugio dejo el paquete en el microondas y lo encendió
-Por su noviazgo –La señora la miro feliz –Nunca había visto a Dionisio tan relajado
-No somos novios –su respuesta fue tan rápida que la mujer la miro sorprendida –Soy su secretaria, teníamos trabajo que hacer
-Claro –asintió y siguió con su tarea
Refugio regreso al salón con el cuenco de palomitas y Dionisio y la niña la esperaban sentados en el sofá con la película a punto de comenzar.
-Palomitas –con una sonrisa Refugio se sentó junto a su sobrina. La niña estaba sentada en medio de los dos, Dionisio la miro de reojo y sonrió después fijo la vista de nuevo en la televisión. Al rato, la asistenta se despidió y se marcho.
La película estaba terminando cuando un cúmulo de voces inundaron el apartamento.
-¡Dionisio! –Emilie apareció en el salón sonriente
-¿Interrumpimos? –Merianne miraba sorprendida la escena ¿Su hijo con Refugio y la sobrina viendo una película?
-¡Tito! –Trevor salio corriendo hacia el y le salto encima
-Augh –Dionisio hizo una mueca mientras sostenía a su sobrino
-Trevor el tito esta malito –George regaño a su hijo acercándose para tomarlo de la mano y alejarlo de Dionisio–Tienes que tener cuidado
-Hijo ¿Cómo te encuentras? –Walter se acerco a su hijo mirándole a la cara
-¿Cómo se va a encontrar tan bien acompañado? –Gabriel se lanzo al sofá que había al otro lado miro a Refugio–Hola preciosa
-Hola –Ella sonrió y se levanto del asiento –Bueno, creo que ahora si estas bien acompañado así que Sophia y yo nos vamos
-Quédese a comer –Merianne dejo su bolso junto a la mesa y se acerco a ella –Sophia se divertirá jugando con Trevor
-Si, ven cariño –Melanie cogio a su hijo de la mano y lo llevo hasta la sobrina de Refugio–Mira esta es Sophia ¿Por qué no juegas con ella?
-Si ¿quieres jugar? –Trevor miraba a la niña sonriente, ella asintió y el la cogio de la mano –Tengo una pelota
-Parece que se llevaran bien –Gabriel les observo salir del salón en busca de la pelota
-A Sophia le encanta el fútbol –Refugio sonrió –Como a mi
-¿a ti? –Dionisio la observo confundido -¿Te gusta el fútbol?
-Mi hermano se encargo de ello –Ella se encogió de hombros
-Eso si es interesante –Gabriel la miro con una ceja levantada –Una mujer a la que le gusta el fútbol
-Bueno vamos a hacer la comida –Merianne se dirigió a la cocina y Melanie la siguió
-Voy a ayudarlas –Refugio sonrió y se marcho tras ellas
-¿Han averiguado algo? –Walter se sentó junto a su hijo
-No, la policía aun no entiende porque me atacaron –Dionisio frunció el ceño
-No te robaron –Gabriel suspiro -¿Qué querían?
El llanto de James, que hasta ahora había estado durmiendo en su carrito, inundo el apartamento. Melanie salio de la cocina y le cogio entre sus brazos, miro su reloj y frunció el ceño
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La Secretaria
RomanceBueno aquí les traigo esta nueva historia espero que les guste y es una adaptación