💮009💮

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Era la quinta vez que namjon se paraba, haciendo un  ruido muy fuerte al levantarse toscamente del taburete,  donde minutos atrás la maestra de baile lo había puesto.

Carraspeo tomando aire y decidió volverse a su sitio, cerro sus ojos y empezó a contar del 1 al 10. No sabía exactamente cuántos veces volvió a repetir la numeración, pero si en qué número se quedó cuando sus ojos volvieron abrirse y una vez más abandonó su sitio, dirigió  sus pasos largos  hasta donde provenía aquel gemido de dolor.

Con sus manos un poco torpes quiso alcanzar el cuerpo más pequeño, pero una vez más recibió un manotazo antes de llegar y con un regaño lo mando de vuelta al taburete.

Suspiró enojado dándose vuelta, haciendo puños con sus manos, sus piernas dieron grandes zancadas antes de volver a su sitio y dejarse caer de nuevo al taburete.

—controla tus hormonas Kim, y no me vuelvas a gruñir perro—

Entonces voltio confundido hacia la muestra de baile.

¿El le había gruñido? No lo recordaba y tampoco sentía que estuviera muy alterado ¿O si?.

Dio una mirada rápida a todo el salón, notando como algunas chicas lo miraban cohebidas y algunas asustadas la mayoría podría decirse.

Maldició en voz baja cuando se dio cuenta que era verdad y estaba a pestando con su enojo el salón de baile.

<Con lo que odiaba eso.>

Suspiró y con pasos rápidos decidio salir un rato a despejarse, lo que menos quería era asustar a su pequeño Omega también, no con lo que ya estaba sufriendo su pequeño.

Se escucho un puertazo  por aquel salón y la profesora puso los ojos en blanco agradecida que el tonto alfa se haya ido por fin. Suspiró y con una mano en su cintura bien definida volvió su atención a los tres chicos que permanecían en el suelo de piernas abiertas haciendo un Split algo alto pero que ya adquiría forma, sus manos se volvieron a los hombros del pelirrojo y lo impulso hacia abajo al notar las intenciones de este por levantarse.

—dije tres minutos, no han pasado ni dos—

Los chicos se quejaron una vez más sintiendo como sus piernas temblaban.

Jimin quien los miraba desde una esquina ya haciendo otros estiramiento, suspiró igual de preocupado que su hermano, pues no creía que la maestra tuviera que ser tan ruda con los chicos, no cuando sabe que estos en su vida habían bailado y echó estos estiramientos.

Mordió sus labios y con toda la valentía decidió hacer que ya los dejara por hoy.

—peofesora...—se acerco desde atrás y se paró recto cuando está lo miro haciendo una señal que lo escuchaba— creo que ha sido suficiente por hoy, no cree?— sintió su cuerpo temblar y su mente renplantear la idea cuando está puso una cara indescifrable. ¿Molesta? ¿Contenta? No la podía leer.

—claro tal vez me he excedido un poco— hablo sin expresión dejando de sostener los hombros del pelirrojo.

—les veo potencial, porfavor por ahora vallan a ducharse y mañana se integran bien a la clase—

La maestra dio vuelta y se dirigió con los demás alumnos, Jimin suspiro hasta que ella se había alejado lo suficiente, voltio hacia los tres chicos y corrió rápido a socorrerlos al ver como estos se intentaban parar con dificultad.

Jimin los dirigió hacia los baños, donde ahora se encontraban listos para darse una ducha rápida.

Hoseok se quejaba aún y Ken por igual, mientras que el pelirrojo se mantenía callado.

Que?..Soy un omega!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora