La pequeña brisa paso por ambos cuerpos, haciendo que las hojas verdes del árbol al moverse fuera el único sonido en ese pasillo estrecho ahora lleno de un aura enojada por parte de uno de los dos alfas que se encontraban en el lugar.
El alfa más grande volvió a gruñir y se acercó de una manera peligrosa hasta el alfa más pequeño, sus manos a su costados se hacían puños, y su mandíbula se endurecia, estaba bastante enojado.
Desde que vio a lo lejos como aquel chico perseguía a su omega, sintió a su lobo aruñar su pecho gritando en total advertencia, en su mente preguntaba ¿acaso este tonto creía que podia pasar de desapercibido su presencia?
—calmate...—el chico lo miro mal, alzando sus manos haciendo ademanes de que se tranquilizara.
—entonces responde a la pregunta!—grito exaltado.
—ya...—
Sus ceño se frunció y desesperado camino unos pasos más hasta invadir por completo el espacio personal de aquel alfa, sonrió en sus adentros al ver qué era más alto, y con total facilidad empujó con la palma de su mano al chico, este inmediatamente gruño y se puso a la defensiva, dejando en claro que no se dejaria, pero el aprovechando en tener un lobo más imponente gruño dejando en claro al suyo que podía acabar con el sin esforzarse.
El chico pareció enfurecer más pero quedandole en claro eso, solo bajo su mirada mientras su cuerpo se tensaba completamente.
—no crees que podía acusarte por estar enfrentando a un chico menor que tú?!—
—¿ya te presentastes no?, Ya no eres un cachorro— se defendió sabiendo que aún así no podía hacerlo, pero el otro no tenía que saberlo.
—eres más fuerte que yo, pero si sabes que aún así no dejaré intimidarme, igual soy un alfa! estupido! No me —
Lo miro unos segundos con una mueca presente en su rostro, pero pronto su pecho empezó a sacudirse, dejando salir después de sus labios una risa amarga mientras metía una mano a su bolsa de pantalón alzando su cabeza hacia el cielo, recordando viejos tiempos.
—chico ya lo sé, me presente desde los once años, mi lobo está más unido a mí que él tuyo contigo—
—eso no puede ser cierto—
—no lo creas no me importa—hablo duramente, volviendo a concentrarse en él —se acabo está conversación, ahora respóndeme—
Su paciencia se estaba acabando y que él castaño solo se quedará en silencio no ayudaba.
—vine a buscarlo, me mandó su primo por él, se nos perdió de regreso a los salones—respondio sin titubear, desafiandolo con la mirada.
—si lo estabas buscando por qué rayos no querias que te viera entonces—lo vio de igual manera, cruzándose de brazos, sin creerse esa historia.
—¿curiosidad?, Sólo Quería ver por qué rayos caminaba por el área verde—le respondió con un tono de desdén
Mordió la parte de su mejilla interior, sin perder en algún momento los movimiento del chico. Como rayos pensaba que podía tragarse esa historia, su lobo solo quería acabar con él no sabía por qué pero lo sentía como una amenaza, pero bueno que el chico pareciera no querer problemas lo hizo contenerse y calmarse un poco.
—solo lo diré una vez, no quiero que te acerques a él, al menos no cuando esté solo, me entendiste!—
Sintió que ahora su grito había logrado escucharse hasta el fondo de los pasillos por lo que mordió su labio molesto.