capitulo 2

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PATRICIA

Mi vida no ha sido fácil. Desde niña he tenido que trabajar muy duro para poder salir adelante y más ahora que mis padres están en ese centro. He sufrido mucho y algunos días quiero decaer, escapar y dejar todo atrás, pero pienso en mis padres y en Albert, quien es una de las razones de mi vida ¡Sin él creo que moriría!, él es mi fuerza, mi luz, mi hogar, mi calma, mi paz, mi refugió ¡Mi todo! El simplemente es mi razón de vivir y no se que sería de mi sin él y no tienen idea de como lo extraño... Ya han pasados cuatro días desde que se fue a Miami y por suerte y gracias a Dios llego bien, pero no se porque esta ansiedad, este mal presentimiento de que algo va a salir mal, no se me quita. Solo le pido a Dios que todo salga bien y que lo traiga de vuelta conmigo sano y salvo.

Voy saliendo del centro de salud donde están mis padres cada vez que vengo a verlos mi corazón se oprime ¡No soporto verlos así! Mi padre era el hombre más fuerte y guerrero que había conocido y verlo ahí postrado en esa cama me destroza y mi madre ¡Dios mi madre!, ella si que merece el título de guerrera de Dios. Mi madre ha pasado por tanto y aun así no se ha dejado vencer, aun con su enfermedad respiratoria ella sigue adelante. Siempre que la visitó trata de sacarme una sonrisa y de levantarme el animo. Ella es una mujer única e increíble y me siento muy orgullosa de ser su hija... Llegó a la parada del autobús y me siento a esperar que llegue para ir a mi casa, darme un baño y descansar un poco... Llegue hace media hora a mi casa y estoy preocupa, Albert, no me ha llamado hoy y ya es tarde lo cual se me hace raro el siempre me llama en la mañana o en la tarde y ya es de noche y no lo ha hecho ¡Estoy angustiada!, lo llamó a su teléfono, pero no contesta. Así que decido llamar al hotel donde se está quedando para que me comuniquen con él o me den alguna información. Marco el numero y al primer tono contestan.

~Hotel primavera, ¡Buenas noches! ¿En que podemos servirles? ~me contesta una voz femenina.

Buenas noches señorita, me podrías comunicar con la habitación del señor Albert Lex, por favor —pido amablemente, aunque estoy muriendo de angustia.

~Un momento/ por favor ~me pide y estoy segura de que está buscando la información... ~Lo siento mucho señorita el señor Lex salió esta mañana y no a regresado ~me informa luego de un minuto en espera ~¿Desea dejarle algún mensaje? ~pregunta y yo estoy aun más angustiada ¿Donde se habrá metido? «¡Dios!, que este bien por favor» pido en una súplica que sale desde lo más profundo de mi corazón.

Le podrías decir que llame a Patricia Ríos, por favor ¡Es muy importante!

~Esta bien señorita, no se preocupe en cuanto llegue yo le lo doy su mensaje ~dice en un tono muy amable.

—Gracias señorita —digo antes de colgar y ahora estoy peor que antes ¿Donde se habrá metido? ¿Le habrá pasado algo? ¡Dios!, que no sea así, porque no lo soportaría... Esta angustia me esta matando, ¡Dios!, ¿Que hago? ¡Ya sé!, llamaré a la señora Adamaris, para saber si ella sabe algo de él. Marco y al tercer tono contesta.

~Hola cariño ¿Como esta? ~pregunta apenas contesta.

Estoy bien Adamaris ¿Y ustedes como están? ¿Saben algo de Albert? No me ha llamado en todo el día y estoy preocupada —voy directo al grano, no aguanto mas la ansiedad.

~Estamos bien cariño. Hable con Albert, esta mañana me dijo que iba a estar todo el día en una reunión, ya que quiere regresar lo antes posible. Así que no te preocupes él esta bien ~dice y siento como si el alma me estuviera regresando al cuerpo.

Gracias Adamaris. Estaba muy preocupada —le cuento, ya que ella es como una segunda madre para mi.

~Lo sé cariño yo también me preocupo cuando Albert, sale y no me llama, ¿Por qué no vamos a comer mañana tu y yo? ~pregunta y es buena idea mañana es mi día libre.

—Me parece buena idea. Te veo mañana Adamaris ¡Que tengas, linda noche! —digo.

~Tu igual cariño te veo mañana ~dice antes de colgar. Ahora estoy más tranquila por lo menos se que esta bien quizás y todavía este en la reunión ¡Ya llamará!... Me paró del sofá y voy a mi cuarto para darme un baño ¡Hoy saldré a cenar con los chicos! Maria, Richard, Lucy, Carla, Samantha, Jose, Hector, Victor y yo hemos creado esta rutina. Una vez a la semana salimos a cenar para ponernos al día y hoy es ese dia... Me doy un rico y largo baño para quitarme todo el estrés del día. Salgo de la ducha, seco mi cuerpo, me pongo crema corporal con mi aroma favorito (coco) me maquilló un poco, seco mi cabello y me hago una cola alta. Hoy no quiero mi loco cabello todo rizado revuelto ¡Quiero algo más cómodo!... Voy a mi closet por lo que me pondré, escojo un vestido azul asimétrico, hombros caídos ajustado hasta la cintura, falda suelta, corto en la parte de alante y largo atrás ¡Es perfecto para cualquier ocasión! Me coloco el vestido, escojo mi zapato de tacón alto de aguja en color negro ¡Y listo! Me miro en el espejo de cuerpo completo una última vez, llamó un taxi y le escribo un mensaje a los chicos para informarles que ya voy saliendo para allá.

Tengo como una hora con los chicos platicando y bromeando sobre algunas cosas y de verdad me la paso bien con ellos, pero aun así extraño mucho a Albert. El se a vuelto imprescindible en mi vida y desde que lo conocí supe que él era especial ¡Y no me equivoque!, es el mejor hombre que he conocido. Es tierno, detallista, cariñoso, responsable, comprensivo, amoroso y puedo seguir enumerando todas sus virtudes. Es el hombre perfecto pueden creer que aun viviendo prácticamente juntos me escribe todas las mañanas deseándome un buen día y diciéndome que me ama. Es el hombre más maravilloso que he conocido no creo que exista otro como el... Miro la hora en mi teléfono ¡Ya es tarde! Es casi media noche y Albert no me ha llamado, pero no voy a pensar en cosas negativas. Quizás llego muy tarde de su reunión o quizás no ha llegado.

—¡Chicos!, debo irme. Mañana trabajo temprano —digo antes de pararme de la mesa.

—Esta bien, nosotros también nos vamos —dice Victor, mirando a los demás y todos asienten parándose de la mesa.

—Te llevo sí quieres, me queda de camino —me ofrece Richard y la verdad que se lo agradezco muchísimo, ya que me ahorro lo del taxi.

Gracias Richard —digo caminando a la salida con los demás. Nos despedimos de besos y abrazos y los demás se van por su cuenta y yo subo al auto con Richard.

El camino a casa lo hicimos entres risas y cantar canciones como locos a todo pulmón... Cuando llegamos a mi casa bajo del auto y le doy las gracias a Richard, una vez que nos despedimos camino hasta mi casa entro y voy directo a mi cuarto, me quitó el vestido, busca mi pijama y voy al baño para desmaquillarme. Cuando voy hacerlo mi teléfono suena insistentemente anunciando varios mensajes, es tanta la insistencia que voy a buscarlo, lo desbloqueo y son mensajes con varias fotos de un número desconocido y algunos mensajes. Leo el primer mensaje.

1- ¿Quieres saber porque Albert, no te llamo en todo el día? Entonces, mira la fotos.

2- ¿Creíste que el de verdad te amaba? ¡Que equivocada esta querida! A la única mujer que él quiere es a mi.

3- Espero que te quede claro cuando veas las fotos de que a quien el ama es a mi. Tu solo eres su amante de turno, su entretenimiento date lugar y deja de andar de zorra con mi novio.

En cuanto termino de leerlo siento como si me faltara el aire, las piernas me tiemblan y siento un terror inmenso. No se quien sea esa persona, pero lo voy a averiguar. Abro las fotos y lo que veo acaba de matarme en vida. El teléfono cae al piso de la impresión y es que... Todo mi mundo se desmorona en pedazos, mis sueños, mi futuro, mis metas, mis proyectos ¡Todo! Juro por Dios que escuche como se rompía mi corazón en pedazos. Albert Lex, acaba de matarme en vida ¡Como me pude equivocar tanto contigo? ¡Soy tan estúpida!, pero juro que esta nunca te la voy a perdonar. Las mentiras, el engaño y las traiciones son cosas que odio y que nunca podría perdonar nunca. Me siento como si estuviera muerta. Si así estoy ¡Muerta en vida!, por tu culpa Albert Lex, y juro que así como te amo ahora, algún día te odiare y quizás con más fuerzas.

La Boda Del MillónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora