*COMPLETA*
(+21⚠️❗️)
Julia Herbst y Nikolay Ivanov
Anhelo volver a ver esos ojos azules como el mar y con toques verdosos como las esmeraldas que la primera vez que los vi me hizo preguntarme si estaba en el mismísimo cielo o era alucinaciones...
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( Este capituló no es apto para menores de 18 años, leer bajo su propia responsabilidad) ni siquiera se porque pongo esta advertencia si no la van a cumplir.
Nikolay.
Devoro sus carnosos labios como si mi vida dependiera de ello, realmente mi vida depende de ella, sin ella yo no soy nada.
Si algún día la maldita vida me la arrebata de mis brazos, soy capaz de hacer un pacto con el mismísimo diablo para volver a tenerla a mi lado.
La estampó de espalda contra la pared.
-Follar en medio de la sala, es excitante- susurro ronco en su oído.
Arranco sin delicadeza el vestido que traía puesto junto a su corpiño.
Sus senos rebotan, cuando los liberó totalmente del corpiño. Repaso con mi mirada las marcas de látigo que tiene en su espalda.
Es una obra de arte.
Ella suelta un jadeo de sorpresa. Me paso la lengua por mis labios al ver sus grandes y redondos senos, sin demorar me prendo de ellos, los muerdo, succiono, dejando grandes marcas rojas al rededor de sus senos, ella no se queda quieta y empieza a desabotonarme apresuradamente la camisa que traía puesta, seguí repartiendo besos húmedos al rededor de sus senos, mis besos subieron hasta su clavícula. Seguí subiendo hasta llegar a sus labios, estampé los míos contra los de ella con vehemencia.
Ella ya se encontraba desnuda frente a mi, yo estaba sin camisa.
Me aleje un poco para poder apreciar su escultural cuerpo, no me cansare de repetirlo esta mujer ¡Es la tentación en persona!.
Recorro su cuerpo con mis manos, mientras ella se muerde los labios.
-Abre las piernas-ordenó.
Ella obedece.
Sentía mi erección querer explotar dentro de mis pantalones. Desabroche la bragueta de mi pantalón, a la vez que liberaba mi palpitante erección.
Julia bajo su mirada hacia mi erecta erección.
-Tan rápido te pones duro.
-Con solo verte respirar, yo ya me pongo duro, preciosa-digo con una sonrisa pícara.
Me vuelvo acercar a ella para besar desesperado sus labios, mis manos bajan a sus glúteos, los apretó sin consideración, Julia gime, mientras pasa sus manos por mis abdominales.
-¿Por que siempre eres violento, cuando tenemos sexo?-pregunta cuando peñisco los picos de sus senos.
-Cállate, quiero que solo abras tu boca para tener mi pene dentro de ella, y para que grites mi nombre.
Sin que se lo espere me introduzco en ella con rudeza, su estrechez rodea mi pene, ella grita.
-Exacto, preciosa, solo para eso puedes abrir la boca.
