*COMPLETA*
(+21⚠️❗️)
Julia Herbst y Nikolay Ivanov
Anhelo volver a ver esos ojos azules como el mar y con toques verdosos como las esmeraldas que la primera vez que los vi me hizo preguntarme si estaba en el mismísimo cielo o era alucinaciones...
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- ¡ERES UNA VERGÜENZA PARA ESTA FAMILIA! - grito muy enojado mi padre tras haber informado a mi familia la noticia que cambio mi vida para bien, aunque para los demás es un error.
-¡ERES UNA ZORRA! - el grito mi hermano Hans se escuchó por toda la residencia.
En este momento, mi vista la tenía borrosa por las lágrimas, que tenía sin derramar, no quería mostrar que me habían herido con sus comentarios, no quería mostrarme débil, enfrente de ellos, frente a los demás mostraban ser la familia perfecta mientras la realidad es otra, la gente de esta ciudad viven en un ambiente donde según ellos siguen las leyes de la iglesia cuando en verdad ellos mismos usan las leyes a su manera para su conveniencia, así mismo mi familia es, todos creen en la fachada que muestran donde la gente cree en el amor que hay en nuestro hogar, cuando la realidad se muestra tras pasar la puerta de mi hogar
-! NO VOY A PERMITIR QUE LAS PERSONAS CREAN QUE TENGO CÓMO HIJA A UNA PUTA QUÉ SALIÓ EMBARAZADA! - me grito mi padre, al mismo instante que siento mi mejilla arder y la cara de un lado.
Sentí que ya no podía aguantar más las lágrimas.
- No vas a tener ese bastardo, mañana mismo vas con tu madre a una clínica a qué te saquen esa cosa - dijo mi padre más relajado, mientras se sentaba en la silla de su escritorio, mientras le daba una calada a su cigarro.
- ¡NO, voy a tener a este niño, no me importa lo que ustedes me digan ni ustedes ni nadie me va a hacer cambiar de opinión, y no voy a permitir que le llames a mi HIJO bastardo! - dije dando un golpe con mi mano en su escritorio mientras una lagrima traicionera se resbalaba por mi rostro.
Mientras mi madre no hacía nada y estaba parada a un lado de mi padre, no la culpo siempre ha sido así, no protestaba ni reprendía una orden de mi padre, parecía como si su cuerpo estaba presente pero su alma no, era como un cuerpo sin vida, sentía lastima por ella.
Por otro lado estaba mi hermano Hans sentado en uno de los sillones enfrente del escritorio de mi padre mirándome con enfado, pero pude notar en su mirada un destello de cariño, sentí como si quería abrazarme y decirme que todo iba a estar bien, pero al ver el que lo estaba observando aparto su mirada, pude ver como en una de sus manos formo un puño y lo apretaba fuertemente
En cambio mi otro hermano Antón ni me miraba, el adopto un comportamiento como el de mi madre, tras lo que sucedió esa trágica noche.
Ni hablar de mi hermana Greta ella solo miraba sus uñas como lo que estaba pasando aquí le importaba un bledo, pero sé que esta situación le estaba afectando, ella era la menor en la familia, ella al igual que los demás era otra víctima de lo sucedido esa trágica noche perdió a lo que más apreciaba en su vida y con el tiempo fue construyendo una barrera para tratar de que nada le afecte pero al parecer su barrera no están resistente.
