*COMPLETA*
(+21⚠️❗️)
Julia Herbst y Nikolay Ivanov
Anhelo volver a ver esos ojos azules como el mar y con toques verdosos como las esmeraldas que la primera vez que los vi me hizo preguntarme si estaba en el mismísimo cielo o era alucinaciones...
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Nikolay
Necesito Necesito Necesito
Necesito Necesito Necesito
Necesito su aroma, necesito su cuerpo, necesito su presencia, necesito atarla más a mi, a mis cadenas
Mi mente la pedía con insistencia a tal punto que la cabeza empezaba a dolerme. Busco las malditas pastillas para sedarme y no dejar que mi mente me dejara tomar el control, abro los frascos que contiene la única cosa que mantiene mis genes encerrados, me meto el doble de dosis de pastillas que debería consumir , tomo agua para que pasen, mi respiración se empezó a descontrolar, eso solo puede significar una cosa.
Las pastillas ya no están funcionando.
Me bajo de mi camioneta, observando el nombre de la gran edificación.
"Psiquiátrico Vonamoriv"
Ingreso en el, con un semblante serio, no saludó a la recepcionista, que pronto será entregada a la secta como ofrenda, los enfermeros que estaban en el pasillo, se apartan de mi camino con la mirada en el suelo, algunos llevaban a paciente que decían cosas sin sentidos. Patéticos.
Podía escuchar los gritos de los pacientes del pasillo A6, en ese pasillo se encontraban los más peligrosos como los Psicopatas, sociópatas, esquizofrénicos sus gritos ocasionaban que mi estado empeore, así que apresuró el paso, detalló el nombre de la placa, "Amon Ivanov" en letras doradas en una de las puertas que abro, ingreso para luego cerrar la puerta a mi espaldas.
-Sal y pide permiso para entrar-dice dócil.
-Ya quisieras-me le burló, para luego tomar asiento frente a él.
Su mirada se enfrenta a la mía, de todos sus hijos ningunos salimos con Heterocromía como el, sus ojos causan una intimidación tan grande que hace que me levante con enojo, para luego salir y golpear la maldita puerta.
-Adelante.
Aparto la silla con brusquedad para luego sentarme.
-¿Feliz?.
-¿Te has tomado la dosis indicada de tu medicamento?-pregunta empezando a anotar.
-Si.
-Tomasteis el doble-me desmiente.
No me inmuto a su respuesta.
-¿La voces han vuelto?, ¿En que intensidad.
-Si, al punto de hastiarme.
Él asiente, siguiendo anotando.
-Los medicamentos ya no están haciendo efecto-dice serio mirándome fijamente.
-Por eso vine, necesito que subas mi dosis, estoy por tomar el control.
Su labios se curvan en una sonrisa que no muestra nada.
