Un Nuevo Comienzo Suena Bien.

27

—¿Qué haces aquí?—pregunte sorprendido, lo que menos me esperaba y lo último que quería era ver es mi jodido representante en la entrada de mi departamento a las 7:00 am. Él se mantenía de pie mirándome con el ceño fruncido y los brazos cruzados. 

—Vine a ver en qué mierda estás metido, por qué no contestas mis llamadas en meses—su voz ronca me taladraba la cabeza, Freed es un hombre estadounidense de cuarenta y tantos, me ha representado desde los inicios de mi carrera, fue un gran amigo de mi padre. 

Me alejo de la puerta dejándola abierta para que ingresara, pero no lo hace, no se mueve ni un ápice—¿te vas a quedar ahí? —pregunté recostándome en el sillón boca arriba, cerré los ojos para no ver su expresión al observar el desorden de la casa, que refleja el de mi vida.  

Después de unos minutos en total silencio, abro los ojos con cuidado y veo que Freed está sentado en una silla a una buena distancia de mi, con las piernas cruzadas con el tobillo apoyado sobre la rodilla, llevaba un esmoquin negro tan elegante que por un instante me avergüenzo de estar con un pantalón de chándal gris y sin remera. La resaca seguía haciendo de las suyas, de vez en cuándo se me nublaba la vista, me pregunté si estaba soñando cuando volvió a hablar.   

—¿Qué sucede contigo?—dice en voz muy baja. E inmediatamente se que esta enojado o triste.

—Estoy tocando fondo.

—eso parece.

Me levanto lentamente hasta quedar sentado, sin apartar la vista de los ojos de él. Agarro un cigarrillo de la cajita que estaba en la mesa y lo enciendo, el humo invade mi sistema nervioso logrando calmar mi ansiedad. 

—¿volviste a fumar?

—Si es lo único que me calma ¿Qué haces aquí?

—Ya veo—dice tranquilo—vine por ti, vuelve a casa Jongin. 

—No tengo nada—digo mirando hacia mis manos, unas lágrimas caen sobre la mano donde tengo el cigarrillo, le doy una calada.

Él negó con la cabeza—No te hagas esto ¿No tienes nada dices? sabes que eso no es cierto; tienes a tu familia y a tus amigos que te queremos y nos preocupamos por ti. Tienes una carrera brillante, tú lo eres. Escúchame lo que sea que te esta haciendo daño déjalo ir. 

—Pero no lo tengo a.. yo tenía una vida.. pero ahora ya no puedo..no puedo solo irme.. y si él decidiera volver y.. y—comienzo a divagar, tengo el corazón acelerado y la sangre me retumba en la cabeza. 

—No intentaré persuadirte, por que no se que sucede realmente, solo te diré esto una vez luego me iré. Vuelve a Europa. La semana de la moda es en menos de un mes, tu deseabas estar ahí ¿Lo recuerdas? 

—Lo hago— respondo recordando lo emocionado que estaba por eso en el pasado.

— Necesitas volver ahora, he tenido que verme en muchas cosas en los últimos meses moví cielo y tierra para mantenerte en una buena posición pero ya no puedo hacer más si no pones de tu parte. Esto es importante, estas a un paso de caer hasta el fondo.

—¿Que fecha estamos?

—el 17..

—¿de?—me mira extrañado.

—septiembre. 

De un momento a otro mis ojos se habían inundado de lágrimas. Cuatro meses habían pasado desde la  última vez que lo vi, no me había llamado, ni siquiera intentó saber si seguía con vida. Tengo la boca seca y respiro profundamente para que la horrible sensación de abandono desaparezca. ¿Qué estoy haciendo aquí? Necesito que alguien me diga por qué estoy esperando por una persona a quien le importo una mierda. Me levanto del sillón y voy tambaleándome hasta mi habitación, Freed no dice nada. Tengo el breve impulso de tumbarme en la cama y llorar, pero ya me canse de eso por qué es lo que he estado haciendo desde que no está conmigo. Me duele la cabeza, respiró profundamente dándome cuenta de que llegó la hora de irme y no puedo seguir esperando a que venga. Por días lo único que he necesitado es que toque mi puerta, pero no lo hizo ahora me conformaré con verlo para saber que sigo vivo y que me diga que estaré bien sin él. Solo quiero mirarlo a los ojos y ¿Por qué me dejó de esta manera? ¿Por qué si sabía que lo amo se fue de mi vida sin siquiera decirme adiós? Tengo muchas cosas que decirle pero todas son excusas por qué en realidad solo quiero ver su rostro por una última vez así puedo continuar.