Doble actualización 2/2
ALBERT
Un mes, mi belleza y yo llevamos un mes de casados y no puedo ser más feliz, aun con todo lo que está pasando soy muy feliz a su lado Patricia es la mujer de mi vida, ella es una mujer única no se, como le hace pero esa mujer se multiplica para todo, es muy buena estudiante, trabaja, ayuda a cuidar a sus padres, ayuda en los quehaceres de la casa y además de todo eso tiene tiempo para mí, todas las mañanas me hace el desayuno, me despide deseándome un buen día, me escribes en el transcurso del día para saber como estoy, por las noches siempre platicamos de nuestro día, siempre esta pendiente de todo, de como estoy, si me siento bien, si estoy cómodo, siempre esta hay para lo que pueda necesitar y eso realmente me gusta el saber que sin importar que pase siempre vamos a poder contar el uno con el otro, ayer a pesar del mal rato que le hizo pasar la loca de Leidy me preparo una rica cena, decoro nuestro cuarto con velas aromáticas y flores, y se puso un vestido que la hacía ver divina aunque disfrute quitárselo, tuvimos una velada increíble, Dios y cuando estábamos en el cuarto y la vi con ese conjunto de lencería que llevaba puesto me dejo sin habla, casi muero de un infarto estaba tan bella, tanta belleza en una sola persona debería ser pecado, pasamos una noche increíble nos transportamos a nuestro mundo perfecto donde solo somos ella y yo, ese mundo donde nos no pueden lastimar, ese mundo que es solo para ella y para mí.—Buenos días dormilón es hora de levantase —dice subiendo a gata a la cama dejando un reguero de besos a su paso hasta llegar a mis labios los cuales la reciben gustoso.
—Así si que vale la pena despertarse —digo luego de haberla besado.
—¿Así? yo pensé que te gustaba despertar así —dice quitándose lo único que llevaba puesto (sus bragas).
—Ya cambie de opinión creo que así es mejor despertarse —digo tomando sus hermosos senos en mis manos.
—Ahhhh —gime cuando tomo uno de sus senos en mi boca, mientras le doy atención al otro con mi mano, hacemos el amor, despacio, sin prisa disfrutando de cada toque, de cada beso, de cada caricia, cada vez que hacemos el amor es mágico, es como si nuestros cuerpos estuvieran sincronizados, nuestros corazones laten al compás como si estuvieran conectado y uno le diera energía al otro, cada ves que hacemos el amor nuestros cuerpos hablan por si solos es como su fuera la primera vez que lo hiciéramos.
—Te amo guapo eres el amor de mi vida —me dice luego de haber recuperado la respiración.
—Yo también te amo belleza con la diferencia de que tu eres mi vida y sin ti estoy muerto —digo mirándola a los ojos con todo el amor que siento por ella.
—Lo sé amor y nunca más tendrás que vivir sin mí, no creas que te liberarás de mí tan fácilmente, ya estás esposado a mi esposo mio —me dice regalándome una de esa hermosas sonrisas que me roba el alma cada días mas.
—Y no pienso poner resistencia a eso, esposa mía, estoy atado a ti, soy esclavo de tu cuerpo, adictos a tus besos, a tus caricias, es que soy todo tuyo, puedes hacer lo que quieras conmigo, estoy esposado a ti esposa mía —digo uniendo nuestras manos y sonriendo como bobo.
—Bueno pues como eres todo mio y puedo hacer lo que yo quiera contigo —dice subiéndose encima de mí —haré contigo todo lo que se pueda ocurrir yo quiera —dice rosando nuestros sexos haciendo que de ambos, salga un gemido —pero no hará tengo clases y tu debes ir a trabajar —dice bajando sé de mí para luego salir corriendo hasta el baño.
—¡PATRICIA! —grito frustrado creciendo como repuesta una sonoros carcajada.
—Si te apuras te puedo enjabonar la espalda —me dice desde la puerta del baño totalmente desnuda, no lo pienso dos veces y me paro de un salto de la cama para ir a su encuentro, entro a la ducha y ella me recibe con una hermosa sonrisa la cual correspondo sin duda la cojo de la cintura y la acerco a mí para besarla un beso agresivo, salvaje con hambre, con lujuria, nos besamos como si de eso dependieran nuestras vidas.
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La Boda Del Millón
De Todo-¿Esta loco papá?-le pregunto mirándolo a los ojos -¿Como puedes creer que me puedo casar con esa loca? ¡Esa mujer me odia! -exclamo tratando de hacerlo en razón. No entiendo como puede querer que me case con esa loca que casi me mata de un sartenaz...