#32

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–Ahora bien, quiero que hagas una buena impresión. Esta mujer es muy importante para mí, ¿de acuerdo? Así que trata de no arrojar tanto pelo ni hacer desastre, ¿de acuerdo? Además, me gustaría acostarme aquí esta noche y no tener que pasar a la suya. ¿Crees que podrías lograrlo?

Dusty bostezó en respuesta.

Detrás de ella, Sam se echó a reír. –Ella no sabe lo que estás diciendo, lo sabes, ¿verdad?

Lena se burló. –Por supuesto que sí, es una gata súper inteligente. Todos los que la conocen dicen eso, ¿no es así, Dusty?– Preguntó y le hizo cosquillas en el estómago a la gatita. –¿A qué hora vas a salir?

Sam se sentó en el sofá de enfrente y puso los ojos en blanco. –La sutileza nunca ha sido tu fuerte, ¿lo sabías?–, Ella golpeó su reloj. –En aproximadamente media hora. Me quedaré a ver a Kara romperse bajo la presión del gato, luego me iré. Aunque duró más la última vez, ¿no?

Esta era la tercera noche de exposición felina de Kara desde que habían comenzado a verse, y Lena esperaba que no fuera una destrucción total. Además, Izzy también venía, lo que significaba que irse no era una opción. Kara le había dicho que una vez que Izzy viera al animal, no irían a ningún lado. Entonces, era solo un caso de si Dusty podía o no hacer frente a la niña.

–¿Has tenido noticias del hospicio?– Lena miró a su amiga, sabiendo que no había sido fácil en los últimos meses. Su madre había llegado a una etapa de su enfermedad en la que las enfermeras habían aconsejado el cuidado de hospicio, y Sam finalmente estaba escuchando. Había estado tratando de ser una heroína, pero finalmente había tenido sentido. Aun así, Lena sabía que no había sido una tarea fácil. Habían compartido una botella de vino hablando de eso anoche, y Sam iba a ir al cumpleaños de un amigo hoy. Una salida nocturna nunca había sido una distracción más bienvenida.

Sam asintió con la cabeza. –Sí, y ella está bien. Están siendo muy buenos. Tienen una aplicación que puedo verificar, y actualizan su progreso cada dos horas. Eso es asombroso, ¿no?

–Lo es. Pero esta noche, prométeme que te divertirás. Anoche hubo suficientes lágrimas.

Sam le dio una sonrisa triste. –Lo intento, simplemente no es fácil. Me siento culpable de salir cuando mamá no tiene mucho tiempo de vida.

Lena puso a Dusty en el sofá junto a ella y se sentó hacia adelante. –Te has sentado con ella durante meses. Has detenido tu trabajo. Tienes permitido salir de noche.

–Lo sé. Es difícil recordar eso a veces.

Lena entendió eso. Perder a tu madre en cualquier momento fue una dura lección en la vida. Ella lo había aprendido temprano. Sam acababa de aceptarlo ahora. –Si te sientes con ganas mañana, vamos a ir al trampolín. Kara tiene el día libre y a Izzy le encanta. Incluso empecé a amarlo de nuevo, y dijiste que te gustaría venir.

Sam asintió con la cabeza. –Me gustaría. Puedes enseñarme todos tus movimientos. Mientras no tenga mucha resaca, es una cita–. Hizo una pausa. –Y no olvides que aún necesitamos reservar nuestro fin de semana fuera. Sé que te vas a ir con Kara, pero eso no significa que no tengas tu viaje de cumpleaños número 30 con tus amigas.

–Lo sé. Y estoy feliz de ir a donde quieras. Reservémoslo este fin de semana. He oído que Lituania es agradable en esta época del año. Al parecer el vino es magnífico. Alguien sabio me dijo.

Un golpe en la puerta interrumpió su conversación. Lena sonrió, luego se levantó de un salto para dejar entrar a Izzy y Kara. Todavía era extraño pensar que ahora era parte de la vida de esta pequeña niña, pero se estaba adaptando a un ritmo alarmante. Lo que había descubierto en el último mes era que los niños eran personas simples. Si quería averiguar sobre ellos, todo lo que tenía que hacer era hablar con ellos. Nadie le había hecho eso a Lena cuando era pequeña, así que tal vez por eso fue una revelación cuando Kara se lo contó.

Cuando abrió la puerta, se aseguró de besar a Kara, esa parte fue fácil, pero también lo de agacharse y saludar a Izzy. A cambio, obtuvo una amplia sonrisa y un par de pequeños brazos alrededor de su cuello. La emoción creció dentro de Lena mientras se desenredaba. Miró a Kara, cuya mirada la estaba mirando.

–Te estás acostumbrando rápido. Antes de que te des cuenta, estarás leyendo libros de crianza de niños.

Lena se levantó y la besó de nuevo. –Siento que necesito hacerlo.

Kara sacudió la cabeza. –Creo que estás aprendiendo bien. Aunque esta noche podría ser una curva de aprendizaje empinada. Especialmente cuando vea tu gatita.

Al escuchar la palabra 'g', Izzy saltó al aire. –¡Gato!

–¿Crees que tu mamá está tan emocionada de ver al gato?– Lena le dio a Kara una sonrisa irónica.

–Mamá no puede esperar–, respondió Kara, tomando la mano de Izzy.

–También tengo una mesa de café para juegos, Izzy. ¿Quieres jugar con eso?

–¡Gato!–, Fue la respuesta de Izzy.

–Supongo que es un no–. Kara respiró hondo. –Vamos entonces, vamos a conocer a Dusty. Has superado tu alergia. Es hora de que supere la mía.


Vorfreude •SuperCorp• auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora