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Llegué al hospital temprano ese día y Jongin me esperaba con un café con leche caliente en la puerta, sonreí y lo salude con un asentimiento caminado hasta el ascensor, era por esto que en los últimos meses he estado llegando más temprano al hospital porque sabía que estaría  esperándome, vamos hasta mi oficina charlamos mientras me preparo para empezar las rondas luego se va. Es como si después de pasar todo el fin de semanas sin hablar tuviera la necesidad de verme a primera hora de la mañana.

Me miró con ojos juguetones y me siguió.

—¿Por qué vienes tan feliz?— pregunta adentrándose al ascensor.

—No estoy feliz estoy como todos los días—replique—bueno tal vez me gusta verte esperándome, solo por qué me gustan tus cafés —guardé silencio y me reí lo mire de reojo y vi como una sonrisa se dibujaba en su rostro.

—Es el café de la máquina de aqui..bueno yo solo vine para hacer tiempo tengo una sesión de fotos no muy lejos así que..—solté una carcajada y ahí estaba su tonta excusa—no es como si te quisiera ver—agaché mi cabeza y reí nuevamente.

—Admite que me extrañabas— dije jugando un poco con las palabras. 

Lo miré y mordí mi labio inferior, quería besarlo pero sabía que en el ascensor había cámaras de seguridad por lo que solo aparte la mirada y metí mis manos en mis bolsillos. Sonó el ascensor y salimos. En un descuido Jongin entrelazo nuestras manos tomándome por sorpresa,mire a ambas direcciones preocupado por qué alguien nos este viendo. 

—no hay nadie relájate—dijo con una sonrisa juguetona en el rostro, no opuse resistencia solo me límite a agachar la mirada y seguir caminando, dirigiéndo toda mi atención a nuestras manos juntas, mi estómago se revolvía de emoción porque había algo especialmente agradable e íntimo con ese pequeño contacto. Se sentía realmente bien. 

Cuándo entramos a la sala de especialistas me sorprendí al ver que sehun estaba allí preparándose para salir a sus rondas. Lo salude con la mano en la que tenia el café Jongin solo asintió en forma de saludo, recordé que nuestras manos estaban entrelazadas cuando ví a sehun mirándonos fijamente, trate de soltarme de su agarre pero Jongin ni se inmutó ni siquiera dejo de caminar.

Lo golpee en el brazo —eso fue estúpido—dije con falso enojo, él solo se rió escandalosamente.

—lo siento. No lo vuelvo a hacer, aunque sé que el novio de Luhan ya sabe de lo nuestro.

—Igual fue arriesgado.

Entramos a mi oficina y nos bebimos el café, él me contaba cómo estuvo su fin de semana que básicamente consistió en encerrarse en su casa viendo películas de los 90 que le recordaban a mi. Me burle por lo aburrida que se ha vuelto su vida desde que está conmigo pasó de estar en fiestas elegantes con prestigiosas personas a encerrarse viendo películas viejas, él me reprochó con un mohín en los labios, luciendo adorable.


—¿recuerdas cual es mi película favorita?—pregunté levantándome de mi silla caminando hasta el perchero tome mi bata y el estetoscopio, cuándo me los puse ya estaba listo para salir a mi ronda. Me acerque nuevamente al escritorio y me recoste sobre este frente a él— ¿lo olvidaste?

Bufó poniéndose de pie frente a mi—Como olvidarla si la vimos cientos de veces—me estremecí al sentir sus brazos rodeando mi cuerpo, con una mano me mantenía sujeto, pegado a él y con la otra me recorre suavemente la espalda —pretty woman—susurro sobre mis labios. 

Su voz y su perfume inundaba mis sentidos por completo, cerré los ojos por un instante, mi cuerpo se llenó de endorfina por el intenso sentimiento de felicidad que me producía el estar a su lado.

Un Nuevo Comienzo Suena Bien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora