La Boda Del Millón

capitulo 6

PATRICIA 

Han pasado tres meses. Meses en los que día por día he estado recibiendo fotos de Leidy con Albert y con mensajes con unos y mil insultos hacia mi, que soy la otra, que soy una ramera, y muchísimas cosas más que no me atrevo a repetir. Es que no entiendo ¿Por qué me hizo eso a mi? Yo le di todo, él  era mi vida entera. Me duele y mucho y es que... No entiendo ¿Como el pudo jugar así conmigo! O sea fueron ¡Cinco años, no uno ni dos fueron cinco años!, años en los que le di todo de mí sin reservas, sin pedir nada a cambio y me pago así haciendo de mi la otra y convirtiéndome en una persona que no soy. Me he convertido en una salvaje agresiva ¡Dios!, hasta he llegado a golpearlo, nunca en mi vía había sido así, siempre fui una persona muy pacífica, pero me duele y mucho ¿Como pueden existir personas así, que te vuelvan la vida mierda así como así? Yo que estaba en contra de la violencia miradme ahora, pero es que esto me supera no entiendo ¿Como después de estar con ella viene a buscarme a mi, como si nada? Recuerdo el día que llegó de su viaje me enviaron fotos de ellos despidiéndose con un gran beso en el aeropuerto, y aun así vienes a buscarme a mi y tocarme cuando no hacía mucho la estaba tocando a ella. Me enviaron las fotos de ellos haciendo el amor la noche antes como despedida, y todos los días me llegan las fotos de ella llegando a su casa con bolsas de comida de su restaurante favorito, de ella llegando a su empresa, el hasta tuvo el descaro de llevarla al restaurante donde estaba con los chicos cenando y él lo sabía, ya que es como una tradición para nosotros cenar un día a la cenaba en ese restaurante. Y él se apareció haya alegando que tenía una cena de negocios cuando en realidad iba a cenar con ella y lo peor fue que se sentó en la mesa de al lado de nosotros. Yo me disculpé para ir al baño, ya que verlo me duele, el solo tenerlo cerca causa en mi millones de sentimientos, pero sobre todo unas ganas inmensa de abrazarlo, besarlo de sentir su calor porque lo amo muchísimo. Pero cual fue mi sorpresa cuando llegue al bañó y ahí estaba Leidy me insulto, me trato de zorra, trate de defenderme, pero me quede muda cuando me dijo que estaba embarazada de él y que ya lo dejara en paz ¡Como si fuera yo quien lo buscara cuando es él! Él es el que siempre me busca y aun no entiendo porque después de todo me sigue buscando y pidiendo explicaciones como si realmente la mereciera. La verdad es que no le he dicho a nadie lo que paso ni siquiera a los chicos porque me da pena que se enteren que he sido una tonta y la otra todo este tiempo. La señora Adamaris, siempre que comemos juntas me pregunta que paso, pero tampoco a ella le he dicho ya que no quiero destruir la imagen que ella tiene de su hijo y aunque se lo mereces yo no soy así. Lo que no entiendo es si el ya va hacer padre debería de quedarse con su mujer y dejarme en paz, cuando salí de el baño el estaba en la mesa y me pidió hablar conmigo ¿Pueden creer su descaro?, después de que la llevo a donde él sabia que yo estaba quería hablar conmigo. La verdad es que la ira me gano y termine tirándole el plato de pasta que me iba a comer en cima, es que no entiendo ¿Como puede ser tan descarado, como para hacerme eso a mi después de todo? Y lo peor es que cuando pienso que no puede humillarme mas viene ofreciéndome dinero para comprarme como si yo fuera una cualquiera ¿Porque me hace esto a mi?, pero eso no se queda así ¡Pero claro que no?, porque aparte del rodillazo en su entre piernas que le acabo de dar, le diré sus buenas verdades a la cara.

—¿Y tu que te crees que soy? ¿Una cualquiera? ¿Una sorra que puedes comprar con tu cochino dinero? ¿O es que no tienes otra persona más a quien humillar? Grábatelo bien Albert Lex ¡No estoy en venta!, podría tener una y mil dificultades, pero no soy una cualquiera para venderme —digo mientras él se sigue revolcando en el suelo del dolor por el golpe que le di.

—Sé que no eres una cualquiera, si que lo sé y de verdad me disculpo esa no fue la mejor manera de iniciar esta conversación. Te pido de favor, que entremos solo dos minutos, te explicaré mis razones para pedirte proponerte matrimonio así y porque el dinero. Por favor Patricia, en nombre de los cinco años que duramos siendo felices te pido que me escuches —me pide y aunque quisiera decir que no, el amor que siento por él me gana y me dice lo escuche.