tʀɛċɛ

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Al pequeño bicolor le encanta ir a las fiestas patronales que se hacen en sus departamentos, le gusta ver como la gente se divierte y reúnen en familia para degustar de dulces típicos y la deliciosa conserva que claro es una de sus favoritas. Es algo que no se perdería nunca.

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Salvador: Y entonces lápiz y lapicero se casaron y tuvieron un pequeño lápiz llamado Francisco....— Salvador sostenía un lápiz en su mano derecha y un lapicero en su mano izquierda mientras el pequeño lápiz bebé -que ya estaba muy pequeño por sacarle punta- estaba reposado en una cuna improvisada hecha de hojas de papel.

Honduras: Que hermoso.— limpió una lágrima imaginaria.— Salva, ¿crees que a Guate le vaya asi con el México?.— Salva volteó a ver a los nombrados con una sonrisa, estaban riendo por las ocurrencias de México.

Salvadot: Tal vez...— rió levemente mientras volvia su mirada a la mesa donde estaba la familia de lápices (?.

Mientras Guate reía levemente ante las locuras de México este se deleitaba con su hermosa sonrisa, simplemente era bella y mas acompañada con ese suave sonrojo, no sabía que pasaba pero ahora quería estar con Guate mas cerca, hacerlo sonreír, hacerlo feliz, no quería separarse de él. El atardecer se hacia presente y los rayos de sol daban su último aliento escondiéndose entre las montañas dejándo paso a la noche, donde el cielo se cubriría por esas hermosas perlas brillantes y el manto negro, la noche era la favorita del chapín.

Guatemala: Se hizo de noche México, será mejor irn-...— se vió interrumpido ante un abrazo de oso, estaba sorprendido asi que simplemente correspondió, el country se separo lentamente con una radiante sonrisa.— ¡Alemania!.— el contrario asintio y le sonrió levemente, México miraba un poco incómodo y levemente enojado.

Alemania: No estuve en la junta pasada debido a unos atrasos y no pude verte, por eso vine hoy, para ver a mi pequeño chapín.— Alemania siempre le hablaba cariñosamente y eso hacía que el pequeño bicolor se sintiera un poco avergonzado.— ah... México hola.— saludo con una sonrisa un poco forzada, seguramente había visto como miraba a Guate.

México: Hola compadre.— trató de sonar normal pero simplemente le enfadó el como abrazo a Guate ademas como le hablo, ¡solo él podia hacerlo!, no estaba celoso, para nada, empezó una guerra de miradas donde ninguno pensaba perder hasta que...

Guatemala: ¡a-achu!.— lo dos voltearon a  verlo.— ¡ahh! Si se ríen los mataré.— habló mirándolos con un enorme sonrojo debido a que habia sido el estornudo mas lindo que hayan escuchado.

Alemania: No claro que no me reiré.— volteó su rostro con un leve sonrojo tratando de contener una sonrisa.

México: Yo tampoco, para n-nada..— miró hacia otro lado ocultando también un leve sonrojo y una sonrisita.

Guatemala: ¡Mas les vale!  yo definitivamente les haré algo muy cruel si lo hacen.— se  cruzó de brazos mientras hacia un puchero enfadado, los dos countrys se sintieron enternecidos ante esa escena tan tierna.

Alemania: Ni creas que te lo dejare fácil.— le susurró a México con una mirada seria, este sonrió levemente de lado.— él será mío.— sonrió con superioridad

México: Eso ya lo veremos...— le sonrió igual mientras de nuevo comenzaban a verse furiosos.

Guatemala:Hey... ¿qué hacen?.— al verlos tan cerca y mirándose sin parpadear, elevó una ceja.

México: ¡Nada! Jaja es que mi amigo aquí tenía algo en la cara.— rió nervioso mientras empujaba a Alemania levemente.

Alemania: Así es.— sonrió un poco fulminando con la mirada a México. Guatemala los miró con cara de póker sabia que se traían algo pero, los dejaría, por ahora.

Ambos, Alemania y México estaban dispuestos a dar todo por el chapín, y ninguno daria su brazo a torcer, ambos eran muy tercos como una mula, y harían lo que fuese por conquistar al pequeño bicolor, pero no sabían que este ya estaba completamente enamorado de uno, ¡y vamos! Que ya sabemos de quién.



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TROPIEZO CON EL AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora