#31

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Lena no podía creer lo que estaba leyendo, el periódico había hecho una doble página en su anuncio de Chocolate Delight. Aparentemente, la marca, que había cortejado al público con su brillante competencia, ahora se reveló que estaba en la agenda LGBT para convertir al público en una masa de desviados sexuales. Todo a través del poder del chocolate para untar. Incluso Lena estaba impresionada con su lógica deformada.

Andrea no pudo parar de reír. –¿Qué  creen que va a hacer esto? No podríamos haber diseñado esto mejor, ¿verdad? Dos páginas en el periódico nacional más grande de la tierra, y uno que se lee en todo el mundo–. Hizo una pausa y miró a Lena. –También está en línea, ¿verdad?

Lena asintió. Era una de las primeras cosas que había revisado esta mañana. –Todo el país está despertando al hecho de que a las lesbianas y sus hijos les encanta el chocolate para untar, y que las lesbianas van a gobernar el mundo. O algo así.

–Esto, literalmente, no podría haber ido mejor. Mordieron el anzuelo y se ahorcaron. Me encanta–. Andrea sacudió la cabeza y dejó el periódico. –¿Has sabido algo de Helena?

–Lo he hecho–. Lena había recibido un mensaje antes, diciéndole que las ventas se habían disparado debido al anuncio, y esta cobertura solo podía mejorar las cosas. –Me preguntaba si estaría preocupada por el boicot de grupos familiares, pero ella dijo que no le importa nada. Ella solo quiere personas moralmente respetuosas que disfruten de su propagación, y no clasifica a los homófobos ni a los que odian bajo ese título. Como me dijo en su correo electrónico: hay otras marcas de chocolate para untar disponibles.

–¡Eso! ¡Vamos Helena!– Andrea pateó la caja de Chocolate Delight a sus pies. –¿Sabes que tenemos un montón de marcas de alimentos haciendo cola para que hagamos algo similar con sus productos, ahora?

Veronica les había dicho a las dos esta mañana que su logro había abierto otras vías para la empresa, con las que estaba bastante satisfecha.

–Lo sé. Espero algo que realmente me encante comer o beber esta vez. Algo así como una marca de champaña.

Eso le hizo cosquillas a las papilas gustativas de Andrea. –Laurent Perrier sería bueno. Hasta Lanson. No soy quisquillosa con el champán si es gratis.

–¿Qué dirías si Blossom Hill viniera a nosotras?

Andrea arrugó la cara. –Tengo estándares.

–Podríamos hacerlo genial.

–Siempre estoy preparada para un desafío–. Andrea sonrió. –Pero el éxito de esto depende de ti. Trayendo el ángulo familiar, teniendo las agallas para hacerlo gay. Quién sabe qué más podría pasar ahora que ya casi eres toda una madre.

Habían pasado tres semanas desde el cumpleaños de Izzy, y la niña se estaba acostumbrando lentamente a Lena, y viceversa. –Tengo un largo camino por recorrer antes de ser madre, pero ahora tengo una ventana a la vida familiar, eso es seguro. Tanto es así, podría estar tomándome un tiempo para eso.

Andrea se agarró el pecho. –¿Vas a tener un bebé?– Podía escuchar la sonrisa en su voz.

–O Kara. Hemos hablado de tomar vacaciones.

–Te vas de vacaciones. ¿Tú, que nunca te vas de vacaciones?

–Kara es igual. Ella trabaja para sí misma, además irse sola con una niña es difícil. Es difícil vernos incluso cuando ambas vivimos en la misma ciudad. Así que hemos decidido, tal vez unas vacaciones pronto. Le dije a Veronica, y ella casi se cae de la silla.

–No me sorprende.

–Pero estuvo de acuerdo. No será hasta finales de septiembre cuando las reservas de Kara hayan disminuido un poco, pero hemos hecho un plan. Finalmente voy a tomar algunas de mis vacaciones, en lugar de tomarlas en términos financieros.

–¿Cuándo voy a conocer a la increíble Kara, quien cambió tu vida en cuestión de unos pocos meses?

–Saldremos mañana si quieres venir. Karaoke gay ¿Puedes controlarlo?

La boca de Andrea se abrió. –El karaoke gay es lo mejor. Me refiero a George Michael.

Lena la miró. –Esto es noticia.

–Solo porque nunca escuchas lo que te digo sobre mis fines de semana–. Hizo una pausa. –¿Mañana por la noche? Creo que estamos libres. Llevaré a Russell. Será épico ¿Cuál es tu canción?

Lena sacudió la cabeza. –No tengo una canción. Mi contribución es aplaudir a todas las almas valientes.

Andrea levantó una ceja. –Ya lo veremos.

Vorfreude •SuperCorp• auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora