capítulo 21

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ALBERT



Aún no entiendo como la vida se te puede volver una mierda en tan solo un segundo, no entiendo como te pueden dejar tan vacío por dentro en tan solo segundos, mi vida ya no vale nada acabo de perder las dos personas que me impulsaba a seguir, las dos razones para yo vivir en este mundo de mierda acaban de morir, mi vida ya no tiene sentido, me aferró al cuerpo sin vida de mi belleza como si con eso la fuera a salvar como si de eso dependiera mi vida y así es, mi vida desde que la conocí dependía de ella, yo vivía cada día para ella, para verla sonreír, para hacerla feliz y mi bebe Dios mi bebe era el ser más inocente dentro de toda esta mierda que formó esa psicópata, ¡Dios mió! ¿que daño te he hecho?, que te hice como para que me odies tanto, como para haberme dejado tan vacío por dentro, tan hundido en esta miseria a la que llamas vida, como para que me hicieras tener y disfrutar de la felicidad ¿si luego me la ibas a arrancar de raíz?, ¿porque? ¿porque? ¡Dios mio! dime ¿por qué?

—¿PORQUE? ¡DIOS MIO! DIME ¿POR QUÉ? AAAAAAAAAH —grito desesperado lleno de impotencia sin saber qué más hacer, me siento tan impotente.

—Hijo ven deja que los para médicos hagan su trabajo —me pide mi papá pero yo no quiero despegarme de ella no quiero que la alejen de mí —Hijo por favor deja que la revisen podría estar viva —y con eso reaccionó me alejo solo un poco de ella para hacer el espacio.

—Por favor dígame que aún vive —pido al paramédico que le está tomando el pulso.

—Hay que llevarla al hospital de inmediato, ha perdido mucha sangre, su pulso es muy débil pero aún vive —siento como si el alma me regresara al cuerpo en cuanto escuchó que aún vive.

—Salvela por favor —pido haciéndome a un lado por completo para que la puedan atender mejor —Con cuidado por favor ella esta embarazada —pido cuando la están levantando en la camilla.

—Usted es su esposo —me pregunta uno de ellos yo asiento —Venga con nosotros necesitamos algunos datos de la señora —me piden mientras vamos saliendo todos del tribunal, no sé qué paso con Leidy y todos los demás heridos la verdad solo me interesa mi esposa y mi bebe, subo a la ambulancia y tomo su mano está muy fría y pálida, Dios mío si me escuchas no te los lleves por favor no me lo quites.


Llegamos a la clínica hacen más de 5 horas y nadie me dice nada estoy desesperado ya no aguanto un segundo más esta angustia, siento como si fuera a morir.

—Albert por Dios siéntate hijo me está poniendo más nerviosa de lo que estoy —me pide mi mama.

—No puedo más mamá esta angustia y esta impotencia me tiene mal —digo dejándome caer de rodillas porque ya no puedo más.

—Vamos hijo no te puedes dejar vencer así, vamos párate cuando Pati despierte necesita ver a un hombre fuerte, un hombre que la haga sentir segura de que sin importar cuán dura sea la situación él sabrá sostenerla y no dejarla caer, así que arriba que yo he creado a un guerrero a un luchador que no se deja vencer—me dice mi papá ayudándome a parar, me paro con su ayuda y lo abrazó para darle las gracias, no puedo, ni debo dejarme caer mi mujer y mi hijo me necesitar fuerte y valiente.

—¡Gracias papa! —digo luego del abrazo y sentándome al lado de mamá, recibiendo sus caricias, esas caricias que tanto necesito en esto momentos, mi papa tiene razón debo estar fuerte como una roca para que cuando ella despierte me vea hay firme, fuerte, dispuesto a enfrentar lo que sea, en cuanto despierte le propondré matrimonio y tendremos una gran boda, viviremos en un gran casa y seremos totalmente felices, cuando ella despierte, porque sé que lo hará, mi belleza es una guerrera, es la mujer más fuerte y valiente que conozco y yo sé que despertara, tiene que despertar.

La Boda Del MillónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora