ENAMORADO DE LAN XICHEN

HERENCIA DE PAPÁ WEI

Acá  escribiendo desde el celular (una parte y otra en la lap de mi madre) bc los amo a ustedes  mis bonitos lectores y a los personajes que aparecen aquí. Abjfkqjfa yo sé lo que es sufrir porque actualicen un fanfic;; justo como sufren mis lectores de otro fic que llevo años escribiendo;; 

Espero no tener tantas faltas horrográficas;; (ortográficas). Gracias por estar aquí ♡.

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Despertaron casi al mismo tiempo. Cuando SiZhui abrió sus hermosos ojos negros se topó con la profunda mirada clara de Lan XiChen. Ese par de ojos que le tenían atrapado. Se sintió tan a gusto. Estaba rodeado además por dos fuertes brazos que no parecían dispuestos a dejarlo ir.

—Buenos días —saludó el menor con una ligera sonrisa.

—Buenos días, A-Yuan —saludó de igual forma el hombre a su lado—. Está comenzando a amanecer. Será mejor que nos demos prisa o llegaremos tarde a nuestras actividades.

El chico asintió de inmediato y dejó un beso rápido en los labios del hombre. Apenas una especie de roce. XiChen sonrió complacido con el gesto. Él fue el primero en ponerse de pie, tomó la ropa del menor y se la entregó junto a la característica cinta de la secta Lan de GuSu. SiZhui le dio las gracias y empezó a vestirse, permitiendo que el hombre le ayudara a colocarse aquella cinta, justo como él le ayudó a su líder a quitársela la noche anterior.

Se podría decir que ambos ya habían tocado esa cinta que tan importante era para cada uno, para todos los integrantes de la secta Lan.

Una vez que estuvo más o menos presentable, lo más presentable que podría verse con la ropa del día anterior claro está, decidió despedirse del hombre. Después de todo estaban en HanShi, la habitación de ZeWu Jun, el hombre podría demorar un poco más en vestirse y quedar tan pulcramente vestido como siempre.

—Debo irme.

—Ve con cuidado —susurró cariñosamente el mayor tocando la parte superior de los brazos ajenos—. Nos veremos tan pronto como pueda tomar un respiro de mis responsabilidades.

SiZhui rio suavemente.

—Quizá debas aprender algo de papá WangJi.

—Lo he pensado. Unas clases no me vendrían mal.

Sus risas se combinaron de forma suave y el hombre más alto se inclinó para dejar un dulce, muy dulce, beso sobre la frente de su pequeño novio.

—Nos vemos pronto.

Lan SiZhui no afirmó ni negó. Simplemente sonrió y dio la vuelta dispuesto a marchar del HanShi. Cruzó la puerta con pasos lentos, pero firmes y se detuvo muchos metros adelante, apenas un momento, girando su cabeza por encima de su hombro para mirar en dirección a donde el hombre seguramente ya habría comenzado a vestirse.

—Vive bien por siempre, ZeWu Jun.

Los días pasaron y SiZhui y XiChen apenas habían logrado verse por periodos muy breves de tiempo. El mayor siempre se encontraba atendiendo cosas importantes para la secta y el chico parecía muy sumergido en sus propios asuntos. Lan XiChen casi podría pensar que lo evitaba, si no fuera porque en serio lidiaba con otras cosas y trataba de no preocuparse demasiado por su relación con el chico, después de todo habían pasado un día bastante bueno juntos.