Un Nuevo Comienzo Suena Bien.

10

¿Nos sentamos?—pregunté una vez nos separamos del abrazo, asintió mientras se deslizaba en el asiento delante de mí.

Miré a mi alrededor no pudiendo evitar poner la mirada nuevamente en la pareja que se acomodaba unas mesas más adelante, sentí una fuerte punzada en el pecho cuando vi como él deslizo su mano por la espalda baja de la mujer dirigiéndola a su asiento, no quería reparar en su presencia pero tenía esa sensación desagradable todo el tiempo, sabía perfectamente cuál era ese sentimiento pero no me atrevía ni siquiera a pensarlo, porque me sentía tan estúpido.

Una vez se sentaron, ella mirando en dirección a nosotros y Jongin dándome la espalda, se vio obligada a saludarme con un pequeño asentimiento de cabeza por que nuestras miradas se encontraron en varias ocasiones.

Observe a Ji hyun quien inocentemente sin percatarse de nada estaba mirando el menú.

—¿Ya sabes que pedir?—me pregunta levantando la vista tomándome desprevenido.

—¿Eh?—respondo. Frunce el ceño ligeramente lo cual no ayuda a mis nervios, no sé si está molesta por lo de hace un rato o es algo más y tampoco me atrevo a indagar mucho, lo único que quiero es que está noche termine lo antes posible.

—preguntaba que qué ibas a pedir—repite en tono amable.

—creo..espaguetis al pesto ¿tú?

En ese momento la camarera aparece a nuestro lado para tomarnos la orden.

—Espaguetis al pesto y para mí una ensalada caprese—dice Ji hyun a la camarera quién repite con voz suave la orden mientras anota en su libreta.

—¿quieres vino?—me pregunta a lo que asiento con la cabeza.

—Okay y un vino tinto penfolds por favor.

Escucho la voz de la camarera y Ji hyun pero lo escucho muy lejos como si no estuvieran aquí, o como si yo no lo estuviera, mi mirada se sitúa en esa dirección nuevamente, los observó reír mientras todo se ralentiza. Los sonidos se desvanecen de apoco a excepción de la risa de Jongin que resuena en mi cabeza como si estuviera a mi lado, veo a la mujer sonreír con encanto y Jongin me mira por encima de su hombro y me regala una sonrisa que rayaba la arrogancia.

El recuerdo de una situación similar me golpeó tan fuerte cuando me vi a mi mismo; con la diferencia de que al kyungsoo de 16 años que veía en mis recuerdos le sudaban las manos y las lágrimas inundaban su ojos mientras observaba a Jongin sentado cinco mesas adelante con su mano sobre el hombro de una chica en la cafetería del colegio, él sabía que yo lo estaba viendo lo supe cuando al igual que ahora, me miró a los ojos y me sonrió.

Me sentí patético y débil mientras lágrimas corrían por mi rostro. Ese día se había enojado no recuerdo el motivo, pero si se que fue una tontería suya. También sabía que él me estaba demostrando que podría tener a alguien más sí quisiera. Después de unos días sin hablarnos solo apareció en la puerta de mi casa para ir juntos al colegio. En cuanto me vio salir pasó su brazo por mis hombros y caminamos, comenzó a hablar como si nada y yo solo me deje llevar, por que al  final siempre fue así,  yo era el que dependía emocionalmente de él.

Pero ¿quién dijo que esto tenía que ser así siempre?

Según su versión fuimos víctimas de las circunstancias pero yo fui el que se llevó la peor parte, por que mientras yo era un manojo de emociones sensible y dependiente, Jongin era el que deshacía y armaba mi corazón en cuestión de segundos.

No, no sería justo que él viniera a tomar todo de mi dejando una mierda depresiva al final.

Aunque ya no soy un adolescente, somos adultos, tal vez es hora de jugar mi juego.