capítulo 16

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PATRICIA


Veo como Albert se queda en la puerta mirando como me sacan esposada de nuestra casa como si yo fuera una delincuente peligrosa, lágrimas silenciosas salen de mis ojos y es que delante de él, me hago la fuerte para no demostrarle cuanto esto me afecta, no quiero que el sufra o se sienta culpable por lo que está haciendo esa loca, por ¡Dios! estoy siendo arrestada por algo que no hice solo porque una loca, desquiciada está obsesionada con mi esposo, me subo a la patrulla pensado ¿cómo es que pudo pasar todo esto? justo cuando estábamos en el mejor momento de nuestra relación siendo tan felices, la verdad no entiendo como un ser humano puede tener tanta maldad, ¿con tanta crueldad en las venas? como para dañar a alguien hasta el punto a arruinarle la vida de este modo, porque esto es muy en serio me están acusando de asesinato y de intento de asesinato la pena puede ser muy larga y eso sin contar lo desgastante que es un juicio tanto como para el acusado como para los familiares, esto es realmente serio, Dios mi mamá que va a hacer de ella cuando se entere, Dios se va a morir si llegan a condenarme.


El camino a la delegación se me hizo realmente corto, no sé cuánto tiempo llevamos aquí lo único que sé es que me han hecho las mismas preguntas como mil veces y la verdad ya estoy cansada, hasta migraña tengo.

—Oficial por favor ya no más estoy cansada —digo tratando de que para ya.

—Señora esto es súper fácil confiese que usted la quería matar porque ella estaba embarazada de su esposo —me dice casi gritando.

—Eso no es cierto, ni quiero, ni quería matarla, ni ese bebé era de mi esposo y tampoco le dispare así que está perdiendo su tiempo conmigo, el verdadero culpable esta haya afuera quien sabe haciendo qué, así que ya de-je-me-en-paz —se lo digo pausadamente por sílabas para que me entienda para no ponerme a gritar de la frustración —Y ya no hablaré más si mi abogado no esta presente —digo de forma tajante ya que estoy cansada de la misma preguntas y además tengo hambre mucha hambre a decir verdad.

—Esto hubiera sido tan fácil si usted confesara podríamos llegar a una reducción de pena —dice tratando de que me declare culpable de un crimen que no cometí, él pretende que le haga fácil su trabajo.

—Ya le dije que no hice nada y que no voy a hablar sin la presencia de mi abogado —digo cerrando los ojos.

—Como usted quiera señora —me dice todo enojado, sale de la sala de interrogación dejándome sola y es este el momento que utilizó para llorar, para dejar salir esas lágrimas cargada de angustia, de dolor, de impotencia, de rabias, por Albert, por mis padres, pero sobre todo lloro por mí porque me duele saber que quizás pueda pasar el resto de mi vida en prisión pagando injustamente.

—Ya estoy aquí amor —dice Albert entrando como un torbellino, me limpio las lagrimas rápidamente para que no vea que estuve llorando —No tienes que fingir belleza sé que estaba llorando se te nota en la cara, tienes los ojos hinchados, además te conozco mejor que nadie —me dice abrazándome y esto es lo que realmente necesito un abrazo de esos que me hacen sentir protegida, que me hacen sentir que todo estará bien, que me hacen sentir en casa, nos quedamos abrazados no sé por un par de minutos escucho los latidos de su corazón que le dan calma al mio —El abogado está tramitando un amparo para que te dejen libre hasta que se investigue el caso, te prometo que todo saldrá bien —dice acariciándome las mejillas.

—¡Gracias! por estar aquí amor —digo volviendo a abrazarlo.

—Que dices, no tiene nada que agradecerme belleza, estoy aquí porque te amo, porque eres la mujer de mi vida, porque quiero estar aquí, porque sé que eres inocente y porque sin importar que pase siempre voy a estar aquí para ti, amor somos un equipo lo recuerdas tú me cuida y me protege y yo te cuido y te protejo nunca lo olvides —yo sonrió como boba este hombre es realmente perfecto, como no amarlo cada días más, si siempre vive tan pendiente de mí, es super cariñoso, amoroso, comprensivo, me mima, me consiente, siempre trata de que este bien de darme lo mejor, me trata como si yo fuera una reina, es que Albert Lex es simplemente el hombre más maravilloso y perfecto que puede existir en este mundo.

La Boda Del MillónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora