La lluvia era muy fuerte lo que hacía que la gente no saliera a las calles y se resguardará seguros en sus casas, ya había pasado una semana de aquel frente frío y apenas se tenía pronosticado que acabaría dentro de un día más.
Un niño veía con melancolía desde su ventana como aquella lluvia que parecía eterna, mojaba el patio de su casa haciendo que su pequeña area de arena donde se encontraba su columpio se volviera lodo, soltó un gran suspiro mientras cerraba las cortinas de nuevo.
Desde que había empezado a llover no había podido salir a jugar, extrañaba su columpio le gustaba sin duda esa gran sastifaccion que le daba meserse por los aires y sentir como sus pies se despegaban del suelo al momento de que su rostro chocaba con el viento. Pero lo que en verdad le gustaba era cuando en las noches se escabullia y se iba al columpio, ya que al meserse bajo la agradable luz de la luna le gustaba mucho; ver las estrellas y la luna en todo su esplendor era algo maravilloso.
—cuando más estará así? señor sol cuando me dejara verlo de nuevo?
Preguntó mientras llevaba sus manos a su mejilla y se daba leve palmaditas animándose para no estar triste todo el día
—mi niño sigue triste por la lluvia?— dijo la señora jang mientras entraba con la ropa limpia y la dejaba en la cama ya que el niño siempre insistia que no se molestara en acomodarla ya que el podría hacerlo, apesar de ser el dueño de la casa mayormente si no estaba en su columpio o estudiando siempre buscaba como ayudar en la casa Si no estaba ayudando al jardinero, estaba con ella insistiendole que le asignará una tarea, para ser un niño de 11 años era muy testarudo, suspiro y camino hasta el niño jalandole de sus mejillas haciendo que este pegará un pequeño chillido de dolor.
—ya te dije que la lluvia es buena, puedes jugar en los charcos incluso con el lodo, puedes mojarse incluso con la lluvia— dijo feliz mientras recordaba sus días de infancia, pero el contrario solo hizo una mueca a él no le gustaría jugar con lodo, pero talvez si podría esplorar.
—señora Jan cuando vendrá hoseok?—pregunto dudoso mientras que se libraba de las manos de su cuidadora.
—ummm, creo que hoy...— elevó su rostro mientras hacía recuerdo—si creo que hoy—
El pelirrojo sonrío espléndido buscando con desesperación en su closet, suspiro al encontrar su capote azul y sus botas de igual color.
—saldre a explorar, donde está mi columpio se volvió lodo— hizo un leve mohín solo de recordarlo— pero iré al columpio que está más adelante..—
—el del bosque?— preguntó un poco preocupada, el niño asistió eufórico mientras se ponía el capote y sus botas de plástico
—no es el ...bueno, señora jang estamos literal en el bosque, además mi padre lo puso en ese lugar, dígale porfavor a hoseok que me busque hay— dijo mientras caminaba a la puerta ya con todo puesto—nose preocupe no pasarás nada, prometo no alejarme tanto, solo iré hasta el columpio del arbol, la quiero!—
La señora Jang negó con la cabeza viendo cómo el niño pelirrojo salía de la habitación, no era que se lo fuera impedir era muy flexible con su niño de lindas mejillas, y actitud risueña aunque al pasar el tiempo se estuviera volviendo un poco más serio y tímido, pero eso no evitaba que siguiera siendo el mismo niño lindo y tierno que llegó a la casa Kim, suspiro levantándose de la cama.
Kim seok Jin había cumplido recientemente sus 11 añitos, conforme iba creciendo no podía negar que se iba poniendo más bonito como decía su familia aunque a él le gustará más la palabra guapo, su piel pálida con su típico sonrojo en las mejillas, sus labios gruesos y abultados, sus lindos ojos color olivo junto con sus pestañas tupidas, la delicadeza de sus facciones, sus hombros anchos y su sonrisa encantadora sin olvidar el rojizo de su cabello que lo destinguia por no ser un color de cabello muy peculiar, sin duda había cambiado, pero aún estaba creciendo sus facciones y personalidad de niño seguían siendo parte de el, el era aún un cachorro se dejaba de ser hasta que te presentabas pero eso sería hasta los 16 aún faltaba mucho tiempo para que pasara por eso el joven kim, en esa edad la mayoría dejaba de ser cachorro por qué en esa edad se presentaba, distinguiéndose así en qué lugar de la jerarquía estabas, alfa, beta o Omega auque está última era descartada ya que no existían omegas hombres, solo lo podrían ser las mujeres, o eso es lo que todo el mundo pensaba ya que si había leyendas de que alguna vez existieron en eso quedaban por qué en todos estos años jamás se había visto alguno.